Actividad integradora. El Relato: La Noche Boca Arriba .El Soñador

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Actividad integradora 5.El Relato.

Claudia Lucia Serrano Linares

Grupo: M1C3G17-143

Facilitador: Norma Patricia Castillo                                       

El Soñador

El transitaba tranquilamente por las calles cuando vio que la mujer parada en la esquina se lanzaba a la calzada a pesar de las luces verdes, freno^[a] con el pie y la mano y oyó el grito^[b] de la mujer y junto con el choque pierde la visión fue como dormir de golpe.

Cuando cuatro o cinco hombres lo estaban sacando debajo de la moto, cuando lo alzaron lanzo un grito de dolor pregunto por la mujer tratando de dominar la náusea y supo que la causante del accidente no tuvo más que rasguños en las piernas^[c].

La ambulancia policial llego a los cinco minutos el vigilante le dijo que la motocicleta no parecía muy estropeada.

Como sueño era curioso porque estaba lleno de olores y el nunca soñaba olores, pero ese olor ceso, y en cambio vino una fragancia compuesta y oscura como en la noche en que se movía huyendo de los aztecas, y todo era tan natural, tenía que huir de los aztecas que andaban a caza de hombre y su única probabilidad era la de esconderse en lo más denso de la selva, cuidando de no apartarse de la estrecha calzada que solo ellos, los motecas.

Lo que más lo torturaba era el olor, “huele a guerra ^[d]», pensó tocando instintivamente el puñal de piedra atravesando en su ceñidor de lana tejida. Tener miedo no era extraño en sus sueños abundaba el miedo, espero tapado por las ramas de un arbusto y la noche sin estrellas, un resplandor rojizo teñía esa parte del cielo .El sonido no se repitió había sido como una rama quebrada. Tal vez un animal que escapaba como el dolor de la guerra. Se enderezo despacio, volteando, no se oía nada pero el miedo seguía allí como el olor, ese incienso dulzón de la guerra florida .hubiera querido echar a correr, pero los tembladerales palpitaban a su lado .entonces sintió una bocanada del olor que más temía salto desesperado hacia adelante,

-se va a caer ^[e]de la cama –dijo el enfermo de a lado -.No brinque tanto, amigazo.

El brazo, enyesado, colgaba de un aparato con pesas y poleas. Sintió sed, como si hubiera estado corriendo kilómetros, pero no querían darle mucha agua apenas para mojarse los labios y hacer un buche .la fiebre le iba ganando despacio y hubiera podido dormirse otra vez pero saboreaba el placer de quedarse despierto.

La guerra florida había empezado con la guerra y llevaba ya tres días y tres noches ,abandonando la calzada más allá de la región de las ciénagas, quizá los guerreros no le siguieran el rastro .la caza continuaría hasta que los sacerdotes dieran la señal de regreso ,él estaba dentro del tiempo sagrado, del otro lado de los cazadores.

Olio los gritos ^[f]y se enderezo de un salto, puñal en mano .como si el cielo se incendiara en el horizonte, vio antorchas moviéndose entre las ramas, muy cerca.

El olor a guerra es insoportable, y cuando el primer enemigo le salto al cuello casi sintió placer en hundirle la hoja de piedra en pleno pecho, alcanzo z cortar el aire una o  dos veces

Entonces^[g] una soga lo atrapo desde atrás.

• Es la fiebre – dijo el de la cama de al lado- a mí me pasaba igual Tome agua y va a ver que duerme bien.

Oyó^[h] gritar, un grito ronco que rebotaba en las paredes, otro grito acabando en un quejido era el que gritaba en las tinieblas, gritaba porque estaba vivo, todo su cuerpo se defendía con el grito de lo que iba a venir del final inevitable. Casi no podía abrir la boca tenia las mandíbulas agarrotadas y a la vez como si fueran de goma se abrieron lentamente.

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