Soporte Vital
taniadiaz1517 de Mayo de 2013
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1) INTRODUCCIÓN. CONCEPTO DE SOPORTE VITAL
Existen multitud de circunstancias de la vida diaria que constantemente ponen en peligro la vida de las personas, como son los accidentes, las agresiones y, sobre todo, las enfermedades del corazón. Tales situaciones pueden ser aliviadas si se aplican en el menor tiempo posible una serie de medidas concretas.
Es aquí donde cobra toda su importancia el término Soporte Vital (SV) bajo el cual se engloban todas las medidas encaminadas a mantener las funciones vitales en situaciones de riesgo inminente para la vida y prevenir la parada de la función cardiorrespiratoria y las formas de acceso a los Sistemas de Emergencia Médica (SEM).
2) DEFINICIÓN DE MUERTE SÚBITA, IMPORTANCIA DEL PROBLEMA Y PAPEL DEL SOPORTE VITAL.
Con un criterio amplio, la OMS define la muerte súbita (MS) como la que ocurre dentro de las primeras 24 horas del comienzo de la lesión o enfermedad. Siguiendo esta definición las muertes traumáticas se verían incluidas dentro de este concepto.
Con criterios más excluyentes, Goldstein define la MS como la muerte que ocurre, con presencia de testigos, dentro de la primera hora de comienzo de los síntomas. Es una definición muy restrictiva, en la que el mecanismo de MS seria exclusivamente la disfunción del ritmo cardiaco, y la enfermedad causal la cardiopatía isquémica en la mayoría de ocasiones.
Una definición, de aceptación más amplia, es aquella que define la MS como la enfermedad, no accidente , que causa muerte natural, inesperada y que ocurre de forma rápida (entre algunos minutos y 24 horas) desde el comienzo de los síntomas. En este caso los mecanismos de muerte son la arritmia (pérdida del ritmo cardiaco normal), en la MS instantánea, y la disfunción ventricular (alteración del funcionamiento normal de los ventrículos del corazón) en aquellos casos que se prolonga horas.
La MS es un grave problema en la sociedad occidental. Se calcula que causa del 15 al 20% de todas las muertes naturales que acontecen en el mundo industrial. Afecta a ambos sexos, y prácticamente a todas las edades, siendo de gran impacto en la edad media de la vida.
Con el desarrollo de las Unidades de Cuidados Intensivos hospitalarios se ha comprobado la íntima relación existente entre el Infarto Agudo de Miocardio (IAM), las arritmias ventriculares y la MS. Se ha demostrado que actuaciones rápidas y eficientes recuperan pacientes a una vida de plena utilidad, y calidad. En el medio extrahospitalario, el éxito es francamente inferior sin que se lleguen a superar recuperaciones plenas por encima del 20%.
Probablemente una concienciación amplia de la población con un entrenamiento a las personas que viven laboralmente situaciones proclives a presenciar situaciones de PCR (Parada Cardio-Respiratoria), bomberos, policías, personal de los servicios de asistencia urgente; así como a familiares de pacientes con predisposición a sufrir MS, se consiga incrementar esta cifra todavía escasa de éxitos.
Si tomamos como base un grupo de pacientes con MS cardiaca se observa que en más del 70% de los casos la MS fue la clínica de inicio, el resto había realizado consulta previa a un médico por sintomatología imprecisa. Existía predominio de varones y además eran pacientes mas jóvenes que las mujeres.
El hábito de fumar fue muy frecuente en todos los subgrupos en los que se apreció MS. Los signos que mejor predicen la MS fueron, en los varones: la presencia de crecimiento del ventrículo izquierdo en el ECG( Electrocardiograma), la edad, el colesterol, el número de cigarrillos al día, el peso relativo y la presión arterial sistólica. En la mujer fueron: la edad, capacidad vital de los pulmones, hematocrito, colesterol y glucemia.
Tras la realización de cateterismos cardiacos (introducción de una sonda sensora en el interior de las arterias coronarias) se encontraron lesiones en los tres vasos coronarios en más de la mitad de los pacientes. Lesiones de uno y dos vasos justificaban la aparición de MS, en el resto de los pacientes.
Las posibilidades de supervivencia a un paro cardiorrespiratorio han sido evaluadas de forma muy diversa (del 0 al 38%). Existe, sin embargo, absoluto consenso con respecto al hecho de que el primer factor determinante de las expectativas de supervivencia lo constituye la precocidad con que la víctima recibe asistencia adecuada.
La muerte por traumatismos es la primera causa de muerte en menores de 44 años y representa el 80% de los fallecimientos en adolescentes. El 50% total de muertes accidentales es ocasionado por los accidentes de tráfico. En 1989, en España, el número de fallecimientos de tal origen durante las primeras 24 horas de evolución fue de 5.490 (unos 7.500 a los 30 días) y el de heridos, de 90.000. Desde entonces se asiste a un lento pero continuado descenso de la mortalidad, hasta los 4.000 en 1996.
La trascendencia de la atención inicial a este tipo de víctimas se pone de manifiesto al considerar que del 50 al 60% de las muertes tiene lugar antes de llegar al hospital y que una atención adecuada en ese período puede evitar el 35% de los fallecimientos y el 18% de las lesiones, muchas veces origen de graves secuelas permanentes.
A la obvia importancia que ello significa desde el punto de vista estrictamente sanitario, hay que añadir la enorme repercusión económica que el logro de estos objetivos representaría si se tiene en cuenta que el coste de los accidentes de tráfico se sitúa en diversos países entre el 1 y el 2,5% del producto interior bruto. En España fue evaluado en 1987 en el 2,2% del PIB, lo que significaba cifras superiores al billón de pesetas.
3) ORIGEN Y PREVENCIÓN DE LA MUERTE SÚBITA
En una serie de 6.500 autopsias, se estudiaron 365 pacientes que habían sufrido MS; se encontraron dos orígenes: vascular (18%) y cardíaco (82%). En el primer grupo predominaba la hemorragia cerebral masiva, siendo el aneurisma aórtico y el embolismo pulmonar origen del resto de MS en este grupo. Dentro de las causas cardíacas el origen coronario era el predominante.
En otra serie de autopsias, exclusivamente cardíacas se comprobó la predominancia de la enfermedad coronaria arterioesclerótica (35%), que junto con la no arterioesclerótica ascendía prácticamente a mitad de los pacientes.
La enfermedad coronaria arterioesclerótica se produce como consecuencia del endurecimiento y la deformación de las arterias del corazón, dando lugar a estrechamientos y pequeñas ulceraciones (heridas) en su superficie interna. Estas lesiones favorecen el desarrollo sobre ellas de coágulos (trombos) que pueden llegar a impedir por completo el paso de sangre a una parte del corazón.
Por su importancia creciente, hay que valorar la presencia de tóxicos en los pacientes con MS. Los tóxicos mas frecuentemente implicados son los que se relacionan con el consumo de drogas, fundamentalmente cocaína, alcohol…; aunque se han visto también implicadas drogas de uso terapéutico.
A la luz de los datos antes expuestos podemos decir que la enfermedad coronaria se ve favorecida por una serie de circunstancias conocidas en medicina como factores de riesgo. Como hemos visto serían el tabaquismo, las cifras elevadas de colesterol en sangre, las cifras elevadas de tensión arterial y la diabetes. También es han visto implicados en menor medida, el sedentarismo y la obesidad.
Como consecuencia de esto se deduce que un programa de prevención de la enfermedad coronaria que pretenda ser eficaz pasaría inevitablemente por la erradicación del hábito de fumar, la reducción del consumo de grasas de origen animal, el aumento en la dieta de vegetales y pescados, el ejercicio moderado , el control del peso y por supuesto, de la presión arterial.
4) BASES ANATÓMICAS Y FISIOLÓGICAS DEL SOPORTE VITAL (RECUERDO FUNCIONAL DE LOS APARATOS RESPIRATORIO Y CIRCULATORIO).
El oxígeno constituye el elemento esencial para la vida, tanto de los seres humanos como del resto de los animales. Sin él ésta es imposible. Su importancia radica en que su presencia es imprescindible para que tengan lugar a nivel celular, partiendo de las sustancias nutrientes, las reacciones químicas encaminadas a la obtención de la energía necesaria para las funciones vitales. Para que dicho oxígeno llegue a las células (su destino final), el cuerpo humano dispone en primer lugar del aparato respiratorio. El aire exterior entra en los pulmones mediante la inspiración, el cual contiene un 21% de oxígeno. Acto seguido, en la espiración, se expulsa el anhídrido carbónico resultante de las reacciones de combustión mencionadas anteriormente. El anhídrido carbónico a altas concentraciones resultaría tóxico para el organismo.
El aire al entrar, recorre sucesivamente una serie de estructuras anatómicas, las cuales constituyen la denominada vía aérea : boca y nariz, faringe, laringe, tráquea y bronquios. Al final de estos mismos se encuentran unas pequeñas dilataciones saculares denominadas alvéolos, donde tiene lugar el intercambio gaseoso entre el aire y la sangre. Con ello, dicha sangre se enriquece en oxígeno y se libera del anhídrido carbónico producido por las células.
En la práctica de la Resucitación Cardiopulmonar (RCP) es muy importante tener siempre presente la anatomía de la vía aérea superior. En su porción inicial concurre con ella la vía digestiva, lo que constituye una fuente
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