COMUNICACION ORAL

• Comunicación oral

Discurso y audiencia

Cuando presentamos un discurso (que primero estructuramos por escrito) tenemos una clara intención comunicativa, es decir, el objetivo de transmitir información a una determinada audiencia; dicho objetivo puede ser persuadir, informar o entretener.

Definimos audiencia como: Público que recibe un mensaje, grupo de personas que presencia un acto comunicativo, recibe la información y puede o no ofrecer una retroalimentación y ser reducida o extensa.

También se dice del público que recibe mensajes a través de los medios de comunicación, es anónimo, heterogéneo, amplio y disperso en la geografía.

Cuando un orador transmite su discurso a cierto público, debe considerar los siguientes aspectos para conseguir una comunicación exitosa:

1. Estructurar el contenido de la presentación, es decir, desglosar su discurso de manera ordenada y congruente, en una secuencia que incluya presentación, introducción, desarrollo de ideas y cierre. Estas etapas suelen estar acompañadas de datos anecdóticos, referencias de eventos y personajes conocidos o datos estadísticos, para que el público contextualice y se interese en la información presentada.

2. Crear el ambiente adecuado. Un entorno comunicativo cordial, serio, relajado y organizado, permite al receptor sentirse cómodo y en disposición de recibir el mensaje; por el contrario, un ambiente hostil, desordenado, disperso o informal, causará dificultades al orador para conseguir orden y atención a sus palabras y lograr una respuesta favorable a su mensaje.

3. Manejar las emociones y los sentimientos derivados de la respuesta del público, de las impresiones personales sobre el tema, el espacio o las circunstancias que rodean el discurso, es muestra de la inteligencia, temple, objetividad y madurez del orador, quien no debe ceder a sus impulsos ni demostrar en su discurso las emociones que le embarguen durante el mismo, salvo que estas emociones tengan un objetivo persuasivo, como cierto discurso del ex presidente José López Portillo.

4. Seguridad en uno mismo, esto es, no sólo demostrar que se tiene seguridad en lo que se dice, sino sentirla realmente, vencer el miedo al público, el pánico escénico. Preparar y ensayar el discurso, convencerse de las palabras a pronunciar, verificar que todo se encuentre en orden antes de presentarse al público, son algunas acciones que favorecen la firmeza al presentar un discurso, pero lo más importante es mantener la calma y la confianza en las habilidades personales.

Ahora bien, la presentación frente a la audiencia debe atender a tres bloques fundamentales, el ESTRUCTURAL, que se refiere a la forma y contenido del discurso, el COSMÉTICO, que alude a la presentación, apariencia y movimientos del orador, y el EMOCIONAL, que abarca el

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