Federalismo y Sistema Nacional de Coordinación Fiscal

FEDERALISMO Y SISTEMA NACIONAL DE COORDINACIÓN FISCAL:

¿QUÉ ES Y CUÁL ES SU PROPÓSITO?

Introducción.

Este breve escrito propone establecer con claridad qué es el Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, y cuál es la finalidad que persigue el Estado al contemplar la integración del Sistema en sí mismo.

Para contextualizar y comenzar, de a poco, a introducirnos en el tema, me parece pertinente citar la nota del editor de la revista INDETEC Federalismo Hacendario al artículo titulado “Antecedentes del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal” autoría de Castañeda Ortega (2003) el cual dice:

El Sistema Nacional de Coordinación Fiscal en México, es uno de los instrumentos mediante el cual se ejerce el Federalismo mexicano, el que, para el caso de nuestro país, se puede concebir como el acuerdo en el que las Entidades Federativas, por voluntad propia, ceden a la federación porciones de su poder originario para constituir una unión nacional en la que se interrelacionan los diferentes poderes y los diferentes niveles de gobierno que la integran, con el propósito de lograr mediante su conjunta participación, el desarrollo nacional en los ámbitos político, económico y social. Por ello, dentro de este contexto, la coordinación fiscal en México se entiende como el conjunto de acciones de tipo hacendario basadas en las relaciones entre la Federación, los Estados y los Municipios, cuyo objetivo general es asegurar la equidad del sistema tributario hacia los contribuyentes de todo el país, simplificar el sistema tributario nacional y fortalecer económicamente las finanzas estatales y municipales, a fin de alcanzar y sustentar el desarrollo económico nacional.

Si bien, la cita textual que se ha hecho en el párrafo anterior responde en gran medida el qué y el para qué del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, es necesario desentrañar –con mayor detalle– el significado de tal definición si se quiere comprender con plena claridad la razón de ser del Sistema.

Para ello, debemos precisar qué debemos entender por federalismo (considerando antecedentes); por desarrollo nacional (en los ámbitos político, económico y social); por actos de la Hacienda Pública; por equidad del sistema Tributario; así como algunos otros aspectos que son corolarios a estos puntos centrales.

El Federalismo Como una Forma de Descentralización Coordinada del Estado.

El Diccionario Panhispánico del Español Jurídico define el concepto de federalismo  como una ”Ideología que promueve la creación de una federación con el objetivo de unir Estados independientes bajo una Constitución común, o para descentralizar un Estado centralizado creando en su seno varios Estados o territorios federados”. Asimismo, define el concepto de Estado federal como aquel “Estado compuesto por diversas unidades territoriales, dotadas de autonomía política e instituciones de gobierno comunes a todas ellas, cuya organización, competencias y relaciones intergubernamentales están regidas por una Constitución como norma suprema de todo el ordenamiento jurídico”.

Lo anterior nos lleva a considerar que el sistema federal comprende la existencia de una entidad global compuesta de diversas entidades que gozan de un determinado grado de autonomía, no obstante en una relación en la que se presenta una distribución (vertical) del poder político, social y económico, estableciendo límites, tanto para la entidad superior del sistema, como para las partes que lo integran.

Considerando el tema del presente escrito, cabe mencionar que esa distribución de poder a la que se alude, decididamente, comprende todo lo relativo a la hacienda pública, es decir, aquello que tiene que ver con los programas de ingresos y egresos que planea y ejerce el Estado en cumplimiento de sus fines y atribuciones, actuando dentro del propio territorio y sus subdivisiones, en dónde ostenta la potestad para actuar con legitimidad constitucional.

Así pues, dentro de los sistemas federales, es común que las Entidades autónomas que son parte de la entidad superior, deleguen a esta última, funciones y/o atribuciones de tipo hacendario (entre otras), no obstante, preservando un grado de autonomía que les permita actuar de conformidad con su propia historia, necesidades y emplazamiento geográfico.

Adicionalmente, es pertinente agregar que el Estado federal tuvo a bien unificar Estados diversos (por propia voluntad de estos) por cuestiones de conveniencia política, económica y de seguridad. Es dentro de la figura del Estado federal en donde se encierra el concepto de soberanía, al ser este último, el representante de la nación por lo que toca a las relaciones internacionales y autoridad suprema por lo que respecta a la política interior.

El federalismo mexicano encuentra uno de sus principales antecedentes en 1823, con la adopción del sistema de república federal por parte del constituyente que dio origen al que en su momento fuera el nuevo Estado Federal Mexicano. Lo anterior quedaría formalizado en el artículo 5º de la Constitución de 1824, el cual establecía cómo se integraba la federación.

Por otro lado, su actual regulación, puede encontrarse en los artículos 40, y 41, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (1917). Así pues, en el artículo 40 de la Constitución Federal se establece:

“Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una república representativa, democrática, federal, compuesta de Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una Federación establecida según los principios de esta Ley fundamental”.

No obstante el contenido de la disposición en cita, debe plantearse el término de soberanía como una atribución específica del Estado Federal. Al mismo tiempo, como ya se estableció anteriormente, existe un grado de autonomía que las partes del Estado federal preservan en tanto que cada una de dichas entidades tiene su propia historia, y su propias necesidades sociales.

Por lo anterior, es adecuado contemplar al federalismo como una forma de gobierno en la que existe una unidad coordinada y conformada por diversas entidades libres que tienen como deber principal el proveer a sus habitantes de bienes y servicios que procuran el bien común; la liberación de la necesidad.

Antecedentes y Aspectos Generales del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal.

Castañeda, R. (2003) afirma que antes de que se instituyera un sistema de coordinación fiscal en México, lo que se tenía era un sistema tributario desordenado, complejo e inequitativo, lo cual trajo consigo efectos negativos en la economía nacional.

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