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Axiomas de la comunicación social


Enviado por   •  19 de Febrero de 2024  •  Resúmenes  •  1.249 Palabras (5 Páginas)  •  33 Visitas

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AXIOMAS DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL

Según Paul Watzlawick, autor de varios libros, existen cinco axiomas en su teoría de la comunicación humana. Se consideran axiomas porque su cumplimiento es indefectible; en otros términos, reflejan condiciones de hecho en la comunicación humana, que nunca se hallan ausentes. En otras palabras: el cumplimiento de estos axiomas no puede, por lógica, no verificarse.

1. Es imposible no comunicarse

Todo comportamiento es una forma de comunicación. Como no existe forma contraria al comportamiento («no comportamiento» o «anticomportamiento»), tampoco existe «no comunicación».

Un ejemplo puede ser un encuentro entre dos personas en las que una de ellas transmite información de forma verbal a la otra. Esta persona puede permanecer en silencio, pero ese silencio también está transmitiendo información, por lo que, desde el punto de vista de Watzlawick, es imposible no comunicarse.

Las patologías que pueden darse son cuatro. La primera es conocida como rechazo de la comunicación, en la cual una de las personas informa a la otra que no le interesa conversar, implicando una situación incómoda. La segunda es la aceptación de la comunicación, dada cuando la persona no interesada cede y entabla la conversación, sabiendo que a medida que responde resulta más difícil detenerse. La tercera es la descalificación de la comunicación, una situación en la que la comunicación de uno de los sujetos invalida tanto la propia como la ajena (cambios de tema, oraciones incompletas, etcétera). La cuarta y última patología es el síntoma como comunicación, posible cuando quien no está interesado en hablar finge una incapacidad que justifique la imposibilidad de comunicarse (sueño, sordera, borrachera, ignorancia del idioma, etcétera).

2. Toda comunicación tiene un nivel de contenido y un nivel de relación, de tal manera que el último clasifica al primero, y es, por tanto, una metacomunicación

Esto significa que toda comunicación tiene, además del significado de las palabras, más información sobre cómo el que habla quiere ser entendido y que le entiendan, así como, cómo la persona receptora va a entender el mensaje; y cómo el primero ve su relación con el receptor de la información.

Un ejemplo puede ser una conversación en la que una persona pregunta: "¿Sabes qué hora es?". A un nivel de contenido, parece claro que la persona está preguntando por la información referida al tiempo en que se encuentran, pero en un nivel de comunicación esa persona puede estar transmitiendo más información como "Llegas tarde" o simplemente: "No sé qué hora es y me gustaría que me lo dijeras".

En caso de desacuerdo, surge la patología de definición del self y del otro. En el nivel relacional las personas no comunican nada acerca de hechos extremos a su relación, sino que proponen mutuamente definiciones de esa relación, y por implicación de sí mismos. Pero el prototipo de su comunicación será "así es como me veo". Existen tres respuestas posibles: la confirmación, cuando la definición es aceptada; el rechazo, que presupone un reconocimiento limitado de lo que se rechaza y cuyo mensaje sería "estás equivocado", lo cual puede ser constructivo (psicoterapias) o no serlo; y la desconfirmación, la cual no se refiere a la verdad o falsedad de la definición que hace de sí mismo, sino que niega la realidad como fuente de definición, por lo que corresponde a la indeterminación. Su mensaje sería "no existes".

3. La naturaleza de una relación depende de la gradación que los participantes hagan de las secuencias comunicacionales entre ellos

Tanto el emisor como el receptor de la comunicación estructuran el flujo de la comunicación de diferente forma y, así, interpretan su propio comportamiento como mera reacción ante el del otro. Cada uno cree que la conducta del otro es «la» causa de su propia conducta, cuando lo cierto es que la comunicación humana no puede reducirse a un sencillo juego de causa-efecto, sino que es un proceso cíclico, en el que cada parte contribuye a la continuidad (o ampliación, o modulación) del intercambio.

Un ejemplo clásico se puede ver en una relación de pareja en la que una de las personas (A) regaña a la otra (B) y como consecuencia, (B) se retrae. Debido a esta actitud, (A) vuelve a regañar a (B). Esta situación es recíproca y reiterativa y puede servir como ejemplo explicativo del tercer axioma.

La patología de este axioma está clasificada como la puntuación de la secuencia de los hechos. Las discrepancias no resueltas en la puntuación pueden llevar a impares interaccionales en los que se hacen acusaciones mutuas de locura y maldad, que se producen en todos los casos en que uno de los comunicantes no cuenta con la misma información que el otro, pero no lo sabe. Constituyen círculos viciosos que no se pueden romper a menos que la comunicación se convierta en tema de comunicación.

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