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Alimentacion. La obesidad en niños de guarderías

Eri EstrellaDocumentos de Investigación22 de Febrero de 2023

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Índice

Introducción

La obesidad en niños de guarderías, esta asociada a factores de riesgo es una enfermedad que afecta a uno de cada dos niños en guarderías la padecen, el estudio de esta enfermedad toma en los expertos un número cada vez mayor de niños van camino de ser obesos, incluso antes de nacer. Niños que todavía no han llegado al umbral del índice de masa corporal (IMC) para la edad que le corresponde con la actual definición de obesidad o sobrepeso infantil puede que corran un mayor riesgo de ser obesos. Mediante las recomendaciones recogidas en el presente informe se trata también las necesidades de esos niños.

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Planteamiento

En las dos últimas décadas, la prevalencia de sobrepeso y obesidad se ha incrementado de manera alarmante en la población infantil de nuestro país. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) reportó en 2010 que México era el primer lugar mundial de obesidad en niños.

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 reportó que uno de cada tres niños  en Guarderías presentaba sobrepeso y obesidad.

Asimismo, en la Unidad Médica de Alta Especialidad, Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional de Occidente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se reporta una prevalencia de sobrepeso de 15.4 % y de obesidad de   12.2 %.

La infancia es una etapa fundamental en la formación del crecimiento y desarrollo del individuo. Los niños deben recibir una alimentación correcta en cantidad y calidad, además del afecto, los estímulos y cuidados. La correcta alimentación contribuye a evitar o disminuir la incidencia de patologías agudas y crónicas, alcanzar el desarrollo del potencial físico y mental, y aportar reservas para las circunstancias de esfuerzo.

El cambio de los patrones de alimentación, como la disminución en el consumo de alimentos naturales, de fibra e hidratos de carbono complejos, aunado al aumento del consumo de grasas saturadas, azúcares y poca fibra, contribuye al incremento de la ingesta calórica habitual, y los cambios en el estilo de vida han generado un aumento dramático en la prevalencia de la obesidad infantil.

[pic 2]La obesidad se define como el exceso de adiposidad corporal, debido a un desequilibrio energético ocasionado por una alta ingesta de energía superpuesta a un bajo gasto. Esta definición de obesidad, expresada en términos del contenido de grasa corporal, rara vez puede aplicarse en la práctica clínica y epidemiológica debido a la dificultad para medir con precisión y exactitud aceptables el contenido de masa grasa; por tal motivo, son necesarias definiciones alternativas más simples, de bajo costo, exactas y reproducibles.

El índice de masa corporal (IMC) es el indicador más aceptado para evaluar la obesidad en niños de guarderías, en quienes guarda una muy buena relación con

la grasa corporal medida por los pliegues cutáneos y por absorciometría de doble fotón. Desde 1998, la Organización Mundial de la Salud (OMS) catalogó la obesidad como una epidemia mundial.

Lamentablemente los niños no están exentos de esta tendencia; de acuerdo con la definición internacional de obesidad en edades pediátricas, se estima que en el mundo por lo menos 10 % de los niños en edad escolar tiene sobrepeso u obesidad, y la mayor la prevalencia está en América (32 %), Europa (20 %) y Medio Oriente (16 %).

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En México el problema de sobrepeso y obesidad es alarmante y nuestro país se ha catalogado como el primer lugar a nivel mundial de obesidad en niños. De

acuerdo con la distribución del índice de masa corporal (IMC) para la edad, el 26 % de los niños en México presentan exceso de peso, es decir, la combinación de sobrepeso más obesidad.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006, en Jalisco se reporta que una cuarta parte de los niños de 5 a 11 años tienen obesidad y una tercera parte de los adolescentes de 12 a 19 años tienen sobrepeso y obesidad

La experiencia en relación con la obesidad en la Unidad Médica de Alta Especialidad, Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional de Occidente del Instituto Mexicano del Seguro Social (UMAE, HP, CMNO, IMSS) es muy variada, debido a que es un hospital pediátrico de referencia y existen diferentes estudios en el ámbito nacional e internacional.

A pesar de que en el hospital se manejan patologías complejas y crónicas, se esperaría que la población que acude a este centro presentara una mayor frecuencia de desnutrición secundaria que de sobrepeso y obesidad; sin embargo, este tipo de pacientes no están exentos de esa condición, es decir, a pesar de que los niños presenten patologías que ameriten la atención en el tercer nivel, los niños presentan sobrepeso y obesidad en mayor o menor grado, problema de salud pública que debe ser prevenido, atendido y resuelto a corto y mediano plazo por las implicaciones que representa para la salud y la economía.

En el 2004 se realizó un estudio en el hospital por parte de la doctora Macías, en el que se estudiaron 641 niños de un mes a 15 años de edad de 22 servicios de la consulta externa y hospitalización, con la finalidad de conocer la prevalencia de desnutrición secundaria, sobrepeso y obesidad, y si dichas condiciones se asociaban a factores clínicos y sociodemográficos. El total de la muestra fue analizado en diferentes grupos etarios: lactantes n = 137(21.4 %), preescolares n = 171 (26.7 %), escolares n = 235 (36.7 %) y adolescentes n = 98 (15.3 %).3

La frecuencia de desnutrición (talla/edad < –2 DE) y desnutrición aguda (peso/talla < –2 DE) en los diferentes grupos etarios.

La tendencia de sobrepeso y obesidad en la UMAE HP es similar a la desnutrición secundaria, datos que hasta el momento no se habían reportado en hospitales de tercer nivel en nuestro país; incluso la prevalencia de sobrepeso y obesidad en hospitales de referencia ha sido poco estudiada a nivel internacional. Al igual que a nivel nacional se observa que en el hospital los menores son los más afectados, podemos observar cómo un porcentaje de menores con sobrepeso llegarán a la adolescencia y serán obesos y el resto se mantendrán con sobrepeso.

El sobrepeso y la obesidad son problemas progresivos, los lactantes que tienen sobrepeso u obesidad llegarán así a sus diferentes etapas de la vida hasta la edad adulta y muchos de ellos serán adultos obesos.

En la década de los noventa se identificó el riesgo de presentar obesidad en la etapa adulta relacionada con su presencia en la niñez. Así, se demostró que el riesgo (razón de momios) incrementa conforme el niño es de mayor edad: en varones adultos aumenta con valores de 2.3 cuando la obesidad está presente a los seis años, con valores de 6.0 a los 10 años y de 8.0 a los 14 años. Asimismo, los valores de riesgo son superiores para las mujeres (3.0,10.5 y 19.3, respectivamente).

La persistencia de obesidad de la niñez en la etapa del adulto se considera un factor de riesgo importante, ya que se ha demostrado su relación con el desarrollo de enfermedades crónicas, como diabetes mellitus e hipertensión arterial a edades más tempranas. En México, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes mellitus se encuentran entre las primeras causas de morbilidad y mortalidad en adultos tanto en hombres como en mujeres y se espera que su prevalencia aumente en los próximos años debido al incremento de la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población adulta y a la contribución del problema desde la etapa de la niñez.

Las complicaciones que pueden presentar los niños con sobrepeso y obesidad son múltiples, variadas, con repercusiones en la salud física mental y social sin contar el impacto económico que tendrán en las próximas décadas.

 El pediatra es el primer contacto médico que tiene el niño y si le resta importancia a la evaluación del peso y talla y no es capaz de detectar sobrepeso y obesidad, estaremos condenando a estos niños a una enfermedad por el resto de su vida.

Tratar la obesidad es llegar tarde, ya que el porcentaje de fracasos y recaídas es muy elevado, más aún cuando el problema inicia en edades tempranas. Prevenir la obesidad es una tarea ardua y difícil, debido a que implica modificar el estilo de vida y hábitos en la alimentación, evitar actividades sedentarias y hacer ejercicio, modificaciones que hoy por hoy no solo competen al médico, al pediatra, al nutriólogo o a los maestros, sino a la sociedad en su conjunto.

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