Urgencias
152514331 de Agosto de 2013
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Sistema Muscular
Conjunto de músculos implicados en cambios en la forma corporal, postura y locomoción (como opuestos a la contractilidad de los órganos).
Aparato o Sistema Óseo
Conjunto de huesos que forman el esqueleto, y protegen a los órganos internos como cerebro (cráneo) y médula espinal (columna vertebral).
Sistema Respiratorio
Incluye a las fosas nasales, faringe, laringe, pulmones, etc., que facilitan el intercambio gaseoso.
Sistema o aparato Digestivo
Incluye a boca, hígado, estómago, intestinos, etcétera. En él se realiza la degradación de los alimentos a nutrientes para luego asimilarlos y utilizarlos en las actividades de nuestro organismo.
Sistema Excretor o Urinario
Riñones y sus conductos, que funcionan en la extracción de desechos metabólicos, osmorregulación, y homeostasis (mantenimiento del equilibrio químico del cuerpo).
Sistema Circulatorio
Corazón, vasos sanguíneos y células sanguíneas. Sirve para llevar los alimentos y el oxígeno a las células, y para recoger los desechos metabólicos que se han de eliminar después por los riñones, en la orina, y por el aire exhalado en los pulmones, rico en dióxido de carbono.
Sistema Hormonal o Endocrino
Glándulas productoras de hormonas que actúan en la regulación del crecimiento, metabolismo, y procesos reproductores.
Sistema Nervioso
Ccerebro, ganglios, nervios, órganos de los sentidos que detectan y analizan estímulos, y elaboran respuestas apropiadas mediante la estimulación de los efectores apropiados (principalmente músculos y glándulas).
Los signos vitales comprenden el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria, la temperatura y la presión arterial. El médico puede observar, medir y vigilar sus signos vitales para evaluar su nivel de funcionamiento físico.
Los signos vitales normales cambian con la edad, el sexo, el peso, la tolerancia al ejercicio y la salud general.
Los rangos normales de los signos vitales para un adulto sano promedio mientras está en reposo son:
• Presión arterial: 90/60 mm/Hg hasta 120/80 mm/Hg.
• Respiración: 12 a 18 respiraciones por minuto.
• Pulso: 60 a 100 latidos por minuto.
• Temperatura: 36.5-37.2° C (97.8-99.1° F)/promedio de 37º C (98.6° F).
La célula es la unidad funcional de los tejidos. Estas tienen la característica de que forman los tejidos, los tejidos con características parecidas forman los órganos y los órganos con funciones similares forman los sistemas o aparatos.
ORGANIZACIÓN:
Las Células presentan un citoplasma muy compartimentado, con orgánulos separados o interconectados, limitados por membranas biológicas que son de la misma naturaleza esencial que la membrana plasmática. El núcleo es solamente el más notable y característico de los compartimentos en que se divide el protoplasma, es decir, la parte activa de la célula. En el protoplasma distinguimos tres componentes principales, a saber, la membrana plasmática, el núcleo y el citoplasma, constituido por todo lo demás. Las células están dotadas de un citoesqueleto complejo, muy estructurado y dinámico, formado por microtúbulos y diversos filamentos proteicos. Además puede haber pared celular, que es lo típico de plantas, hongos y protistas pluricelulares, o algún otro tipo de recubrimiento externo al protoplasma.
2). Los tres planos específicos del cuerpo humano son :
- plano sagital
- plano horizontal
- plano frontal
PLANO SAGITAL: Pasa desde el frente hasta la espalda del cuerpo creando un lado derecho y un lado izquierdo en el cuerpo
PLANO HORIZONTAL: Atraviesa el cuerpo horizontalmente dividiendo el cuerpo en dos segmentos, uno arriba y otro abajo.
PLANO FRONTAL: atraviesa el cuerpo de un lado a otro creando un lado adelante y un lado atrás.
2.1) Cuadro complementario:
3)
A) Sistema Óseo : funciones básicas de los huesos y esqueleto
Soporte: los huesos proveen un cuadro rígido de soporte para los músculos y tejidos blandos. Protección: los huesos forman varias cavidades que protegen los órganos internos de posibles traumatismos. Por ejemplo, el cráneo protege el cerebro frente a los golpes, y la caja torácica, formada por costillas y esternón protege los pulmones y el corazón.
Movimiento: gracias a los músculos que se insertan en los huesos a través de los tendones y su contracción sincronizada, se produce el movimiento.
Homeostasis mineral: el tejido óseo almacena una serie de minerales, especialmente calcio y fósforo, necesarios para la contracción muscular y otras muchas funciones. Cuando son necesarios, el hueso libera dichos minerales en la sangre que los distribuye a otras partes del organismo.
Producción de células sanguíneas: dentro de cavidades situadas en ciertos huesos, un tejido conectivo denominado médula ósea roja produce las células sanguíneas rojas o hematíes mediante el proceso denominado hematopoyesis.
Almacén de grasas de reserva: la médula amarilla consiste principalmente en adipocitos con unos pocos hematíes dispersos. Es una importante reserva de energía química.
B) sistema muscular: función básica
Locomoción: efectuar el desplazamiento de la sangre y el movimiento de las extremidades.
Actividad motora de los órganos internos: el sistema muscular es el encargado de hacer que todos nuestros órganos desempeñen sus funciones, ayudando a otros sistemas, como por ejemplo, al sistema cardiovascular.
Información del estado fisiológico: por ejemplo, un cólico renal provoca contracciones fuertes del músculo liso, generando un fuerte dolor que es signo del propio cólico.
Mímica: el conjunto de las acciones faciales o gestos que sirven para expresar lo que sentimos y percibimos.
Estabilidad: los músculos juntamente con los huesos permiten al cuerpo mantenerse estable mientras permanece en estado de actividad.
Postura: el sistema muscular da forma y conserva la postura. Además, mantiene el tono muscular (tiene el control de las posiciones que realiza el cuerpo en estado de reposo).
Producción de calor: al producir contracciones musculares se origina energía calórica.
Forma: los músculos y tendones dan el aspecto típico del cuerpo.
Protección: el sistema muscular sirve como protección para el buen funcionamiento del sistema digestivo y de otros órganos vitales.
Componentes:
La principal función de los músculos es contraerse, para así poder generar movimiento y realizar funciones vitales. Se distinguen tres grupos de músculos, según su disposición:
El músculo esquelético
El músculo liso
El músculo cardíaco
El músculo estriado es un tipo de músculo que tiene como unidad fundamental el sarcómero y que , al verse a través de un microscopio, presenta estrías, que están formadas por las bandas claras y oscuras alternadas del sarcómero. Está formado por fibras musculares en forma de huso, con extremos muy afinados, y más cortas que las del músculo liso. Es responsable del movimiento del esqueleto, del globo ocular y de la lengua.
El músculo liso, también conocido como visceral o involuntario, se compone de células en forma de huso que poseen un núcleo central que se asemeja en su forma a la célula que lo contiene. Carece de estrías transversales aunque muestra ligeramente estrías longitudinales. El estímulo para la contracción de los músculos lisos está mediado por el sistema nervioso vegetativo autónomo. El músculo liso se localiza en los aparatos reproductor y excretor, en los vasos sanguíneos, en la piel y en los órganos internos.
Existen músculos lisos unitarios, que se contraen rápidamente (no se desencadena inervación), y músculos lisos multiunitarios, en los cuales las contracciones dependen de la estimulación nerviosa. Los músculos lisos unitarios son como los del útero, uréter, aparato gastrointestinal, etc.; y los músculos lisos multiunitarios son los que se encuentran en el iris
El músculo cardíaco (miocardio) es un tipo de músculo estriado que se encuentra en el corazón. Su función es bombear la sangre a través del sistema circulatorio por el sistema: contracción-eyección.
El músculo cardíaco generalmente funciona de manera involuntaria y rítmica, sin estimulación nerviosa. Es un músculo miogénico, es decir, autoexcitable.
Las fibras estriadas y con ramificaciones del músculo cardíaco forman una red interconectada en la pared del corazón. El músculo cardíaco se contrae automáticamente a su propio ritmo, unas 100.000 veces al día. No se puede controlar conscientemente. Sin embargo, su ritmo de contracción está regulado por el sistema nervioso autónomo, dependiendo de si el cuerpo está activo o en reposo.
Forma en que se controlan
Voluntarios: controlados por el individuo.
Involuntarios o viscerales: dirigidos por el sistema nervioso central.
Autónomo: su función es contraerse regularmente sin detenerse.
Mixtos: músculos controlados
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