MI HISTORIA DEL ODIO EL AMOR

MI HISTORIA DEL ODIO AL AMOR

Lizett Atziri Martínez Morales 3.5

Inicia un nuevo ciclo escolar y con ello una nueva etapa amorosa en mi vida con un “desconocido”…

 Después de algunas semanas en la escuela, trataba de identificar a mis compañeros; no era tan sencillo, la prepa es un cambio muy drástico cambiar de Profesores, amigos y sobretodo compañeros, que por obviedad la mayoría de las veces somos totalmente desconocidos.  Precisamente es ahí cuando inicia esta historia…

 Josué, uno de mis 34 compañeros de aula, era un chico muy popular, inteligente y para algunos muy sociables; para mí era una persona  de buen físico pero de cierta forma creído, de esas personas que erróneamente piensan que por ser guapos todo lo pueden conseguir; cuando desafortunamente no es así. Pienso que las personas valemos por nuestra forma de pensar y no por un buen físico la clase social. Tenía presente que no debemos juzgar a las personas sin antes conocerlas, pero definitivamente con él no se podía conversar, estar cerca de él, simplemente no se podía, su presencia me fastidiaba y al parecer el tampoco quería estar cerca de mí.

Termino el semestre, Yo seguía teniendo ese concepto de él.

 Inicio el 2º semestre, hicieron cambio de alumnos y ambos tuvimos aulas diferentes. Fue como iniciar nuevamente, obviamente sin su desagradable presencia. Y así continuó el semestre, pensé que no volveríamos a compartir un aula de clases juntos pero no fue así. Inició 3º semestre, segundo día de clases; nuevamente cambio de alumnos, él estaba en la misma aula de clases que yo. Lo admito, fue algo que yo no esperaba pero tenía que aceptarlo. Después de varias semanas él, trataba de acercarse a mí con cualquier pretexto fue algo difícil y de cierta forma increíble. Nos empezamos a tratar, hacíamos trabajos de clase  juntos, sin embargo, a diario me cuestionaba  el ¿Por qué? De su comportamiento. Pues anteriormente su actitud demostraba que no me quería cerca de él, que le molestaba mi presencia a lo mismo que a mí.

 ¡Qué irónica es la vida! Pues a partir de 3º semestre imploraba que los profesores indicaran hacer trabajos en equipo, porque de alguna manera sabía que él, estaría en ese equipo.

Y fue ahí cuando me di cuenta que empezaba a sentir algo más que una amistad por Josué. Pero no fue tan sencillo de aclarar, pues, Carla mi mejor amiga me dijo:

-No te ilusiones Brenda, es difícil creer que Josué pueda corresponderte de la forma en que lo esperas. El es popular y no creo que quiera una relación contigo, aparte tiene novia. El solo te quiere para que le ayudes con los trabajos pero nada más.

 Mientras caminaba para llegar a mi casa fui meditando el comentario de Carla; aunque realmente no lograba asimilarlo o no del todo. Y, ¿Qué hacer cuando tu cerebro dice que no, pero tu corazón insiste en la idea de que Josué empezaba a sentir lo mismo que yo, por él?

 Pasó el tiempo y llegamos a 5º semestre. Por razones ajenas a mi conocimiento él, ya no estaba en la misma aula que yo. Fue algo difícil de admitir, pues ya habíamos compartido muchos momentos lindos. Obviamente las cosas cambiaron, ya casi no nos veíamos  y llego un tiempo en el que nos dejamos de hablar.

Inicio 6º semestre y asimile la idea de que Josué nunca podría volver a fijarse en mí. Y bien dicen que cuando menos lo esperas algo realmente maravilloso ocurre, y así fue.

Un día, después de algunas semanas llegué al salón y lo encontré con sus útiles, sentado al lado del escritorio. En ese momento sentí que algo dentro de mí, se estremeció. Ocupe mi lugar y le pregunte a Carla, -¿Qué hace Josué aquí? Ella respondió, -Pidió su cambio a este salón.

En ese instante pasaron muchos recuerdos por mi mente y pensé que esta vez sí podría conquistarlo…

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