La relación evaluación y enseñanza en el contexto educativo del siglo XXI

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Ensayo: La relación evaluación y enseñanza en el contexto educativo del siglo XXI  

Autora:

Deyi Durán Andrade

Universidad Benito Juárez

Modulo: Investigación de la Evaluación del Conocimiento

Doctorado en Educación

Doctora: Marisol esperanza Cipagauta Moyano

Caquetá, Colombia

2023

La relación evaluación y enseñanza en el contexto educativo del siglo XXI  

La evaluación y la enseñanza han de ser entendidos como procesos que se concatenan para lograr una educación de calidad en el siglo XXI. En este sentido, la evaluación ha de permitir hacer una reflexión en el desarrollo de las practicas de enseñanza, que conlleven a mejorar, replantear e innovar las acciones tendientes al desarrollo de aptitudes y habilidades que requieren los individuos, para su desenvolvimiento en la sociedad del conocimiento y así, contribuir al desarrollo de competencias para la vida.

Es así, que se puede decir que para que la planificación de la enseñanza realizada por el docente, logre los objetivos y metas planteados, se requiere que la evaluación sea constante, permanente y continua, en la que prevalezca el fortalecimiento del pensamiento crítico, analítico y reflexivo. Lo que trasciende en el desarrollo de habilidades para aprender, reaprender y desaprender; traduciendo esto en innovación y actualización constante, para estar a la par de las exigencias que día tras día genera la incursión de las tecnologías de la información y la comunicación en el ámbito educativo y de la sociedad en general.

En este orden de ideas, y entendiendo a la evaluación como un proceso que se ha de desarrollar constantemente para verificar o constatar el aprendizaje y la apropiación del conocimiento, es decir, que haya presencia de aprendizajes, se ha de propiciar una enseñanza eficaz y asequible. De acuerdo con Gutiérrez y Ayala (2019) la enseñanza ha de generar procesos mentales que cualifiquen el conocimiento y desarrollen potencialidades humanas, desde espacios y ambientes significativos. Para corroborar que se cumpla con lo anterior, es imprescindible que exista un proceso de evaluación estructurado y coherente con los propósitos y metas que se desean promover y desarrollar a través del proceso que orienta el docente.  

Para que, la enseñanza y la evaluación cumplan con su papel fundamental, que se cualifica en la gestión y fortalecimiento del conocimiento, como facultad humana y que contribuye a la formación integral del ser humano; se hace necesario, esclarecer el rol que ha de desempeñar los actores involucrados en el proceso, en este caso el del profesor y el estudiante.

En el caso del profesor como mediador y guía del acto educativo, y quien es el encargado de impartir la enseñanza, le atañe el quehacer de definir las competencias que se esperan alcanzar y desarrollar por parte del estudiante. Para ello, previamente el docente debe haber desarrollado habilidades y destrezas que le permitan desenvolverse de manera activa en su labor pedagógica, haciendo uso de la autoevaluación y autoformación. Así mismo, es su responsabilidad establecer y relacionar indicadores que permitan reconocer el impacto del proceso de enseñanza en la gestión del conocimiento, aludiendo a procedimientos acertados, que promuevan la colaboración, el trabajo cooperativo y en equipo, la asertividad, la resolución de problemas y el desarrollo de habilidades sociales. También, es ocupación del docente, el análisis de los resultados de la implementación de su enseñanza, y de ser necesario hacerle mejoras, modificarla o cambiarla; con el firme propósito de cumplir con los objetivos propuestos y desarrollar las competencias para las cuales se implementa el proceso. Lo anterior se logra, mediante la puesta en marcha de la evaluación como proceso fundamental del quehacer educativo.

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