Vitaminas y minerales: Tipos, fuentes y funciones y sus funciones

Capítulo 9

Vitaminas y minerales: Tipos, fuentes y funciones y sus funciones

1. Introducción

Los nutrientes se agrupan en dos grandes clases: macronutrientes y micronutrientes. Los macronutrientes son nutrientes que el organismo necesita en grandes cantidades, mientras que los micronutrientes son aquellos que el cuerpo necesita en cantidades mínimas. Macronutrientes como los hidratos de carbono, las proteínas y los lípidos proporcionan moléculas para las actividades estructurales y actividades metabólicas del cuerpo humano, mientras que los micronutrientes (vitaminas y minerales) son esenciales para el buen funcionamiento del organismo. La necesidad de micronutrientes depende de las actividades metabólicas y del ciclo vital del individuo. Incluso en la vida intrauterina, la necesidad de micronutrientes es esencial para el desarrollo normal del feto. En particular, las deficiencias de vitamina D, yodo, hierro y ácido fólico pueden provocar trastornos congénitos o incluso la muerte. Las necesidades diarias de Estos micronutrientes no están fijados, aunque muchos trabajos científicos mencionan la cantidad diaria necesaria de varias vitaminas y minerales. Factores como el ejercicio físico, el embarazo, la infancia, la adolescencia, la vejez o las dietas específicas (p. ej. vegana) influyen en las necesidades de micronutrientes. Por ello, la evaluación de las necesidades de micronutrientes y las consecuencias de sus carencias son fundamentales para explicar su papel en la salud y la enfermedad (Derbyshire 2018; Hans y Jana 2018).

El enriquecimiento de los alimentos es una de las estrategias más eficaces y seguras para mejorar la alimentación. Por ejemplo, la alimentación con leche materna puede considerarse un tipo de fortificación, que es esencial para el crecimiento saludable de los bebés hasta los 2 años de de edad (Allen y Dror 2018). Los micronutrientes desempeñan un papel importante en la reducción del riesgo de enfermedades y el mantenimiento de una buena salud. Los micronutrientes y las vitaminas son vitales para el buen funcionamiento y la proliferación de todas las células en división del organismo. Por lo tanto, los micronutrientes son esenciales para el crecimiento y el metabolismo. Una dieta equilibrada ayuda a mantener una buena salud al aumentar la resistencia del organismo a las infecciones y, en caso de enfermedad, puede ser un componente útil de la terapia (Piccardi y Manissier 2009). Los nutrientes proporcionan moléculas básicas que el ser humano no puede sintetizar. Las vitaminas y los minerales se necesitan en pequeñas cantidades (<100 mg/día) y se conocen como micronutrientes (Ormsbee et al. 2014). Las dos clases importantes de micronutrientes se muestran en la Fig. 9.1.

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Fig. 9.1 Clasificación de los micronutrientes[pic 4]

9 Vitaminas y minerales: Tipos, fuentes y sus funciones

1. Micronutrientes: Beneficios para la salud, deficiencias y riesgos

El cuerpo humano necesita micronutrientes sólo en pequeñas cantidades (en miligramos o microgramos) aunque son tan importantes como los macronutrientes (Welch y Graham 2004). Son esenciales para el desarrollo saludable del organismo. Algunas vitaminas, por ejemplo, funcionan como cofactores o coenzimas en muchos procesos metabólicos. Los oligoelementos como el zinc pueden ayudar a mejorar la función inmunitaria y los minerales como el hierro pueden prevenir la anemia, entre otros (www.cdc.gov). Como el cuerpo no puede sintetizar los micronutrientes, por lo tanto, es necesario suministrarlos en la dieta en cantidades adecuadas. Si su suministro no es suficiente, es posible que haya una deficiencia y esto puede dar lugar a un sinfín de enfermedades. La deficiencia de vitamina A, por ejemplo, puede provocar a la ceguera. Una mujer embarazada con deficiencia de ácido fólico puede dar a luz a bebés con defectos del tubo neural. La carencia de yodo puede provocar un mal desarrollo cerebral del feto. La carencia de micronutrientes puede aumentar el riesgo de infecciones y provocar más carencias de micronutrientes (www.unicef.org). Estos son sólo la punta del iceberg. La carencia de micronutrientes puede estar oculta y, por lo general, los signos y síntomas se desarrollan en una fase tardía de la enfermedad y suelen ser irreversibles. Los detalles del impacto de estos micronutrientes en la salud y las enfermedades se analizan en las siguientes partes del capítulo.

1. Las vitaminas

Las vitaminas son sustancias esenciales para el normal funcionamiento y desarrollo del del organismo. Hay dos clases de vitaminas, a saber: Las vitaminas liposolubles y las hidrosolubles (Tabla 9.1). Las vitaminas conocidas son la A, C, D, E y K, y las vitaminas B (B1), riboflavina (B2), niacina (B3), ácido pantoténico (B5), piridoxina (B6), cianocobalamina (B12), biotina y ácido fólico.

1. Vitaminas liposolubles

Como ya se ha dicho, las vitaminas pueden clasificarse como hidrosolubles o liposolubles. Las vitaminas liposolubles son muy vitales para el buen funcionamiento del organismo. Sus deficiencias han sido implicadas en varios trastornos de la salud. La cantidad diaria recomendada (RDA) de las vitaminas liposolubles A, D, E y K es de 8000-1000 μg/día, 8000-5000 μg/día, 8-10 μg/día y 70-140 μg/día respectivamente (Kamangar y Emadi 2012). La CDR para las vitaminas hidrosolubles, que incluyen tiamina, riboflavina, piridoxina, niacina, biotina, ácido ascórbico y ácido pantoténico son 1 mg/día, 1,2 mg/día, 2-2,2 mg/día, 13 mili-equivalentes, 100-200 μg/día 60 μg/día, y 4-7 mg/día respectivamente (Kamangar y Emadi 2012).

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