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Ser O No Ser


Enviado por   •  9 de Diciembre de 2014  •  2.154 Palabras (9 Páginas)  •  157 Visitas

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SER O NO SER

1. Introducción

Determinar el comienzo de la vida humana se ha convertido en un problema de difícil solución. Una vez más, lo que debería ser una objetiva apreciación científica se ha convertido en un tema polémico, lo que impide una visión sosegada de una de las cuestiones fundamentales de la vida humana.

No cabe duda que una de las cuestiones fundamentales a la que debemos enfrentarnos ante los problemas que suscita la figura del embrión y determinar cuándo comienza la vida humana.

El ser humano es justamente la materia de estudió de los Derechos Humanos y la convención, al hablar de persona aclara que debe entenderse a un ser humano, pero ello conlleva de inmediato otras consecuentes preguntas como: ¿Qué es ser humano?, ¿desde cuándo comienza la vida humana? ¿Es el embrión humano una vida?, ¿una persona? ¿Cómo puede existir un ser humano mientras es algo tan pequeño que no tiene el más mínimo aspecto externo de tal? Y ¿tenemos el derecho a la vida?

En definitiva nos preguntamos qué es vida humana y cuál es su relación con la vida personal con la persona y los derechos humanos.

2. Desarrollo

El ser humano es un ser social, es un ser histórico, es un ser encarnado de una realidad y es allí en donde se manifiesta como ser de posibilidades.

Abarca la realidad físico-química, más lo espiritual. La persona humana goza de un carácter singular que la convierte en entidad única e irrepetible; por esto mismo, la persona humana goza de unas cualidades que la constituye la definen y la distinguen. Definir el ser humano constituye tener en cuenta las distintas cualidades que en él se destacan.

La persona humana es un subsistente en el orden del espíritu, tiene una profunda anterioridad, es auto consiente, libre y puede auto determinarse, goza de una corporalidad, posee como dimensiones que lo caracterizan la coexistencia, la alteridad y la comunicabilidad, y su dimensión trascendente la libertad como elemento fundamental y la dignidad como valor absoluto del ser humano.

El ser humano es un ser social por naturaleza, trascendente e irrepetible, se diferencia de los animales por su inteligencia y razón, los animales tienen reacciones instintivas que los obligan a hacer ciertas cosas y les impide hacer otras.

Los seres humanos por el contrario vivimos conformes a reglas y normas. El hombre en su devenir no ha dejado de inventar cosas nuevas. Los seres humanos tenemos razón además de instintos, el hombre es el único ser que posee la palabra, posee el sentido de lo bueno y lo malo y es capaz de participar en comunidad, como decía Aristóteles “El hombre es un animal político”.

El ser humano es libre, tiene conciencia de su grandeza y de sus limitaciones y lucha por cada vez vivir más y mejor. Las ciencias humanas han constituido un avance en la medida que estudian al ser humano en sociedad.

Determinar el comienzo de la vida humana es un tema controvertido para algunos; es cuando el niño recién concebido se implanta en el útero de su madre y todavía otros creen que es cuando hay un sistema nervioso maduro. Pero la ciencia ha demostrado que el inicio y desarrollo de la vida humana hasta su fin naturales universal, igual en todos los seres humanos del mundo, independientemente de raza, condición social, incluyendo legisladores y profesionistas. El ser humano tiene una reproducción sexuada, depende de dos células: el espermatozoide y el óvulo, cada una de las cuales por separado es altamente especializada. Cuando estas dos células se unen en la concepción, llevando cada una su mensaje genético dentro de 23 cromosomas, entonces comienza la vida de un nuevo ser humano con sus 46 cromosomas, el cual es independiente del padre y de la madre. Es decir que la vida humana comienza con la concepción.

La primera frase del segundo párrafo del artículo 1 del Código Civil de encarga de precisar que “la vida humana comienza con la concepción”.

Entonces podría decir que el embrión es el fruto de la fusión de dos células germinales, una de la madre (óvulo) y la otra del padre (espermatozoide). Este proceso de fusión se llama fecundación/concepción, donde inicia el ciclo vital de un individuo humano, como ya lo había afirmado en el párrafo anterior.

El embrión goza de la dignidad del ser humano y, por tanto, del derecho a la vida desde sus primeros días de actividad intensa y autónoma, según la ley escrita en su plan-programa escrito en su DNA. Esta afirmación se fundamenta sobre todo en la ciencia, y también en la fe cristiana.

La ciencia afirma que; algunos datos de carácter científico, médico y genético ilustran la identidad del embrión humano a partir de su concepción. La investigación científica ha demostrado que el embrión posee una identidad individual propia desde el momento de su concepción. Es a través de la fecundación que se inicia la vida individual y, por tanto, personal de cada uno de nosotros. Estos resultados están documentados por innumerables estudios de citología y citogenética, genética molecular, biología de la reproducción y del desarrollo, obstetricia, etc.

El conocimiento de la verdad biológica del embrión humano y la reflexión racional sobre su estado real ontológico conducen por tanto a afirmar que el embrión humano no es algo, sino alguien. En efecto:

Desde el punto de vista biológico, la formación y el desarrollo humano como un proceso único continuo, coordinado y gradual desde el momento de la fecundación, con la cual se constituye un nuevo organismo humano dotado de capacidad intrínseca para desarrollarse autónomamente en un individuo adulto. Las contribuciones más recientes de las ciencias biomédicas aportan evidencias experimentales en favor de la tesis de la individualidad y continuidad del desarrollo embrional.

Desde el momento en el cual el óvulo es fecundado, inicia una vida que no es la del padre o de la madre, sino de un nuevo ser humano que se desarrolla por su propia cuenta. Eso quiere decir que no se volverá humano, sino que es un ser humano desde este momento. Esta doctrina es válida y es confirmada, si fuera necesario, por las recientes investigaciones de la biología humana, la cual reconoce que en el cigoto derivado de la fecundación de los dos gametos está ya constituida la identidad biológica de un nuevo individuo humano.

Por el hecho que es concebido, en ese mismo

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