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“Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida”. -Mario Vargas Llosa.


Enviado por   •  10 de Noviembre de 2016  •  Monografías  •  4.056 Palabras (17 Páginas)  •  508 Visitas

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Diario de Lectura

Artificios

Jorge Luis Borges

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Lady Daniela Renteria

“Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida”. -Mario Vargas Llosa

INICIOS

Cuando estaba en cuarto o quinto de primaria he de admitir que sentía un profundo odio por los libros, tenía una profesora que nos obligaba a leer unos libros que francamente me resultaban aburridos y monótonos. Además de leer esos libros tan aburridos teníamos que hacer un control de lectura, lo que resultaba mucho peor. En ese entonces me toco leer un libro sobre un boxeador alcohólico que tenia infinidad de problemas maritales… ¿quién pone a leer ese tipo de texto a una niña de apenas nueve años?

Como sea, lo poco que leí del libro fue un martirio, al final me di por vencida y leí un poco del principio, un poco del nudo y un poco del final; entregue el control de lectura y poco recuerdo que paso luego, no sé si me fue bien o mal, pero aun ahora sigo recordando con fastidio ese libro.

El amor por la lectura es algo que se cultiva desde la niñez o que también puede ser destruido. Si mi profesora de aquel entonces hubiera sido un poco más responsable se habría tomado la molestia de seleccionar libros un poco más adecuados para mis compañeros y para mi, pero no, ella los saco de una caja y los repartió al azar sin siquiera leer el titulo y nos obligo a leerlos.  

Durante mucho tiempo odie los libros y todo lo relacionado a la lectura, mi familia tampoco era muy lectora así que nunca tuve la motivación para tomar un libro entre mis dedos y leerlo con amor, si no era porque no lo asignaban en alguna materia prefería no tener contacto con ellos.

Fue por el 2008 que las cosas empezaron a cambiar. Era el mes de enero y en esa época se acababa de estrenar un película llamada “Crepúsculo”, trataba de una humana que se enamoraba de un vampiro , la típica historia de la chica que se enamora del chico malo y el chico malo que se aleja de la tan inocente niña para no lastimarla. Cuento eso porque ese fue mi inicio, quede tan cautivada por la historia que le pedí a mi mama que me comprara el libro, y así lo hizo. Empecé a leer el libro de forma tal que en un par de días ya había acabado y pensé “Hey, quizás los libros no son tan malos”.

Desde ese momento empecé a leer más y más, aunque no eran los clásicos de la literatura, si me permitían pasar un buen rato y escaparme unas horas de este mundo que cada día está más enfermo. Pase de leer un libro cada mil años a leer cuatro o cinco libros por mes. Poco a poco el nivel y la complejidad de los libros que leía fueron aumentando y aunque seguía amando mis historias de fantasía y romance, me empecé a interesar por textos digamos un poco más “sofisticados”.

El tiempo fue pasando y ya estaba en grado noveno donde por primera vez tuve a una profesora de español que si le gustaba lo que hacía, es por ella que hoy estoy aquí estudiando lo que estudio y creo que siempre estaré muy agradecida con ella por eso.  

Con ella aprendí muchas cosas, incluso de sociales ya que él que se suponía nos tenía que dictar sociales era un señor obsesionado con el comunismo y Hugo Chávez por lo cual solo sabía hablar de eso y nunca pudimos aprender de historia o países o nada.

La profesora de la que hablo se llama Paola, egresada la UPN. Recuerdo que un día nos hizo una prueba en la que teníamos que escribir una historia o algo parecido y cuando me la entrego calificada tenía una pequeña anotación en pluma roja que decía algo así: “ Muy buen trabajo, tienes mucho talento, debes seguir trabajando en ello”. Nunca me habían dicho algo de ese tipo y juro que se sintió muy bien. Desde ese momento empecé a esforzarme más y ella era mi apoyo. La situación fue mejorando y termine escribiendo los discursos que los profesores decían en las formaciones, escribí y dirigí algunas de las obras que se realizaron en mi colegio y cuando estaba en once represente a mi colegio en un foro a nivel distrital, donde tengo entendido fuimos de las mejores puestas, por ahí tengo la mención que nos dieron…

Para ese entonces no solo amaba leer, también amaba escribir. Pero una vez entre a la universidad esa costumbre se fue perdiendo,  ya no tenía mucho tiempo para esas cosas y el poder hacerlo de nuevo por medio de este diario es muy satisfactorio.

Hoy inicio este diario con todas las expectativas, dispuesta a sorprenderme con el autor y conmigo misma. En este instante mientras escucho el soundtrack de alguna serie y miro el sol radiante tras mi ventana nacen mis primeras líneas.

Funes el memorioso

En este instante como es típico de nuestra amada ciudad, empezó a llover. Hace un par de horas estaba haciendo un sol esplendido, aunque siempre he sido de las que prefieren el frio al calor, porque es con este clima y la escasa luz que surgen las ideas más memorables. Este tipo de clima me trae recuerdos aunque no todos ellos son agradables o ¿lo son? Los recuerdos más felices se vuelven tristes por el mismo de hecho de terminar siendo solo eso… recuerdos.

Cuál es mi sorpresa cuando leo que en el cuento ocurría exactamente lo mismo, un día acalorado que término convirtiéndose en un cielo tormentoso, persiguiendo a los pobres caminantes con la impetuosa lluvia. Un día gris para un relato gris.

Al principio este cuento no fue capaz de capturar mi interés, es de esos días en los que uno no tiene ánimo de hacer absolutamente nada, pensar o…de sentir. Este cuento es realmente corto y lo único que podía pensar era “¿Qué digo? No hay mucho que pueda decir ¿qué digo? Ha sido un mes de aquellos en los que sientes que no hay objeto en continuar con esto que algunos llaman vida… es de esos meses en los que piensas ¿Qué rayos estoy haciendo aquí? Así que absorbida por esos cuestionamientos no lo preste mucha atención al cuento hasta que lo leí por segunda vez.

Hubo una frase que realmente me capturo: “…miraba sin ver, oía sin oír, se olvidaba de todo, de casi todo…” y en ese momento un montón de cosas pasaron por mi cabeza. Nos pasamos la vida de esa forma, como maquinas autómatas, viviendo por vivir, sin mirar mas allá, sin sentir la vida, sin apreciar todo aquello que nos rodea, sin disfrutar de las cosas pequeñas, de cada cosa pequeña… el gusto de la vida está en los pequeños detalles.

Funes nos muestra claramente esto, paso toda su vida sin prestar atención a los detalles, olvidando todo en cuanto pasaba el momento y n o fue hasta que cayó en cama que fue capaz de ver lo que nunca antes había sido capaz de ver, las pequeñas cosas, los pequeños momentos… cada detalle que forma parte de nosotros, nuestra vida y entorno.

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