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Crítica literaria .Relato escrito por la autora Marta

Derius BohrApuntes4 de Abril de 2023

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CRÍTICA LITERARIA

INTRODUCCIÓN

El presente escrito tiene como finalidad plantear una opinión holística sobre el relato escrito por la autora Marta. En ningún momento se pretende ofender ni intentar alterar en su totalidad el relato. Tan solo se busca corregir algunos desperfectos propios de nuestra inmadurez como escritores.

ACLARACIÓN: No me considero ningún erudito de la narrativa ni la gramática, tan solo me ajusto a diferentes directrices y consejos que me ha dado mi profesora de Literatura; misma que era muy apasionada en este tema.

ESTRUCTURA TEXTUAL

El relato se encuentra compuesto por 19 párrafos (incluyendo diálogos), no obstante, los mismos presentan una extensión inadecuada que puede complicar su lectura agotando al lector. Por lo general, un párrafo se encuentra compuesto por un mínimo de dos oraciones (pueden presentar solo una durante los diálogos o para resaltar hechos importantes) y un máximo de cuatro (cinco en casos donde verdaderamente sea necesario, y que, de lo contrario, provocarían un corte brusco en la idea del mismo párrafo).

La necesidad de que se mantenga tal extensión, se halla en que nuestro cerebro solo puede concentrarse en enunciados cortos que no excedan los seis renglones aproximadamente. En este caso, la autora hace uso de párrafos de hasta ocho oraciones (un total de 15 renglones), tornando densa su lectura.

Por otra parte, cabe mencionar que el texto carece de título, aunque esta peculiaridad puede deberse a que no se trata de un relato independiente como previamente mencionó su autora, sino que forma parte de un cuerpo de ideas, tal vez una futura novela.

ESTRUCTURA NARRATIVA

La historia se desarrolla con base en el tradicional sistema de tres actos: inicio/introducción, conflicto/problema y desenlace/final. Aun así, la escritora transgrede la estructura clásica del inicio, al mantener escondidos los datos que deberíamos saber acerca de los personajes como bien dicta el marco narrativo. Debo aclarar que no se trata de ninguna innovación, pero, de esta manera, el relato se intuye como una obra más adulta, y se separa de los típicos relatos escritos por estudiantes de primaria o secundaria.

El primer acto es abierto por la presentación de la situación de El Lobo, quien se hallaba en un estrecho pasillo rodeado de soldados. Durante las primeras líneas solo se alcanza a producir una leve descripción del entorno y de sus ocupantes, no obstante, con el disparo de uno de los soldados atemorizados por la presencia de esta criatura, se produce el primer punto de inflexión, que abre paso al segundo acto: el conflicto.

El conflicto, aunque extenso en cuanto a detalles, puede resumirse en la masacre que realiza (o al menos yo lo entiendo así) El Lobo con los soldados de su periferia. ¿Y por qué me generan dudas estos pasajes? pues se debe a que algunas palabras podrían dar a entender que los soldados se mataron entre sí mismos. Esto se puede evidenciar en el siguiente fragmento:

“Un fuerte agarre y las balas saltaron al techo, soldado caía uno tras uno por sus propios disparos.”

Ya para concluir el relato, en su acto final se lleva a cabo un intercambio de palabras entre el último soldado vivo y El Lobo, revelándose así pequeños atisbos de la verdadera naturaleza de este último.

Ahora bien, es menester resaltar el hecho de que me resulta interesante la forma en que la autora describe los espacios, puesto que sumerge al lector en ellos:

“Estaba rodeado, en un pasillo levemente iluminado por una luz blanca que a duras penas brillaba con un parpadeo intermitente.

El pasillo era claustrofóbico comparado con la inmensa nada que El Lobo estaba acostumbrado a ver en los muertos campos de la superficie. Este entorno era diferente. Metálico y frío y sumamente nostálgico.”

Le animo a seguir perdiéndose en detalles, puesto que, por medio de los ellos, es que uno logra generar una atmosfera capaz de infestar el espacio físico y la mente de quien lee nuestra prosa. El poder imaginarse hasta la más mínima textura de ese lugar descrito, agrega mucho peso y credibilidad al mismo, y lo vuelve memorable.

TRASFONDO FILOSÓFICO

Resulta imposible para mi persona no destacar las posibles connotaciones filosóficas (interpretadas obviamente desde mi subjetividad) que encuentro en la presente obra. Para comenzar, debo aclarar que, aunque considero que gran parte de las teorías freudianas han sido refutadas por la psicología moderna, su teoría del Yo, el Súper Yo y el Ello, aún sigue calando con profundidad en mi mente y en nuestra sociedad. Ahora pues, de ¿qué se trata esta teoría?

De modo conciso, podríamos decir que Freud afirmaba que nuestra mente se encontraba dividida en tres entes:

  • El Ello: donde se alojan nuestros más profundos deseos y sentimientos, una parte impulsiva y libidinosa de nuestra mente que desconocemos en su totalidad.
  • El Súper Yo: podríamos describirlo como nuestro código moral, formado a lo largo de los años por enseñanzas provenientes de maestros, padres o de la misma sociedad. Se encarga de decidir que está bien y que esta mal.
  • El Yo: nuestra propia conciencia. Aquella que basándose en lo que le dicta el Súper Yo, regula la expresión del Ello, limitando así nuestros deseos y evitando que en la búsqueda del placer llevemos a cabo toda clase de atrocidades.

Además de esta teoría, debo traer a colación también una frase mencionada por Aristóteles, y que suelo usar para oponerme al nihilismo que pregona el mundo post moderno en el cual vivimos y dice así: “Fuera de la sociedad el hombre es una bestia o un Dios.” ¿Y qué quería decir con esta frase? Pues Aristóteles pensaba que el ser humano fuera de una sociedad, debido a la falta de códigos morales que lo restrinjan, dejaría de lado su humanidad y tan solo podría vivir como un dios incorruptible, o como una bestia desenfrenada capaz de hacer lo que fuere por complacer sus deseos.

Con base en los anteriores enunciados, es que nace mi teoría sobre este relato y afirmo lo siguiente: El Lobo es en esencia la representación del “Ello”, o de un ser humano que desciende hacia la locura y la libertad que esta le confiere. El “Súper Yo” es representado por los soldados que intentan contener a la bestia. Y el “Yo” probablemente se ve reflejado en el texto como aquella luz que va perdiendo fuerza (perdida de la mente consciente y racional) a medida que El Lobo acaba con los soldados.

El mismo nombre de la criatura podría estar haciendo referencia a lo que pregonaba Aristóteles. Tal vez esta criatura es una persona que fue expulsada de la sociedad y que con la falta de códigos morales que lo regulen, poco a poco, es despojado de cualquier atisbo de humanidad. Después de todo él vive en la soledad o al menos esto intuimos en el texto:

“El pasillo era claustrofóbico comparado con la inmensa nada que El Lobo estaba acostumbrado a ver en los muertos campos de la superficie.”

El descenso al que hace referencia el narrador omnisciente muy posiblemente se trate de una alegoría al descenso a la locura. Después de todo, en teoría no habría mayor libertad que esa, y es donde mejor podríamos respirar, aunque muchos lo encuentren desagradable:

 “Es irónico cuanto más abajo viajas, mejor respiras, uno pensaría que se acercaría más al fétido olor de alquitrán y azufre.”

Además, en el siguiente fragmento podemos encontrarnos con una posible referencia a la sociedad de máscaras en la que vivimos. En la cual, nos mostramos hacia los demás, hacia nuestros amigos y familiares, como alguien que muchas ocasiones no somos; portamos una máscara hecha a medida para respetar en cierto porcentaje la visión que el mundo tiene de nosotros. Una máscara, de la cual muchas veces nos despojamos al entrar en las redes, puesto que, desde el anonimato, sin el peligro realista de ser reconocido y recibir una reprimenda, podemos decir lo que en verdad pensamos.

“Algunos llevaban máscara y otros no, ah, claro, aquí abajo no era necesario.”

En cierto momento, se da una posible alusión a la perdida casi total de la mente consciente. La falta de luz (El Yo) conlleva a que se vuelva difícil diferenciar a las personas de las sombras, ¿puede que estas ya sean lo mismo?:

“El sonido que rebotaba contra las paredes de acero era ensordecedor, la única fuente de luz desaparecía y aparecía continuamente siendo difícil diferencias persona de sombra.”

El mismo Lobo en el fragor de la batalla pierde su máscara, y con ello revela su verdadera naturaleza. Lo cual, podríamos interpretarlo como el desenmascaramiento total de esta persona sumida en la locura, o como su metamorfosis completa a la bestia de la cual hablaba Aristóteles:

“La máscara partida y ahora inservible cayó al suelo en un sonido metálico, desvelando la oscuridad que rodeaba su rostro. No había facción humana que se pudiese diferenciar, su piel parecía poseer diferentes texturas en patrones desordenados y las sombras que le rodeaban parecían bailar frente a su cara pero incluso así había algo que el último soldado podía diferenciar. Una sonrisa. Una sonrisa que deformaba la oscuridad que llamaba rostro, que parecía agrandarse por cada segundo que lo miraba fijamente.”

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