Trauma Ocular
Ajaxpy27 de Agosto de 2014
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I. RESUMEN
Introducción:. Se define “Trauma Ocular” al traumatismo originado por mecanismos contusos o penetrantes sobre el globo ocular y sus estructuras periféricas, ocasionando daño tisular de diverso grado de afectación (Leve-Moderado-Severo) con compromiso de la función visual, temporal o permanente.
El globo ocular sufrirá en primera instancia una brusca compresión anteroposterior (acortamiento
del eje A-P), con distensión ecuatorial compensatoria. El retorno a la forma normal añadirá mayor trauma, explicándose así las lesiones en el segmento anterior o posterior.
Objetivos: determinar la frecuencia, causas, lesiones mas frecuentes por traumatismo ocular en el Centro de Emergencias Médicas en el año 2011.
Resultados: De los datos obtenidos se vio que la mayoría de las personas que consultaron por algún tipo de trauma en el Centro de referencia fue de sexo masculino en un 91.6%, sexo femenino 8.3%, en cuanto al mecanismo de lesión se vieron 19 casos por accidente laboral, 2 por herida con arma blanca, 2 casos por accidente deportivo, y 1 caso por herida penetrante por fractura orbitaria, los síntomas vistos en los mismos fueron dolor 70%, edema 15%, visión borrosa 10%, hemorragia 5%, la mayoría requirió algún gesto quirúrgico respectivo
Conclusiones: los casos de trauma ocular la mayoría pertenecía al sexo masculino, la mayoría del área urbana, el mecanismo de lesión frecuente fue contusión por accidente laboral, no se obtuvieron sobre secuelas de los mismos, y la mayoría requirió algún gesto quirúrgico.
II. INTRODUCCION
La atención de pacientes con traumatismos oculares requiere que el médico que efectúa la primera atención esté en condiciones de evaluar lesiones orbitarias y oculares frecuentes y determinar la necesidad de referencia para tratamiento por el especialista. Para cumplir con este objetivo es necesario que el médico esté capacitado para efectuar un examen oftalmológico básico para reconocer la lesión que presenta el paciente, su gravedad y finalmente decidir las medidas de manejo inicial en cada una de ellas. Las lesiones oculares traumáticas se caracterizan por su heterogeneidad. A pesar de esto es posible establecer una lista de patologías prioritarias que se producen con los traumatismos oculares.
Las decisiones iniciales de manejo son specialmente importantes para su curación. Estas son: las fracturas orbitarias, las heridas palpebrales, el hifema traumático, el trauma del nervio óptico y la retina, las heridas perforantes del globo ocular, los cuerpos extraños oculares y las quemaduras por sustancias químicas o energía radiante.
El trauma ocular se clasifica en dos categorías: lesiones contundentes y lesiones penetrantes.
Este tipo de trauma es considerado como la tercera causa de hospitalización y la segunda de compromiso visual después de las cataratas. Aproximadamente el 48.2% de las lesiones son contundentes y 48% penetrantes. Afecta en un porcentaje mayor al sexo masculino (87%) y con edad promedio de 30.6 años. Los niños menores de 10 años representan el 4% del total de los pacientes.
En cuanto a la actividad realizada en el momento del trauma, el 50% de las lesiones ocurren durante el trabajo, (25%) los juegos infantiles, (5%) al realizar actividad deportiva
III. MARCO TEORICO
I. DEFINICION.
Cualquier agresión mecánica, física o química , sobre el globo ocular y/o sus anexos.
II. EPIDEMIOLOGIA.
60- 80 % de los traumatismos oculares se producen en varones entre los 30 y 40 años. Hasta un 25% se producen en niños. Hay tres grupos de causas, accidentes de trabajo, accidentes de tráficos, accidentes domésticos o de bricolage.
Clasificación:
Mecánicas: Contusiones con globo cerrado. Heridas y erosiones.
Lesiones perforantes. Con cuerpo extraño.
Sin cuerpo extraño.
Estallido del globo.
Químicas. Por ácidos.
Por álcalis.
Físicas . Por radiación ultravioleta.
Ionizantes e infrarrojos.
Térmicas.
Eléctricas
I. Contusiones oculares
Están causados por la contusión del globo ocular por un objeto movido por una gran energía, o bien por el impacto del macizo facial sobre una superficie dura.
La contusión comporta diferentes lesiones más o menos asociadas.
Abrasión o Erosión - Cuerpo extraño en córnea y/o conjuntiva: abarca aproximadamente un 8.4% de la consulta por trauma ocular.
Síntomas: Si la lesión está localizada en la córnea se expresa bajo la siguiente sintomatología: dolor, sensación de cuerpo extraño que aumenta con el parpadeo, lagrimeo, inyección conjuntival, fotofobia, disminución de la agudeza visual en la córnea y blefaroespasmo.
Si no se observa cuerpo extraño en la córnea se busca en los fondos de saco conjuntivales con las maniobras de eversión de los párpados. La instilación de una solución de fluoresceína estéril dibuja las irregularidades por lesión de la superficie corneana o conjuntival. Las maniobras para la remoción de un cuerpo extraño se realizan bajo magnificación y buena iluminación, con instrumentos adecuados para evitar hacer más daño que el ya producido por el cuerpo extraño. La aplicación de un colirio o ungüento antibiótico, vendaje ocular compresivo y analgésicos son mandatorios. Se efectúa un control a las doce o veinticuatro horas para evaluar la infección , residuos o anillo de óxido de algunos cuerpos metálicos. La presencia de dolor es atribuible a retardo en la epitelización de la lesión de la córnea o a infección.
Contusiones: son capaces de producir:
• Hemorragia y tumefacción de los párpados
• Hemorragias subconjuntivales
• Edema o ruptura de la córnea. Este último evento puede producirse cuando el paciente ha sido sometido a incisiones con propósitos refractivos.
• Hifema (sangre en cámara anterior): se manifiesta con disminución de la agudeza visual y dolor variable. Ante este hallazgo debe remitirse al oftalmólogo quien buscará las causas, y estará atento a un posible sangrado, y de la presencia de inflamación (Iridociclitis traumática).
• Iridodiálisis (ruptura de la raiz del iris)
• Parálisis traumática de la pupila: se manifiesta por midriasis lo mismo que la ruptura del esfínter del iris
• Retroinserción de la raiz del iris en el ángulo camerular verificable sólo por el oftalmólogo por medio de la gonioscopia y tonometría ocular
• Catarata traumática
• Subluxación o luxación del cristalino
• Hemorragia vítrea o hemorragia global (hemoftalmos)
• Hemorragia y edema en la retina (conmoción retiniana y edema de Berlín)
• Desprendimiento de retina
• Ruptura coroidea
• Lesión isquémica o conmocional del nervio óptico
• Avulsión del nervio óptico. Los traumas pueden provocar diversos grados de tracción del nervio óptico sobre el anillo escleral posterior
Algunas de estas lesiones se manifiestan días después del trauma como es el caso de la catarata traumática y la atrofia del nervio óptico. Los pacientes con trauma intraocular deben ser puestos en reposo absoluto (vendaje en ambos ojos), se les prescribe analgésicos (sin ácido acetil salicílico) y reciben tratamiento especializado.
Fracturas Orbitarias: Constituye otra de las lesiones secundarias a un trauma contundente. Clínicamente pueden manifestarse por:
• Asimetría facial
• Equimosis
• Dolor
• Limitación de los movimientos oculares (por atrapamiento muscular)
• Areas de hiper o hipoanestesia infraorbitaria o de la porción dental superior
• Palpación de la fractura en el reborde orbitario
• Diplopia en la mirada hacia abajo
Su valoración y manejo debe ser multidisciplinario por el probable compromiso de estructuras vecinas (neurocirugía, cirugía maxilofacial, otorrinolaringología).
Rupturas o estallido del globo ocular: Puede ser consecuencia de un gran trauma contundente que produce aumento de la presión ocular en forma súbita con ruptura de los sitios de menor resistencia: A lo largo del limbo, alrededor del nervio óptico, a nivel de la inserción de los músculos rectos y en la cornea cuando hay antecedente de queratotomía con fines refractivos. Los riesgos y síntomas que orientan este diagnóstico son:
• Dolor agudo
• Visión borrosa aguda
• Evidencia del sitio de la ruptura
• Disminución de la agudeza visual
• Hipotonía ocular
• Cámara anterior panda o excesivamente profunda en perforaciones posteriores
• Hifema
• Evidencia de protrusión o herniación del contenido ocular: cristalino, iris, cuerpo ciliar, vítreo
• Alteraciones pupilares
Manejo: Oclusión no compresiva con apósito y cascarilla, indicación de no aplicar anestesia tópica ni analgésicos con ASA. Prescripción de antibióticos parenterales, suspender la vía oral, antieméticos y laxantes para disminuir las consecuencias de la maniobra de Valsalva
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