ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Antología poética

kitty2001Trabajo4 de Marzo de 2021

5.970 Palabras (24 Páginas)127 Visitas

Página 1 de 24

ANTOLOGÍA  POÉTICA


ÍNDICE

Cantos de vida y esperanza…………………………………………………………………….2

Fue una clara tarde, triste y soñolienta…………………………………………………….....3

Soledad……………………………...……………………………………………………………...4

Para vivir no quiero……………………………………………………………………………….5

Más allá……………………………………………………………………………………………..6

Río Duero, río Duero……………………………...……………………………………………...6

Insomnio……………………………………………………………………………………...…….7

Ciudad sin sueño…………………………………………………………………………….…...8

Se querían………………………………………………………………………………………….9

Si mi voz muriera en tierra………………………………………………………………….....10

Donde habite el olvido………………………………………..………………………………...11

Elegí…………………………………………………………………………...…………………...12

En un principio…………………………………………………………………………………...13

Para qué yo me llame Ángel González………………………………………………………14

Si no encontramos un objeto metálico…………………………………………………...…14

Intento de formular mi experiencia de la guerra…………………………………………..16

Valoración Personal……………………………………………………………………………..17

RUBÉN DARÍO 

CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA

La obra está repleta de figuras retóricas, empezando por el propio título utilizando dos metáforas. El otoño hace referencia a la deterioración de la vida, y cómo poco a poco va llegando la vejez, mientras que la primavera es la imagen de juventud, frescura, intensidad, y comienzo.

También podemos encontrar un retruécano en el estribillo: “Cuando quiero llorar, no lloro, ¡y a veces lloro sin querer!”. La segunda parte del verso contrasta con la primera y le da un nuevo sentido a la oración. Ha habido una reordenación de los elementos de la primera parte resultando en una nueva.

Otra figura retórica presente es la alegoría. Esta figura es muy utilizada para plantear la situación amor-desengaño. Para representar el concepto tan complejo de la situación, el autor ha utilizado un conjunto de imágenes metafóricas para presentar la idea. Se encuentran alegorías en la octava estrofa “En sus brazos tomó mi ensueño y lo arrulló como a un bebé... y le mató, triste y pequeño, falto de luz, falto de fe...”, y en la décima estrofa “Otra juzgó que era mi boca el estuche de su pasión y que me roería, loca, con sus dientes el corazón”.

Para aumentar la expresividad, hay varios versos en los que aparece el hipérbaton. En los dos primeros versos de la segunda estrofa “Plural ha sido celeste historia de mi corazón” y en la séptima estrofa “Pues a su continua ternura una pasión violenta unía. En un peplo de gasa pura una bacante se envolvía...” es observable como el orden de las palabras ha sido alterado y cómo este cambio pone más énfasis en el mensaje.

Claramente podemos encontrar varias metáforas a lo largo del poema. En una parte del estribillo “Juventud, divino tesoro” se está relacionando la imagen del oro y esplendor con la idea de ser joven. Y en los dos últimos versos de la tercera estrofa “Era su cabellera obscura hecha de noche y de dolor” se describe el pelo de la mujer utilizando como referente a la oscuridad presente en la noche y el dolor.

También aparece la figura símil en diversos versos como en la tercera “Miraba como el alba pura; sonreía como una flor” donde la comparación es introducida por elementos de relación, o en la cuarta estrofa con “Yo era tímido como un niño”.

Además, encontramos dos encabalgamientos en el poema. En la sexta estrofa y en los dos últimos versos de la segunda, se producen pausas que no coinciden con la pausa morfosintáctica establecida.

La figura epíteto es utilizada para resaltar las características del sustantivo y así darle mayor expresividad mediante un adjetivo calificativo. Por ejemplo, cuando dice “Divino tesoro”, el adjetivo “divino” demuestra lo maravilloso que es el sustantivo “tesoro”.

Otra figura retórica utilizada es la sinestesia. En versos como “Celeste historia” o “Dulce niña”, se mezclan diferentes tipos de sensaciones o percepciones (celeste y dulce) para hacer una mejor descripción del elemento.

Por último, a lo largo de todo el poema es empleada la prosopopeya, ya que la juventud es tratada y referida como un ser animado.

ANTONIO MACHADO

FUE UNA CLARA TARDE, TRISTE Y SOÑOLIENTA

En esta obra, se encuentra el uso de la personificación en el primer verso, donde se atribuyen adjetivos como “triste y soñolienta” a la figura inanimada “tarde”. El uso de la personificación también se encuentra en el octavo verso con “tarde muerta”, en el décimo tercer verso con “la fuente cantaba”, y en varias otras ocasiones como “lento verano” o “parque dormido”.

También hay la utilización de hipérbaton en la segunda estrofa, ya que se aprecia la alteración del orden sintáctico. Aparece de nuevo en la última estrofa porque es la repetición de la segunda.

Encontramos anáforas a lo largo del poema, como por ejemplo en la novena estrofa donde se repite “yo sé” en dos versos alternados y otra vez en el primer verso de la décima estrofa, o en la décima tercera estrofa repitiendo “adiós para siempre”.

Es apreciable además un par de encabalgamientos en el poema. En la octava estrofa hay una alteración de la pausa utilizada a lo largo del poema cuando dice “copla riente” y después cambia de verso y continúa con “de ensueños lejanos”. Lo mismo sucede en la estrofa siguiente con “amargura mía que sueña”.

En el sexto verso aparece la figura de sinestesia, ya que al decir “agrio ruido” está utilizando la percepción del gusto y del oído para describir una sola cosa. Otro recurso utilizado tan solo una vez en el poema es la comparación, observable en el cuadragésimo octavo verso “es más amarga que la pena mía”.

Una figura retorica muy utilizada es la de la metáfora. Por ejemplo, en la décima estrofa cuando dice “Yo sé que tus bellos espejos cantores copiaron antiguos delirios de amores” hace referencia a que las aguas de la fuente que simulan espejos le recuerdan a historias de amor de su pasado. Además, también se utiliza mucho la simbología cuando se trata de por ejemplo el cristal que representa la brecha entre el pasado y el presente, o la tarde y el agua que simbolizan el transcurso del tiempo.

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

SOLEDAD

El poema está muy marcado por enunciados exclamativos que enfatizan el mensaje del autor, tales son estos como el segundo y tercer verso con “¡qué sin ti estás, qué solo, qué lejos, siempre, de ti mismo!” y el décimo tercer verso con “¡Qué plenitud de soledad, más solo!”.

La figura retórica más utilizada es la personificación. A lo largo del poema el autor personifica el mar y sus olas, observable del sexto al décimo verso “tus olas van, como mis pensamientos, y vienen, van y vienen, besándose, apartándose, en un eterno conocerse”.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (39 Kb) pdf (195 Kb) docx (238 Kb)
Leer 23 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com