Tecnicas De Investigacion
raulamador5723 de Noviembre de 2014
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CAPÍTULO V
RAZÓN JURÍDICO-TÉCNICA
PRIMERA PARTE
1. La investigación científica.
Ya Descartes en el siglo XVIII había tomado en consideración la significación de buen sentido como la capacidad natural de distinguir lo verdadero de lo falso; pero que era menester educar a esta capacidad natural para aplicarle bien. Esto significa también que para Descartes, todos los hombres que no tengan una discapacidad mental, poseen la razón o buen sentido.
En este sentido, la diferencia entre la verdad y la falsedad en el conocimiento depende primariamente del método que se utilice: en palabras de Descartes:
“...sino tan sólo del hecho de que conducimos nuestros pensamientos por vías diversas y no consideramos las mismas cosas. En efecto, no es suficiente tener buen sentido, sino aplicarle bien”.
Para Descartes la investigación de la verdad empieza con una revisión crítica de lo aprendido; en términos de la metodología en boga para elaborar proyectos de investigación, se trata de: el marco teórico. Esta es una conclusión dialéctica en su proceso que se da más o menos así: lo aprendido crea la duda, la duda obliga a revisar lo aprendido, la revisión es un nuevo aprendizaje.
Otra cuestión importante para la investigación, sus resultados y el investigador, se refiere a que la investigación y el tema a investigar, deben de ser de interés para el investigador. Pero este interés no es un interés cualquiera, sino el que se refiere a las consecuencias que pudiese traer para su persona los resultados encontrados. Incluso casi al final de la obra, retoma esta aserción en lo relativo a la utilidad de la ciencia. Indica p. e.:
“...me parecía encontrar mucha más verdad en los razonamientos que cada uno hace a propósito de los asuntos que le importan, en los cuales no tardará la realidad en castigarle si ha juzgado erróneamente, que lo que hace un hombre de letras en su gabinete acerca de especulaciones que no producen efecto alguno”.
No deja de abordar Descartes el propósito de la investigación; según este autor, los propósitos son de dos tipos: académico en cuanto persigue el encuentro con la verdad y práctico en cuanto busca del bien común. Si embargo, la búsqueda del bien común a través del conocimiento proscribe la política; ya hemos señalado que conocimiento y poder no se encuentran en franca oposición intelectual. Cierto es que, en lo contingente, esta relación puede aparecer como una discordia entre la razón y el Estado; dependiendo de la correlación de los grupos en el poder, los gobiernos pueden manipular el conocimiento. Sin embargo, esta última aseveración nos conduce a concluir que él o los grupos en el poder se sirven del saber para intentar lo imposible: perpetuarse. Es por ello que entre la divulgación de los conocimientos y los usos de los mismos, es aceptable la tesis de Descartes:
“...y he creído que no podía tenerlas escondidas sin pecar en gran manera contra la ley que nos obliga a procurar, en aquello que de nosotros depende, el bien general de los hombres”.
Así mismo que: “no puedo aplaudir de ninguna manera a esos hombres...que, sin ser llamados ni por su nacimiento ni por su fortuna a la administración de las cosas públicas, no dejan de hacer siempre en éstas, en idea, alguna nueva reforma”.
El escenario descrito entre poder y razón, conduce aun más a la necesidad de que, de alguna manera, se tenga certeza de que los conocimientos sean verdaderos. Rosenblueth ha señalado que “La ciencia exige que sus generalizaciones estén basadas en pruebas rigurosas, o bien hayan sido verificadas, o bien sean susceptibles de verificación”. Resulta difícil hacer la diferencia entre probadas y verificadas; con la excusa de malinterpretar al autor, debemos entender que probadas se podría entender en dos sentidos: a) Como demostradas con base a argumentos racionales y b) Señalando que otros ya lo han verificado. Verificadas lo entenderíamos como demostradas con elementos empíricos. Sin embargo, el hecho de que una generalización no sea susceptible de verificación, encierra una contradicción: por un lado significaría que la ciencia depende en forma determinante de la verificación, pero ¿Cómo verificar lo que a priori se le considera no verificable? Por ello, la investigación científica debe excluir la posibilidad de la no-verificación a priori, ya que en última instancia lo que se verifica es que no es verificable. Por otro lado, debemos reconocer entonces que en el proceso de investigación científica: a) Existen verdades que son demostradas racionalmente; b) Otras que son verificadas en forma empírica; y c) Unas más que son producto del aspecto intuitivo y ante-predicativo del proceso de investigación científica.
La posición de Rosenblueth resulta más clara si apreciamos los componentes de la investigación científica, que se derivan de las funciones de la ciencia: describir, sistematizar, medir, explicar y predecir. Para este autor, la investigación cuenta con los pasos siguientes: a) Selección de un fenómeno o una serie de fenómenos; b) Escoger determinadas variables las cuales son importantes o pertinentes, haciendo a un lado las contingentes; c) Estas variables se comparan o se constatan su existencia (siendo ésta trascendente, es decir, estando siempre presente en el tiempo y el espacio) en otros fenómenos; d) Se establecen las relaciones entre los objetos y fenómenos (agrego: entre las variables de un mismo fenómeno también); e) Se formula las relaciones encontradas con ayuda de signos a lo que se le denomina ley científica; f) Se constata la presencia de esta ley en otros fenómenos; g) Se relaciona esta ley o leyes con otras leyes y se constituye un sistema que se le designa teoría; h) De este plano abstracto se regresa al concreto para probar la teoría o encontrar la regularidad en otros fenómenos no observados; i) Se elaboran predicciones a situaciones futuras. De ello se concluye la importancia que le otorga a las matemáticas y afirma que:
“...el conocimiento científico busca regularidades en la naturaleza; se ocupa de los aspectos dinámicos reproducibles de los fenómenos naturales...aun cuando son posibles y útiles las teoría científicas sin matemáticas, no son ni tan importantes, ni tan precisas como las que pueden formularse a través de ecuaciones diferenciales”.
Por ejemplo, si hemos formulado la hipótesis de que en las sentencias emitidas por las juezas hacia las mujeres son mayores que las emitidas por los jueces también hacia las mujeres, y que a la vez estas sentencias son mayores a las emitidas a los hombres, hemos de hecho seleccionado el fenómeno; luego determinamos las variables que son el sexo del juez y del sentenciado, así como los años de sentencia; a través de la investigación documental y de campo se comprueba que existen jueces hombres y mujeres, que existen hombres y mujeres sentenciados y se establece una relación de mayor o menor sentencias o bien de conductas de los jueces según el sexo, respecto a los años de sentencia y el sexo de los sentenciados; se puede simbolizar las relaciones encontradas: si AA es igual a la sentencia emitida por un juez a un sentenciado hombre, si AB es igual a la sentencia emitida por un juez a una sentenciada mujer, si BA es la sentencia emitida por una jueza a un sentenciado hombre y, si BB es la sentencia emitida por una jueza a una sentenciada mujer, entonces tenemos como condición de verdad:
Luego se busca la existencia de esta relación en otros casos; se busca la relación con otras teorías que expliquen el comportamiento de los jueces y se formula una teoría al respecto; se regresa al estudio de los casos concretos no observados aun, buscando encontrar la presencia de las variables que explican el fenómeno y la presencia de la misma conducta; por último se establecen probabilidades del comportamiento de los jueces o se toman medidas para corregirlos.
Dentro del ámbito de las investigaciones sociales, dependiendo de la ciencia y del objeto de conocimiento, es posible aplicar tales criterios. En ciencias tales como Economía, Sociología, Antropología, Psicología, es posible aplicarlos si se realiza la investigación de manera aplicada (para la solución de un problema concreto, no en la búsqueda de leyes generales) o del tipo de problema planteado (teórico o práctico). Realmente la traba en materia jurídica se encuentra con relación a lo medible, pues con base a lo expuesto en el método matemático y de transducción y a la metodología propuesta por Alchourrón y Bulygin, es posible utilizar ecuaciones de algún tipo, pero no con carácter medible. Sin embargo, el obstáculo más importante para la aplicación de dichos criterios a la investigación jurídica es compartido por las otras ciencias sociales y se refiere a la predicción.
De acuerdo a las características de la investigación científica enunciadas supra, la predicción es que, en lo esencial, la regularidad del fenómeno existirá en el futuro al igual que en el pasado. Esto es inevitable, se cuenta con una relación causa-efecto determinada por fuerzas naturales imposibles para el hombre cambiarlas sin cambiar la misma relación. Este tipo de relación sólo cambiaría si la naturaleza cambia. Cierto es que por ejemplo en estudios climáticos y agrológicos es posible predecir las inundaciones, y el humano puede realizar acciones que tiendan a evitarlas. Sin embargo las relaciones entre las variables estudiadas permanecen inalteradas. Pero mientras que en este tipo de fenómenos la intervención del hombre es optativa, en las ciencias sociales no lo es; no
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