Cuento De Eclipse

Más de 1000 años he vivido entre la humanidad y no he aprendido aun a valorar y a aprovechar las grandes oportunidades que me da la vida de tener un buen empleo de irme de viaje de estudiar y lo más importante la oportunidad de conocer a alguien especial, de abrir mi corazón sinceramente y amar sin medida ni restricción, pero vaya que soy humano y demuestro cosas que no soy aun cuando mi corazón pide a gritos amar, vivir, sentir, reír, llorar, anhelar; pero ¿Por qué?, bueno porque simplemente mi corazón se cierra y mi mente se bloquea sin previo aviso dejándome en jaque cuando esa oportunidad que esperaba durante mucho tiempo se presenta, me sudan las manos, la voz se me aclara, las piernas me tiemblan pero aun así mis ojos están observándola detallando cada uno de sus rasgos, cada uno de sus movimientos para que esa imagen nunca se borre y su recuerdo este en mi mente acordándome diariamente que tengo un corazón un corazón queriendo amar.

Pensar que el amor es para los estúpidos es ser irreverente por que amar es lo mejor porque te abre puertas, pero no abre puertas comunes de madera sino de ilusión, de renovación, de alivio, de paz, de satisfacción, cuando se que estoy al lado de la persona que quiero me lleva a mejorar mi forma de pensar, de hablar, se da una retroalimentación no se puede negar las cosas no siempre serán color de rosa, me tocara llorar, perdonar y en muchos casos olvidar pero no puedo negar que se hará edificante y confortante saber que tendré a una persona a la que le podre entregar mi tesoro, mi vida.

Esta persona se convierte en mi motivación, me regresa el aliento, las ganas de superarme por lo que quisiera en ocasiones ser un pájaro para volar libremente por los aires para sentir el viento que siente ella, o aun mejor quisiera ser ese viento que rosa día a día sus mejillas que eleva su hermosa cabellera a los cielos que acaricia tiernamente sus labios sin dejar rastro, me gustaría convertirme en su sombra y seguirla a todas partes para cuidar su espalda de la soledad para aliviar su tristeza, porque es esa risa infinita la inspiración que tienen muchas estrellas para brillar para alumbrar en la noche.

Los recuerdos se hacen visibles en mi mente y golpean sin cesar la profunda conciencia despertándome de un recóndito sueño inmortalizando su presencia en mis ojos encendiendo una chispa de ilusión que quema lentamente, descubriendo la fragilidad de mi espíritu, la inocencia de mi mente y la soledad de mi cuerpo que aúlla sin calma como un lobo frente a la luna llena llamando con esperanza el día en que ese espejismo se haga realidad.

Cuanto daría por saber que en su mente mi rostro deambula y que noche a noche en sus sueños nuestros aromas se funden en uno solo. Porque cada vez que la pienso siento que está aquí, me basto tan poco para quererla tanto que siento que perdí de vista mi camino y que mi rumbo se ha desviado.

Me

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