Teoría de pesos y contrapesos: La separación de poderes de un estado

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UNIDAD DE PREGRADO

FASCECYD

CARRERA:

DERECHO EN LÍNEA

ASIGNATURA:

TEORÍA GENERAL DEL ESTADO, ESTADO PLURINACIONAL Y SOCIOLOGÍA JURÍDICA

DOCENTE:

ABG. NOHELY ZAMBRANO MUÑOZ

ESTUDIANTE:

BRAULIO MORENO ORTIZ

TEMA:

TEORÍA DE PESOS Y CONTRAPESOS

CURSO:

PRIMER SEMESTRE – C2

FECHA DE ENTREGA:

03 DICIEMBRE 2022

PERIODO ACADÉMICO

REGULAR / NOVIEMBRE 2022 – MARZO 2023

 TEORÍA DE PESOS Y CONTRAPESOS: LA SEPARACIÓN DE PODERES DE UN ESTADO

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo tiene como objetivo principal dar una breve imagen de lo que es la teoría de pesos y contrapesos, o también denominada separación de poderes de un Estado, indagando en sus orígenes, como ha se ha desarrollado a través de la historia y cómo ha sido aplicada en la forma de gobierno de los Estados.

Trataremos sus orígenes desde los pensamientos de Aristóteles, materializando su esencia en los libros de Montesquieu, así como su aplicación en la primera Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica, para finalizar su análisis dentro de la administración del Ecuador.

Al finalizar la lectura comprenderemos la importancia de que en un Estado exista la separación de poderes, mitigando los riesgos de caer en una dictadura que ponga en peligro la libertad de los ciudadanos, ya que como expresó Montesquieu, es muy importante que esta separación sea de tres vías porque solamente el “poder frena el poder”. (Montesquieu, 1906)

DESARROLLO

ORIGEN DE LA TEORÍA DE PESOS Y CONTRAPESOS

Para tratar acerca del origen de la Teoría de Pesos y Contrapesos o también denominada separación de Poderes de un Estado, podríamos dirigirnos a tiempos tan remotos, donde ni siquiera se concebía aún la idea de un “Estado” tal como lo conocemos en la actualidad; y es que según Aristóteles el hombre es un “animal político” que tiene la necesidad esencial de vivir en comunidad, en donde esta misma se concibe como una entidad formada por órganos que realizan funciones específicas. (Trujillo, 2015).

Pese a los diferentes campos que trató Aristóteles, la política no era un área de su mayor interés, sin embargo, su primera aproximación consiste en clasificar los regímenes políticos, mismos que dividió en “regímenes rectos” y “regímenes desviados” (Aristóteles, 1988), determinando que el límite entre ambos está dado por las leyes, mismas que por representar un punto medio, sirven para medir el ejercicio recto o desviado del poder dentro de la sociedad política.

Considerando la afirmación de Aristóteles “Donde las leyes no son soberanas, ahí surgen los demagogos” … se puede evidenciar la importancia que tienen las mismas para poner límites al poder, y que el pueblo debe estar sometido a las leyes y no a la palabra de los hombres, que debido a su propia naturaleza es susceptible a pasiones o ansias de poder, es así que nace una de sus innovaciones más relevantes que perduran hasta la actualidad, la necesidad de una tripartición de poderes.  

Según Guido Fassó, la presentación que hace el autor no la extrajo de alguna idea metafísica o de postulados ideales, sino de los estudios que realizó de158 diferentes constituciones de las polis griegas, donde en cada una existían  tres elementos sobre los cuales debe meditar el buen legislador lo conveniente para cada régimen”: esos elementos serían “quién delibera sobre los asuntos de la comunidad”, “la segunda son las magistraturas”, y la tercera “la administración de la justicia” (Fasso, 1981).

Con el paso del tiempo, y debido en gran parte a la expansión del Imperio Romano, la cultura y pensamiento griego fue quedando en segundo plano, es así que la teoría política de Aristóteles tuvo que esperar hasta el siglo XVII para que sea retomada por diversos autores, siendo un tal Charles Louis de Secondat, conocido como Montesquieu, historicista francés, quien dio forma definitiva a la separación de poderes en su obra de 1748 El espíritu de las leyes (Montesquieu, 1906).

Según Montesquieu, es necesario la división de los poderes para evitar la acumulación de quien puede ejercerlo, evitando de esta manera caer en la tiranía o dictadura, así se pueden evidenciar los tres poderes: el legislativo encargado de realizar las leyes, el ejecutivo encargado de administrar el bien común del pueblo y el legislativo responsable de hacer cumplir las normas.

La separación de los poderes es la manera más eficaz de mantener la libertad de los ciudadanos (Martinez, Guamán, Navarro, & Centeno, 2019), limitando el uso arbitrario del poder y salvaguardar los derechos de los ciudadanos, si se combina con otro principio basado en su distribución social. Tal como lo describió Montesquieu “Todo estaría perdido si el mismo hombre, el mismo cuerpo de personas principales de los nobles o del pueblo ejerciera los tres poderes: el de hacer las leyes, el de ejecutar las resoluciones públicas y el de juzgar los delitos o las diferencias entre particulares” (Montesquieu, 1906).

TEORÍA DE PESOS Y CONTRAPESOS EN LA CONSTITUCIÓN DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA.

Avanzando en la línea de tiempo de la historia de la humanidad, en tierras lejanas a occidente donde tratamos que aparecieron los primeros inicios de la teoría de pesos y contrapesos, encontramos un hito relevante donde se la puso en práctica por primera dentro de una Constitución, siendo este caso la de los Estados Unidos de Norteamérica, la misma que pese a las varias enmiendas sigue vigente hasta la actualidad.

De esta manera hace ya más de doscientos años de su publicación, cuando Thomas Jefferson junto con los denominados “Padres Fundadores”, describen dentro de la Constitución una forma de Gobierno moderada que ellos llamarían “República”, rechazando el autoritarismo, incluso del pueblo y sus mayorías, pensando en la necesidad de crear un sistema donde los diferentes órganos interactúen entre sí, pero al mismo tiempo se limiten.    

Los tres primeros artículos de la Constitución de los Estados Unidos se ocupan de los tres poderes públicos clásicos, el legislativo; el ejecutivo y el judicial, siendo el más extenso y regulado el primero, pues, es en el legislativo donde recae mayor desconfianza. (Mendieta & Tubón, 2018), así, podemos evidenciar claramente las tres dimensiones del Estado: primero, el reparto del poder gubernativo entre cuerpos separados del gobierno, segundo, la división de poder de tal manera que la autoridad de uno de los poderes en un asunto dado, es limitada por la autoridad de otro, y tercero, una división vertical de poder gubernamental de tal manera que cada tarea del Gobierno es responsabilidad de la unidad gubernamental más pequeña capaz de cumplirla. (Barker, 2019).

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