Almojabana

La preparación El maíz se echa en agua durante dos o tres días para que ablande, luego la misma cantidad que se utiliza del grano se le suma la del queso formando una mezcla que después se muele, luego se amasa y se le colocan ingredientes al gusto como leche, bicarbonato y azúcar.“Hay que ser muy cuidadosos porque de las cantidades y de la calidad depende el sabor del producto final. Si se usa un queso salado no sirve, o si se pasa de azúcar tampoco”, expresa Adalcy Sierra.

Una forma sencilla de describir la población cesarense de La Paz era por sus almojábanas. Todo turista que viajaba hacia Riohacha, Maicao y otros municipios cercanos, hacía su parada en La Paz para deleitarse con las ricas galletas en forma de aro; pero desde hace más de una década la tradición ha perdido valor. En este sentido, la pregunta no sería ¿por qué? sino ¿Qué la ha sustituido?.

Benjamín Sierra López, pacífico de 45 años de edad indicó al Semanario La Calle, por qué cambió su cultura de la venta de almojábanas, por la venta de gasolina. “Dejé de vender almojábanas porque se pusieron las ventas pesadas. Particularmente vendía en el terminal de Valledupar y en la plaza de La Paz, por ello me retiré de las almojábanas y comencé a ensayar con la gasolina, observé mejores resultados y me amañé con la venta del combustible ilegal”.

Además, el vendedor de combustible aseguró que hace diez años la gasolina ilegal dejaba mejores resultados. “Actualmente las ventas han bajado por su aumento repentino, aunque me siento mejor vendiendo el combustible. Deseo salirme de este negocio por el riesgo que se corre, puesto que es ilegal y pongo en peligro la vida a mis hijos y familia”.

Mientras que Sierra López piensa en dejar la venta de la gasolina ilegal, otros habitantes pacíficos aprovechan el piso para almacenar canecas de gasolina venezolana. También, buscan una manera más efectiva para traer la gasolina de Venezuela sin tener que pagar los tres millones de pesos que aseguran deben desembolsarle a la guardia del país vecino para que permita la libre circulación del combustible.

Entre tanto, los 15.000 de los 24.000 habitantes del municipio viven directamente del negocio ilegal, mientras el resto mejora su economía gracias a la plata que mueven los llamados “pimpineros”, aunque el pueblo pacífico se siente actualmente desamparado, ya que hasta las ventas en los comercios han bajado por falta de flujo de personas. Algunos habitantes recuerdan que hace 10 años La Paz era concurrida por turistas, que no podían salir del municipio sin comprar y comer almojábanas, pero ahora la afluencia de personas se da porque es el lugar donde se consigue el combustible más económico.

Por otro lado, aunque más de cinco familias han fallecido quemadas por la venta de combustible, las personas no temen por sus vidas, ya que buscan una manera de surgir económicamente en el municipio, pues los habitantes aseguran que no hay fuente de empleo.

Venta de la gasolina: “negocio redondo”

A través de trochas y “complicaciones” con un recorrido aproximado de 390 kilómetros, llega la gasolina al municipio de La Paz, donde los “pimpineros” aseguran que tienen una ganancia de más de 15 millones de pesos, puesto que en Venezuela los 3.500 galones tienen un costo de 700 mil pesos, teniendo una ganancia de 15 veces más.

Sierra López, quién relató inicialmente que cambió la venta de almojábanas

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