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LA EVALUACIÓN DEL PROYECTO EDUCATIVO DEL SIGLO XXI


Enviado por   •  16 de Octubre de 2015  •  Síntesis  •  1.731 Palabras (7 Páginas)  •  237 Visitas

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        El mundo moderno, en el cual ya no es posible escapar de la globalización, nos exige estar preparados para competir en todos los ámbitos, atrás quedaron los tiempos del proteccionismo, hoy tenemos que ser capaces de competir a nivel mundial y para lograrlo es de vital importancia que podamos ofrecer la mejor preparación a nuestros estudiantes de todos los niveles, de otra manera, los estaremos condenando al fracaso.

        En este contexto, resulta primordial que las autoridades educativas replanteen sus objetivos, y hagan las adaptaciones necesarias con el fin de lograrlos. Sin embargo, en nuestro país, la educación no es un arma con la cual podamos defendernos: se ha convertido en un botín político, una excusa para “en aras del bienestar sindical” sacrificar el bienestar de quienes más nos deben importar, de la razón de ser de la profesión del maestro: los estudiantes.

        Por principio de cuentas, la educación no ha logrado ser considerada como punto importante, medular, para el desarrollo productivo, económico, financiero y político de nuestro país. Si bien se ha dado un aumento en el porcentaje del PIB destinado a la educación (5.7%),  aún existen muchas áreas por mejorar.

        Son varios los elementos a tomar en cuenta: comencemos por la base estudiantil, muchos son los esfuerzos que se han hecho por captar cada vez más población infantil y juvenil, por evitar que carezcan de educación, pero existe aún mucho camino por andar; la educación no ha logrado llegar a todos los ámbitos, y actualmente se enfrentan problemáticas tales como; la lejanía de las escuelas, la falta de infraestructura (escuelas en pésimas condiciones), la falta de apoyo a la educación indígena, etc. También existen otras problemáticas como la deserción escolar, este es un tema muy amplio, ya que no basta con lograr que los niños vayan a la escuela, es necesario darles la seguridad económica necesaria para que no deserten de la escuela por ir a trabajar; más alarmante aún es el caso –que se incrementa cada vez más- de las niñas que dejan la escuela por estar embarazadas. Todas estas problemáticas, impiden que los objetivos de los planes educativos se cumplan.

        En cuanto al siguiente elemento integrante del proceso educativo, o sea, los docentes, también hay mucho que decir. Tenemos en el sistema educativo nacional, un número enorme de docentes “porque no me quedó de otra”, es decir, carentes de vocación. La profesión del maestro, por las bondades y ventajas laborales que ofrecía, se volvió una opción para aquellos que no encontraban un mejor empleo, o aquellos hijos de maestros, que aunque carentes de vocación, no quisieron dejar ir la oportunidad de ocupar una plaza magisterial y terminaron dedicándose a eso, la consecuencia han sido generaciones enteras de estudiantes que no han recibido la mejor educación, y que terminan sus estudios, ignorando muchas cosas que después les harán falta, lo que ha originado lagunas enormes en la formación de nuestros actuales profesionistas (maestros incluidos).

        Mención aparte merecen los sindicatos magisteriales, entidades que han servido para que sus líderes se enriquezcan y practiquen toda clase de delitos amparados en la “lucha magisterial”, por supuesto el gobierno los ha utilizado también como “apoyo” electoral cada vez que es necesario, pactando con los líderes “ayudas” a cambio de los votos, la corrupción impera en este tipo de asociaciones, que lamentablemente, tienen entre sus filas también a gente que sí se preocupa, que sí se compromete con su profesión, pero que se vuelven una aguja en un pajar entre tanta corrupción.

        Nuestras autoridades educativas, por su lado, también han jugado un papel determinante en lograr la situación actual de la educación; hemos visto cómo los planes que se echan a andar, se ven interrumpidos cada vez que termina un sexenio, no existe un plan a seguir, cada presidente de la república trae sus ideas, su gente, y trata de implementar cambios, y cuando apenas va comenzando a realizarlos, termina el sexenio y es un volver a comenzar, esta falta de continuidad ha dado al traste con muchos buenos proyectos.

        En cuanto a los planes y programas de estudio, ciertamente cada vez se han ido adecuando más a las necesidades de la globalización, se le ha dado más importancia a ciertas materias como la lengua  extranjera, o  computación, ya que son herramientas claramente necesarias en la actualidad, pero se han sacrificado materias que promueven el pensamiento crítico de los alumnos, se privilegian las materias técnicas sobre las reflexivas. A este respecto, es importante saber qué requiere el mundo globalizado, qué profesionistas son necesarios y cuáles no, y en base a eso, enfocar los apoyos a esas profesiones, pero más importante aún, es imperativo mejorar el desempeño de nuestros estudiantes de educación básica y media superior, lo preocupante de esto, es que vemos que se está intentando acabar con el rezago educativo de la peor manera: dando “facilidades” para que el alumno apruebe las materias reprobadas, o promoviendo al alumno que no acreditó sus materias, simplemente porque se da la orden de “no reprobar” a nadie. Ciertamente, esta medida será benéfica en cuanto a resultados estadísticos, pero nefasta para el futuro de la educación nacional, de manera que aún estamos sacrificando realidad por apariencia.

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