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TEORIA DEL ESTADO


Enviado por   •  3 de Octubre de 2012  •  5.071 Palabras (21 Páginas)  •  299 Visitas

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La sociedad dentro del Estado.

a). Concepto de sociedad.

Los seres humanos desde que aparecen sobre la tierra, hasta nuestros días y así en lo sucesivo, viven en sociedad, es decir, “Un sistema duradero que se reproduce a sí mismo, dentro de cuyos límites territoriales y culturales viven su vida la mayoría de sus miembros” (Green y Johns). Con esta expresión sociológica nos referimos a la reunión de hombres y animales, que viven bajo leyes comunes, producen los fenómenos sociales y tienen una cultura común, en su sistema duradero. Por su parte, Hankins expresa, que “la sociedad es cualquier grupo relativamente permanente, capaz de subsistir en un medio físico dado y con cierto grado de organización que asegura su perpetuación biológica y el mantenimiento de una cultura, y que posee además, una determinada conciencia de su unidad espiritual e histórica”, encaminada a su propio mantenimiento y preservación.

Dotado de inteligencia y con sus manos, el hombre construye un mundo social diverso al de la naturaleza cuyas fuerzas lo dominan. Ese orden es el mundo de la cultura, resultado de un trabajo en común, de sus luchas por la supervivencia, de un afán por alcanzar una vida justa, armónica y civilizada, protegida por los altos valores como la libertad, la justicia social, el Derecho, y las estructuras democráticas. Por todo ello hemos de preocuparnos por responder a esta pregunta, que se formula Helmut Schoek: “¿Cómo se llegó a la socialización, a la sumisión de unos individuos libres a un sistema de controles sociales y de coacción social?”

Así se originan una complejidad de fenómenos sociales, que se concretan a conductas, acciones y reacciones sociales, que se traducen en múltiples instituciones políticas, económicas, jurídicas y sociales, que forman el marco en que se desenvuelve la vida de relación.

El fenómeno político, la conducta política, las instituciones políticas y, en general, las sociedades políticamente organizadas, forman el objeto de nuestro estudio que concentra su atención en el análisis de los hechos y formas políticas, sobre todo el Estado, que es la forma superior de ese desarrollo, el cual se encuentra en una encrucijada de la historia ante el embate del marxismo-leninismo, que en voz de su fundador configuró su desaparición: “La clase trabajadora sustituirá el viejo orden burgués con una asociación que excluirá las clases y sus antagonismos y ya no habrá poder político propiamente dicho, porque el poder político es simplemente la forma oficial del antagonismo en la sociedad burguesa,” (Carlos Marx, La miseria de la Filosofía, 1847).

Hay varios conceptos de sociedad, cuyo sentido debemos deslindar previamente, para una mayor claridad:

1. Los conceptos de “sociedad” y de “humanidad”, nos dice Joussain (Petir traité de sociologie ecomomique), “son propiamente hablando una abstracción, lo que existe son hombres viviendo en sociedad y, por consiguiente, grupos sociales, sociedades particulares”.

2. También se habla de sociedad en un concepto circunstancial o transitorio de sociedad. Estos últimos son grupos transitorios, temporales, de fines concretos, parciales o particulares, como una sociedad recreativa, deportiva, comercial, industrial, cultural, o como los pasajeros de un barco, de un avión, de un automóvil o de un ferrocarril, como un campamento militar, campos accidentales de trabajo y otros análogos.

3. Más debemos limitarnos a un concepto relativo de sociedad, el más usual en el campo de los estudios sociológicos. En este concepto la sociedad aparece como una reunión de seres humanos que integran un orden social superior, permanente, asentado sobre un territorio para alcanzar fines comunes, por medio de la acción recíproca o interacción social.

La palabra sociedad es empleada con frecuencia como un término genérico que designa una reunión de hombres en los que se producen fenómenos sociales, se establecen vínculos de solidaridad e instituciones económicas en relación con sus necesidades. La sociedad es universalidad y totalidad. Sus diversos temas hacen alusión a los problemas comunes de toda sociedad y otros se relacionan con las variaciones de una sociedad con las demás.

De este modo la sociedad aparece como un tipo de sistema social, en cualquier universo de sistemas sociales, que alcanza el nivel más alto de autosuficiencia como sistema en relación a sus ambientes.

Estos procesos de convivencia integral se ofrecen en las sociedades humanas y también se manifiestan en numerosos especies con caracteres de sociabilidad verdaderamente notables como las abejas, las hormigas, los castores. No es el hombre el único que vive en sociedad ni el único que presenta formas de vida diversificada. En los insectos hay evidentes sociedades comunistas, como las hormigas. Hay en ellas un espíritu industrioso, pero estático, a diferencia de las sociedades humanas que son progresivas, destructivas de sí mismas y que progresan en la ciencia, la técnica y la fábrica. La sociedad es un fenómeno anterior a la vida social racional.

La sociedad es la creadora de la cultura entendida originalmente como un cultivo del espíritu, luego como la misma obra creadora de bienes culturales, transitorios o permanentes transmisibles y estimulantes de la acción humana, como adiciones al mundo de la naturaleza y encaminadas al perfeccionamiento del hombre. “La cultura meramente exterior y material recibe (en el área lingüística alemana) el nombre de civilización. Su misión es servir de base y supuesto a la cultura interior.” (Walter Brugger, Dicc. De filosofía, pág. 132).

Por su parte, Edward Taylor afirma que “la cultura es ese todo complejo que incluye el conocimiento, la creencia, el arte, la moral, la ley, la costumbre y todas las demás capacidades y hábitos adquiridos por el hombre como miembro de una sociedad.”

La palabra “civilización” tiene la misma raíz que civitas: evoca la edad de los pueblos y de las ciudades. Civilización es el estado social de una humanidad que ha superado el nomadismo, arribando al régimen sedentario después de triunfar de la crisis formidable que hace una brecha en la historia. Comienza una nueva era, preñada de problemas pavorosos; la densidad creciente de la población y el progresivo agotamiento de la producción espontánea de la tierra, plantean el problema de la lucha por la vida, mediante el trabajo, y más adelante, el problema del capital constituido con las riquezas ahorradas. Se hace preciso adaptar a la nueva economía la estructura política; respirar la base del orden social; ahondar en la distinción del bien y del mal, relacionándola más con la del voto lo tuyo y lo mío; restaurar una

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