Toc toc

TOC TOC

PERSONAJES:

Ana María (persignada):

Lili (repetidora):

Emilio (matemático):

Blanca (pulcra):

Federico (vulgar):

Otto (simetría y líneas):

Recepcionista (actriz sin delicadeza):

ESCENA 1

En una habitación se encuentra la recepcionista vistiendo bata blanca y cabello recogido. Entra Federico haciendo muchas señas y se sienta en la sala de espera. Entra Emilio agitado y contando.

Emilio: buenas tardes (va hacia un garrafón de agua y toma).

Recepcionista: beba hombre, beba usted.

Emilio: (tomando un vaso de agua) Gracias. 5 pisos, 75 escalones, y un desnivel de 15 o 16 metros, grosso modo, que he conseguido hacer en un minuto, diez segundos. ¿No está mal para mi edad?, ¿eh? (Sonríe).

Recepcionista: algo ha fallado en su cálculo.

Emilio: (deja de beber) imposible.

Recepcionista: ¿se cree que es el primero? (toma una hoja que está pegada al escritorio) Aurora Garrido contó 70, Teodoro Sanlúcar 78, Pilar Maldonado 81. ¿Sigo?

Emilio: (sorprendido) ¿81, qué dice?

Recepcionista: No se lo voy a discutir, eso me faltaba a mí. (Emilio dudando deja el vaso y sale de la habitación aprisa). No tenía que haber dejado la carrera de veterinaria.

Blanca: (entra a la recepción, con cuidado de no tocar nada, limpiándose las manos). Buenas tardes.

Recepcionista: ¿doctor? (ríe) ¡Qué tontería, si esta tarde solo pasa consulta el doctor Palomero, ¿nombre?

Blanca: Blanca Ruiz Pérez.

Recepcionista: valla a la sala de espera y espere.

Entra a la sala de espera y se encuentra con Federico).

Blanca: Hola, buenas tardes.

Federico: (volteándola a ver) buenas tardes. (Blanca camina hacia una silla y antes de sentarse saca unos pañuelos desechables para limpiar la silla, se da cuenta que son los últimos. Federico al escuchar el ruido voltea extrañado a ver a Blanca, ella lo mira, sonríe).

Blanca: ¿quién se habrá sentado aquí antes?

Federico: yo desde luego que no, ¿por? (Blanca niega con la cabeza, deja de limpiar, se sienta. Hay un silencio). Te chupo la concha (silencio, él está serio). Dame ese culo. (Silencio).

Blanca: (lo voltea a ver dudando). Disculpe,

Federico: Sí

Blanca: ¿ha dicho algo?

Federico: buenas tardes.

Blanca: Buenas tardes. (Regresa la mirada a su lugar. Silencio).

Federico: Disculpe, ¿a qué hora la han citado a usted?

Blanca: a las 16:30.

Federico: a esa misma hora me han citado a mí.

Blanca: con Palomero.

Federico: con Palomero, sí. (Silencio) ¡Hija de puta!

Blanca: Lo oí, no estoy sorda.

Federico: (intentando hablar) No seño…

Blanca: Eso se lo dice a quién se lo tenga que decir (camina hacia la puerta).

Federico: No señorita, por favor.

Blanca: El baño, ¿sabe dónde está?

Federico: ¡Le chupo las tetas!

Blanca: (sale corriendo aterrada y Federico la persigue)¡No, no, no!

Federico: Señorita… señorita no tenga miedo.

Blanca hace mímica que abre unas puertas y entra corriendo al otro lado del consultorio, 

Blanca: No, no, no me toque.

Federico: Escuche, señorita…

Blanca: ¡No me toque!

Abre otra puerta y la cierra. Federico queda de un lado y Blanca del lado de la recepción, la recepcionista no está. Hacen mímica de forzar la puerta.

Federico: ¡Oiga!

Blanca: (sin mucha fuerza)  Socorro.

Federico: No le haré daño. Déjeme explicarle.

Blanca: (gritando) ¡Socorro! ¡Auxilio!

Federico: (se va por otra puerta y sale del lado donde esta Blanca). Disculpe señorita, no lo hago adrede. (ella huye). Oiga. (Blanca entra por la puerta donde estaba forcejeando, sigue huyendo,  Federico la sigue persiguiendo).  

Federico: Señorita por favor.

Blanca: No, no, no

Federico: Si no se calma, estaremos así toda la tarde. ¡Zorra!

Blanca: Zorra, yo no, usted no sabe de lo que habla. (Corre de nuevo hacia la puerta donde estaba).

Federico: Lo lamento. (Otra vez vuelven a quedar en la puerta donde forcejeaban, Federico queda de un lado y Blanca del lado de la recepción, la recepcionista no está. Hacen mímica de forzar la puerta).

Federico: ¡Guarra!

Blanca: No insista.

Emilio: (entrando). Son 75 y no hay discusión que valga, ¿eh?

Blanca: disculpe, ¿te importaría llamar a la policía? Gracias.

Emilio: Sí, me permite un segundito (toma agua).

Blanca: (agarrando la puerta) ahí dentro hay una especie de ventrílocuo peligroso. (Alterada) mire, mire, mire, como se ha puesto como un energúmeno solo porque nos han citado a la misma hora.

Emilio: (acercándose a blanca y sacando unos chicles) pero… ¿a qué hora te han citado a ti?

Blanca: (apretando los dientes) ¡A las cuatro y media!

Emilio: a las cuatro y media me han citado a mí también.

Blanca: (enojada, gritando deseperada) ¿¡y es culpa mía!?

Emilio: Tranquila que yo no te he dicho nada, ¿eh?, ¿y la azafata?

Blanca: ¿Qué azafata?

Emilio: La Mary Pili esta.

Blanca: (enojada) ¡Bueno, estese quieto ya, hombre! (A Emilio) ¡Llame de una vez a la policía!

Emilio: ¿A santo de qué voy yo a llamar a la policía?, ja, vamos a ver, soy taxista, experto en resolver conflictos. A ver déjeme. (Se acerca a Blanca y roza su mano, ella gira para zafarse de él).

Emilio: Que no tengo ninguna enfermedad rara, chica.

Blanca: Entonces, ¿Qué haces aquí?

Emilio: (abre la puerta y se asoma un poco, se abre la otra puerta por donde sale Federico, Blanca se asusta, grita y asusta a Emilio. Silencio. A Federico). ¿Qué?

Blanca: ¿Qué?

Emilio: ¿Qué nos hemos levando hoy de mal humor? ¿Eh?

Blanca: ¿Eh?

Federico: Disculpe señorita, ya le he dicho que no lo hago adrede.

Blanca: pero… pero… estaba empujando la puerta.

Federico: bueno, es que usted no me escucha.

Emilio: Ah, no escucha, claro,  lo mismo le pasa a mi mujer, bueno ex mujer.

Federico: El problema es que lanzo insultos y obscenidades a la gente pero sin querer. Síndrome de Tourette, lo llaman los especialistas.

Emilio: ¿Me está tomando el pelo? (Acercándose a Federico).

Federico: No… no… le juro que es la verdad. (Haciendo la señal del dedo) ¡Púdrete! ¿Ven? Me sale solo. (Emilio y Blanca se asustan y se regresan).

Blanca: Ahora que lo dice creo que vi algo de esto en un documental.

Federico: Me pasa desde los 11 años, no saben la cantidad de médicos que  he visto, ¡imbécil! Perdón.

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