¿La tecnociencia nos ayuda a vivir mejor?

¿La tecnociencia nos ayuda a vivir mejor?

Mate Sapiens

El gran problema del arte en la actualidad, es que quiere instruir en vez de seducir.

En una clase de Lengua y Literatura, se puso en cuestión, ¿Qué es la literatura? Y según la bibliografía empleada, se la definió como el arte que imita la belleza por medio del lenguaje. Pero de inmediato se puso en debate un problema, ¿Qué es lo bello?

De esta cuestión no se salvan otras disciplinas del arte como lo son la pintura o la música, y es fruto de esta, que se nos brinda una enorme libertad para crear arte. Pero, cuando en el colegio nos hacen leer obras literarias, en lo que menos estoy pensando es que esto pueda decirse que es bello. Lo veo como un producto, engorroso de leer, aburrido y con términos complejos. ¿En qué momento la literatura tomo este camino?

Byung Chul Han en su libro de No-Cosas, nos habla de cómo estamos abandonando un orden terreno que se compone de cosas que adquieren una forma duradera y crean un entorno estable donde habitar, a uno donde el orden es determinado por la información, por las no-cosas. ^[1] En este orden, el lugar que ocupa el arte no es muy bueno.

Lo problemático del arte actual, es que tiende a comunicar una opinión preconcebida.^[2]

El problema surge cuando observamos cual es la función del arte, que es satisfacer las necesidades estéticas de los seres humanos. ¿Cómo esto puede ser alcanzado?

Byung Chul Han menciona que el silencio es fundamental para contemplar. El silencio sincero (no aquel que solo es momentáneo para retornar al ruido) nos hace escuchar y prestar atención. Es mediante el silencio que el arte puede ser contemplado.

Pero el mundo se ha llenado de información, somos todos unos infomatas, y si algo carece de ello, lo descartamos. Cargarse de información es la única forma de sobresalir. Antes, el emplear esto en el arte era una forma de expresar y hacer llegar información que no podía ser compartida tan fácilmente como en la actualidad. Por lo que había espacio para el arte que simple y llanamente, era bello. La música clásica es el mayor ejemplo, nos permite consagrar la belleza. Consagrar significa etimológicamente “cerrar” los ojos, pero sobre todo la boca.

En la actualidad, lo que en un momento fue una forma de protesta, ahora es la norma, todas las canciones si quieren triunfar tienen que contar una historia, y si promueven una convicción moral o política mejor. Es decir, tiene que transmitir información. En contra posición, la música y el arte en general que solo persigue ser contemplado, que persigue seducir, queda sepultado.

Gratificación instantánea

El arte no solo se enfrenta al orden digital, también se enfrenta, a la enorme cantidad de contenido que busca ser llamativo, y sencillo de consumir, esto es uno de los problemas al que se enfrenta el arte a la hora de intentar seducir. La literatura, en consecuencia, es la más afectada, no hay imágenes ni música, nada que llame la atención más que la propia palabra. Según un estudio de Microsoft, el escritor tiene 8 segundos para captar la atención del consumidor^[3].

La literatura nunca fue más ni menos difícil de leer, somos nosotros, los que nos hemos vuelto más sensible a los estímulos.

El arte como instrumento de poder

En el estado de Florida, Estados Unidos, hubo un conflicto muy interesante. El gobernador republicano, DeSantis, promovió la ley HB 1557, la cual prohíbe las lecciones sobre orientación sexual. Esto fue repudiado por Disney, haciendo un llamado al movimiento en contra de la ley. En este contexto, el gobernador realiza la toma del distrito Disney, argumentando, el que una empresa tenga un territorio con un estatus especial, es “sumamente perjudicial para la estructura política, social y económica del estado”.

Este es una manifestación de las tantas pujas de poder que existen en el mundo hoy por hoy donde se emplean los valores como un campo de batalla más. Y este caso es muy interesante ya que Disney es una compañía reconocida por sus películas, donde en un primer inicio, promulgaba valores de la familia tradicional norteamericana. Pero en la actualidad sus películas hacen el esfuerzo de promover valores progresistas. Y puede que los deseos sean nobles, pero lo innegable es que el arte queda en un segundo plano, no es el fin, es el medio por el cual Disney persigue justificar sus actos, los cuales, son sumamente cuestionados, ya no solo por el gobernador de Florida.

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