ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Antropología integradora y realista

ANIUC25 de Marzo de 2014

898 Palabras (4 Páginas)247 Visitas

Página 1 de 4

Antropología integradora y realista

Especial importancia tiene, a mi modo de ver el hecho de que Aristóteles haya construido una antropología muy realista e integradora. El ser humano es "inteligencia deseosa o deseo inteligente" . La adecuación de los dos polos (intelecto y deseo) debe hacerse por integración, sin que ninguno de los dos sufra violencia para adecuarse al otro, pues en ese momento el hombre se estaría haciendo traición a sí mismo, estaría dejando de ser auténtico, verdadero. Esto sucede tanto si los deseos son negados en un ascetismo extremo, como si imperan sin restricción sobre la inteligencia hasta obnubilarla y falsificarla. Esta idea nos ahorra la elección entre el logicismo kantiano y el hedonismo utilitarista.

3.3. Teoría de la acción

En la misma línea de superación de los dualismo, también creo reseñable la teoría aristotélica de la acción, que permite una correcta integración del deseo como móvil de la acción (por ejemplo, el médico quiere sanar al enfermo), el intelecto que sabe cómo hacerlo (el médico sabe que el paciente necesita calor y que hay una manta en el armario) y el movimiento que realiza la acción (el médico coloca la manta sobre el paciente). El deseo sufre un proceso de diferenciación a través de la deliberación intelectual. Cuando el deseo diferenciado intelectualmente llega a un cierto grado de especificación, conecta con el repertorio de movimientos disponibles, y se convierte él mismo en movimiento, en acción. No se puede dar calor a alguien, así, en abstracto, pero sí se puede calentar-a-este-enfermo-poniendo-sobre-él-esta-manta-que-está-en-este-armario. El deseo no es exterior al intelecto o al movimiento, ni el intelecto al movimiento, sino que el movimiento es deseo diferenciado, incubado mediante la deliberación intelectual. El deseo y el intelecto se modifican y construyen mutuamente hasta convertirse en acción. No hay aquí una relación de medios a fines, como si los unos fuesen exteriores a los otros, como si el deseo simplemente pusiera los fines y el intelecto se limitase a buscar los medios. Los medios empleados no son distintos del fin buscado: son la forma concreta del fin, son el mismo fin hecho movimiento.

3.4. Teoría de la felicidad

De la teoría antropología y de la acción pasamos de modo natural a la teoría aristotélica de la felicidad, que también puede ser un punto de apoyo importante para la ética ambiental. Si el ser humano es inteligencia deseosa o deseo inteligente, entonces la función del ser humano será el cumplimiento inteligente de los deseos de un ser inteligente, es decir, dotado de razón. Y uno de dichos deseos es el de conocer, el de alimentar la inteligencia. Pero hay más: el deseo de convivir (el ser humano es "animal político"), de tener familia, amigos, conciudadanos, y el deseo de un cierto bienestar. Una vida en general dotada de un bienestar moderado, en compañía de seres queridos y con tiempo suficiente para el cultivo del conocimiento, sería para Aristóteles una vida cumplida, feliz. Pero téngase en cuenta que el cultivo del conocimiento, la convivencia y el bienestar no son medios exteriores al fin que buscan, la felicidad, sino la forma concreta en que ésta se realiza, son el contenido de la felicidad, son medios sólo en el sentido de que son partes de la misma, como las partes de un viviente son sus órganos.

¿Alguna receta para alcanzar semejante tipo de vida feliz? Pues no exactamente. Pero, Aristóteles recomienda el desarrollo de hábitos virtuosos bajo la guía de la prudencia, que es una virtud (y por lo tanto un hábito) a medio camino entre el deseo y el intelecto, es decir, una virtud intelectual. La prudencia es nuestra guía en la tarea de construir, de crear, el justo medio, el lugar de la virtud, y de huir de los excesos. Así pues, la ética no se resuelve en una serie de frases, no es una entidad

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (5 Kb)
Leer 3 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com