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Alma negra


Enviado por   •  29 de Febrero de 2020  •  Apuntes  •  9.002 Palabras (37 Páginas)  •  159 Visitas

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ALMA NEGRA

Esa noche tocaron fuertemente a la puerta, era tanto el miedo que sentía que los tendones de mis manos empezaron a recogerse lentamente. No sabía en dónde meter mi cabeza la desesperación y la adrenalina que pasaba en ese entonces contradecía todas las opciones cuerdas y humanas que se me ocurrían.

Agresivamente la puerta cae abajo, mis sueños y mi vida se derrumbaban lentamente, no sé si fueron los golpes o lo apretado de las esposas cuando el oficial Neil Moreno me arrestaba; pero no fui la misma mujer que solía ser , esa que vivía cerca al mar y que solo tenía ojos para su trabajo.

Mi esposo David había denunciado mi desaparición pero nunca nadie había dado conmigo… Me tiemblan los labios al contar mi historia, ese expediente estará lleno de atrocidades.

Recuerdo que traía los ojos vendados y que una voz no tan melodiosa me hablaba de un tal Enrique solano, solo me decía que yo era culpable de su desgracia. Arrastrada por la arena de la playa, cansada de tanto forcejear caí exhausta. Desperté al día siguiente en una jaula llena de pescados, oía a las gaviotas, muy cerca; estaba en el puerto o en un buque, lo más seguro era que nadie sabía dónde estaba y que muy difícil sería salir de allí. Encadenada hasta el alma  no podía moverme, mi lengua estaba llena de escamas de pescado, lloraba más de la impaciencia por saber qué será de mí; que por el dolor que causaban esos hierros impregnados en mi piel. Poco a poco resignándome a mi nuevo lugar de residencia, allí abajo no supe cuantos días pasé, solo veía  algunos peces pasar. La oscuridad  fue mi acompañante… Por eso  sería que el chamán de México me dijo que tenía el alma sucia y negra,  al principio me costó creer ya que soy una mujer devota, pero volviendo a mi cautiverio un hombre que según él se llamaba Stiff me traía comida. Verdaderamente que uno come sin remordimiento en situaciones en las que piensas solo en el hubiera,  pero de nada sirve soñar con él si éste no existe; tantas fueron las promesas que me hice allí dentro de esa jaula que cuando desperté  solo pedía ayuda y agua. Me causaba curiosidad conocer a ese tal Enrique. Qué quería de mí. Nunca había escuchado de él…

Llegamos a una finca, llena de flores, animales y guardias. Vigilantes que te respirarían en la nuca si tan sólo pensabas en salir de allí. Sostuve mi coraje, debía ser fuerte… Nuevamente me enceraron, por lo menos esta vez fue en un cuarto oscuro y limpio y no una pocilga llena de escamas. Esa noche se oían los carros pasar por la carretera, iban y venían ya después no supe nada, el cansancio pudo más que yo; me desplomé dormida.

Con poco o nada en mi estómago me levanté a esperar lo que se me presentara y justo como al medio día abren la puerta de ese lugar frío pero no incomodo, un joven no mayor de los 22 años, bien parecido y que reflejaba poder y lujuria,  comienza dándome los buenos días, yo no respondía nada. Aterrorizada de hasta mirarlo a los ojos me llamó por mi nombre:

 ▬Señora Rebeca Warren, ¿cómo se encuentra?

Se ve algo cansada, ¿será que fue el viaje o su aspecto siempre ha sido así por el remordimiento?

De inmediato lo asocié con ese tal Enrique del que tanto hablaban en el puerto; no respondí a ninguna pregunta, sólo lloraba de la rabia por no saber cuál fue mi pecado. Él se fue riendo, divertido por mi dolor, agraciado por mi desesperación, cuando cae nuevamente la noche abrieron la puerta, la sombra que se difuminaba contra la luz se me era conocida ¡claro! Era Stiff mi acompañante con la soledad en aquella jaula, me traía algo de comer recuerdo que era un pan francés mojado con queso y chocolate caliente.

Le suplicaba que me dejara libre, que me explicara que andaba pasando, él no me decía lo que sucedía, siempre esquivaba mis preguntas agobiantes, solo me decía que debía alimentarme pues lo que vendría sería muy fuerte para mí. Esas respuestas me sembraban más incertidumbres de las cosas que pude haber hecho y a quién se las hice, Stiff me acompañó en cada momento de mi desgracia, siempre tan atento que se convirtió en más que una persona que solo me llevaba la comida sino que se transformó en todo para mí, ya ni la soledad me daba la certeza de que saldría bien librada de esa maldita finca en la que Enrique me tenía secuestrada… Pasaron los días y semanas al punto en el que David se convertiría en un recuerdo más, en una persona que me estaría esperando pero no por mucho tiempo, después de todo nunca le di su lugar; así que ya no me interesaba lo que podría pasar con mi matrimonio , tanto así que en los días en los que me sentía más sola Stiff fue su reemplazo de paso, con él no solo me sentía un poco más acompañada sino que encontré lo que en David no tenía que era comprensión a pesar de mis errores, a pesar de todas la cosas que le comenté de él nunca me cuestionó, es más, actuó como la persona que yo anduve buscando por mucho tiempo. Nuestra relación se fue fortaleciendo mis sentimientos hacia él habían cambiado, ya no era el mismo que sentía cuando me traía los platos  con alimento, ese sentimiento había dado un giro; ahora lo que sentía por él era más que solo gratitud, me atraía, sentía que me había vuelto a enamorar, él sabía que era todo para mí… aquél cuarto frío fue  testigo de todas las cosas que sentí  por él, tantas noches en las que la ropa nos incomodaba y las ganas de estar juntos nos ganaba.

Pero todo ese amor se fue a la basura cuando por obras del destino pude salir a averiguar por mis propios medios lo que pasaba. Ya aburrida de mi situación esperé a que se durmiera Stiff para poder escabullirme, con mucha cautela pude escapar de  allí.

Cuando ya me encontraba afuera como pude me escondía de los guardias hasta que llegué al lugar en donde se encontraba la persona causante de mi perdición, estaba allí sentado en su sillón flameante, contando su infinito dinero, la ira me cegó, no me pude controlar , era tanta la rabia que me invadió que tomé la primera roca que encontré en el camino y la lancé con la mayor intensidad , quebrando todo a su paso, hasta llegar a su cabeza; su sangre derramada era mi alegría, mi mayor venganza; pero qué torpe, esa felicidad no me duró mucho pues alerté a los guardias de la finca y tuve que salir corriendo; como estaba tan acorralada de estúpida volví al cuarto en donde me tenían, no sabía qué hacer; qué explicación le daría a Stiff, se me había caído la poca felicidad que tenía hacía poco.

Cuando estoy casi llegando, los hombres de Enrique descubren a Stiff durmiendo, indignados por la traición lo toman a la fuerza y medio dormido comienzan a golpearlo salvajemente, sentía mucho impotencia que por mi culpa lo estuvieran agrediendo, Él lloraba del dolor, esos golpes deberían ser míos pero no, fui cobarde, lo acepto. Casi moribundo se lo llevan y yo sin saber a dónde, decido ir tras ellos para poder estar cerca de mi corazón; con la cabeza rota, tabique partido, dientes a medio salir y costillas destrozadas lo obligan a decir mi paradero, él inocente sin saber qué responder se queda en silencio lo que ocasionó que Enrique Solano llegara y apagara mi último rayo de luz que pude tener dentro de esa oscuridad a la que me tenían obligada a pasar. Stiff cae al suelo después de ese disparo en su boca, el dolor, la ira, mi maldita impotencia desbordaron en mí la tristeza. Me puse al descubierto por mi llanto, solo quería salir de allí que esa pesadilla acabara de una vez por todas, pero no fue así; aquellos maleantes me tomaron por el pelo, piernas y brazos , me tiraron en un pastizal que daba frente al rio  allí llegó Enrique pensé que vendría a terminar con mi naufragio de dolor , pero me equivoqué, mi sufrimiento apenas comenzaba, Solano me ató a la puerta de su cuarto allá empezó a golpearme de la forma más brutal , no veía nada, no sentía nada, solo podía percibir que mi vida llegaba  a su fin…

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