Sobre La Salud

El estar sano físicamente es solo el primer paso para tener una buena salud, pero el bienestar social y la salud mental son fundamentales para este proceso, es decir que tenemos que cuidar de nuestro cuerpo, mente, emociones y poner atención al estilo de vida y al entorno que nos rodea. En el agitado mundo actual en el que vivimos, mantener una buena salud, es muy importante sin importar la edad o el género, para poder disfrutar de una existencia sana y armoniosa, para alcanzar eso debemos principalmente:

1. Tener una comida balanceada, con verduras, frutas, proteínas, productos lácteos bajos en grasa, granos integrales y abundante agua, hace que nuestro cuerpo este nutrido y libre de enfermedades como la diabetes, cáncer, obesidad, etc.

2. hacer como mínimo 30 minutos de ejercicio diariamente, esto traerá a nuestro cuerpo una sensación refrescante durante todo el día (Laskowski, 2014), hacer actividades tales como natación, ciclismo, caminar, aumenta las posibilidades de vivir más tiempo, mayor flexibilidad, tener músculos y huesos más fuertes y conservar un peso adecuado.

3. Dedicarle tiempo al descanso, es indispensable que durmamos bien porque de esa manera nuestro cuerpo produce células que combaten la infección, la inflamación y el estrés, no quiere decir que dormir muy poco nos enferme, pero si nos hace menos propensos a contraer enfermedades (Morgenthale, “s.f”). Además de eso, un estudio realizado por el American Journal of Clinical Nutrition demostró que los hombres que dormían durante 4 horas, consumieron 500 calorías y entre más dormían más quemaban (O'CONNOR, 2010).

Por otra parte, cuando las personas envejecen su metabolismo se ralentiza, por lo que es necesario mantener el equilibrio energético, producto de la actividad física y una dieta balanceada. ¿Pero será que solamente un buen estado de salud, significa estar libre de enfermedades?

La salud reconoce que cada persona es compleja y debe ser valorada en todas sus dimensiones y no solo en lo físico, ósea que para lograr un equilibrio perfecto en nuestra salud, es importante que seamos conscientes de todas las dimensiones y que nos esforcemos por mantenerlas en el mejor estado posible.

A causa de eso, la OMS define la Salud mental como “Un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.

Por ejemplo, uno de los síntomas por la mala salud mental, es la conducta suicida, que según la Gobernación de Antioquia (2013) es el deseo de algunas personas por quitarse voluntariamente la vida, esto como resultado de pensamientos y emociones agresivas: rabia, malestar, enojo, incredulidad, desconfianza o vergüenza, sentimientos que se evitan por medio del suicidio, adicionalmente el médico psiquiatra y psicoterapeuta Christopher André dice que “Los estados de ánimo, son contenidos mentales, conscientes e inconscientes, que mezclan estados corporales, emociones sutiles y pensamientos automáticos y que influyen en la mayoría de nuestras actitudes”, es decir que estos son de gran influencia al momento de tomar una decisión, como la del suicidio.

También, es significativo el cuidado de la salud emocional igual de importante que la física. Las personas que emocionalmente son sanas tienen control sobre sus actos y sus comportamientos. Son capaces de manejar los obstáculos y desafíos de la vida, construir relaciones sólidas, y llevar su existencia de forma productiva y satisfactoria. Ellos están listos para las cosas malas y manejan el estrés rápidamente, en otras palabras o como lo diría el psicólogo Goleman (1997) “El funcionamiento del cuerpo puede influir, de tal modo que puede llegar a organizar los estados mentales que fomentan la salud y los que hacen que el cuerpo sea vulnerable a las enfermedades” (P. 13), es decir que si una persona esta alegre, entonces es menos propensa a contraer enfermedades, que un individuo no que no está bien anímicamente, porque su cuerpo se vuelve vulnerable a los virus y malestares

A menudo, las emociones y los aspectos psicológicos se dejan de lado y se da más importancia a todo lo que tenga que ver con lo racional y con lo físico. Sin embargo, la salud emocional puede ocasionar graves trastornos si no se le presta la atención que merece, por este motivo, es importante saber escuchar a nuestros sentimientos y obtener un nivel alto de autoestima.

El autoestima es un factor relevante en el desarrollo de la persona, pero especialmente en aspectos de personalidad, adaptación social y emocional, también en los niveles de ansiedad (Smith, 1990), ósea, es una autoevaluación que el individuo hace y mantiene en forma persistente sobre sí mismo, puede expresarse en actitud aprobatoria o reprobatoria, lo cual indica el grado en el que se siente capaz, significativo, exitoso y valioso, para la autoimagen se hace una comparación con las demás personas del entorno, para ir formando la imagen ideal para sí mismo. Con base a lo anteriormente dicho, Robbins y Dupont (1992) plantean que las necesidades insatisfechas de autoestima durante las primera etapas del desarrollo conllevan a distorsiones en la percepción de la conducta en la adultez, es decir que las personas que tienen un ”yo” frágil , buscan la aprobación y seguridad

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