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Cuento Realista Y Cuento Fantastico

gustavo102420 de Marzo de 2013

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El cuento realista y el cuento fantástico

Alguien llamó al cuento “un microcosmo de la vida” porque condensa en forma sintética la complejidad y diversidad del mundo en que los seres humanos nos desenvolvemos.

Capacidad: Clasifica el cuento en realista y fantástico a partir de la estructura y características específicas de cada uno.

La nota característica del cuento es que puede representar la realidad mediante la imitación de la misma o también recrearla por medio de la imaginación. Los puntos en común y los rasgos distintivos del cuento realista y del fantástico ya los conoceremos a continuación.

En primer lugar definamos qué es el cuento

El cuento es una forma de expresión narrativa breve, cuyo tiempo de lectura no excede los 60 minutos. Sus características generales, independientes de la clasificación en realista, fantástico, erudito, folclórico, etc., son: Está escrito en prosa; exige del lector mucha concentración, por lo que no admite una lectura interrumpida; a excepción de los cuentos folclóricos, todos tienen un autor conocido.

Además, desarrolla una trama de mucha tensión para lograr un desenlace inesperado; la síntesis y la unidad son sus propiedades imprescindibles: todas las palabras cumplen una función determinada; el espacio y el tiempo son sus elementos infaltables; el número de personajes es reducido y los mismos son caracterizados solamente con los datos necesarios para ubicar al lector; y tiene una intención: didáctico, moral, documental, simbólica, entre otras.

Las dos especies cuentísticas de mayor difusión

1. El cuento realista: Es una narración seria, y en ocasiones hasta trágica, de la realidad. El argumento de este tipo de cuento parte de la observación directa que el escritor hace de su entorno: tradiciones, costumbres, paisajes, pueblos, etc., y que refleja en su obra con verosimilitud, es decir, con apariencia de verdad.

2. El cuento fantástico: Es la narración de la realidad que mezcla elementos reales e irreales, extraños e inexplicables, con la intención de crear incertidumbre en el lector mediante la intercalación entre una explicación natural y una sobrenatural.

Cuento fantástico

Temática

Los misterios que plantean el hombre y su mundo son el punto de partida del cuento fantástico. El autor narra un suceso cotidiano que no tiene una explicación clara: el tiempo, el espacio, los sueños, las dimensiones, la muerte, son los temas alrededor de los cuales gira el argumento de la obra.

Recursos

Los misterios son el tema de los cuentos fantásticos, pero el autor se limita a crear dudas en el lector y no pretende resolver dichos misterios. La ausencia de respuestas y la vacilación entre una explicación natural y otra sobrenatural son los recursos más utilizados para lograr la incertidumbre. Otro recurso para confundir la realidad es la interrelación entre el sueño y la realidad, sueño dentro de otro sueño, conciencia de que se está soñando, sueños comunes a varias personas que luego en la vigilia deja un rastro, etc.

Narrador

El narrador fantástico elabora un relato verosímil al que añade elementos extraños con la intención de producir la duda y el suspenso, curiosidad y miedo en el lector.

Espacio y tiempo

En el cuento fantástico el tratamiento del espacio y del tiempo es impreciso, debido a que los autores liberan su imaginación e invaden tiempo, espacio, personajes, situaciones, etc. Se producen traslados a otros tiempos, ya al pasado como al futuro, detención del tiempo, desajustes entre el tiempo cronológico y el tiempo interior, etc.

Personajes

Los personajes pueden transformarse de distintas formas. A veces pueden sufrir el fenómeno de la metamorfosis; pueden ser poseídos por las fuerzas sobrenaturales; los elementos de la realidad, como los animales, objetos, espíritus, pueden animizarse y adquirir características propias del hombre.

Cuento realista

Temática

El hombre y su medio son el punto de partida de la narración. El autor se propone dar una idea cabal del mundo que le rodea en todos sus aspectos: material, moral, económico, político y religioso. Presenta al hombre en su dimensión individual y social.

Recursos

Para testimoniar la realidad inmediata, el autor de cuentos realistas describe la vida, las creencias, el lenguaje y las tradiciones; utiliza la anécdota como pretexto para la descripción de caracteres y de costumbres.

Hay una mayor inserción de diálogos como procedimiento para la caracterización de los personajes y su presentación objetiva. El narrador realista reproduce el lenguaje de los personajes: habla local, modismos, formas coloquiales.

Narrador

El narrador realista trata de narrar los hechos con objetividad, por eso parte de la observación directa, utiliza la tercera persona gramatical y adopta la posición de narrador testigo u omnisciente.

Espacio y tiempo

El espacio en donde se desarrollan las acciones del cuento realista es el escenario en el que vive el hombre. El desarrollo del tiempo de la acción es lineal y cronológico. Para que los hechos adquieran un matiz realista, las fechas son indicadas con exactitud e incluso algunos relatos aparecen desarrollados en un momento histórico real.

Personajes

Son frecuentes los “personajes tipos”, síntesis de virtudes y defectos fácilmente reconocibles. Esta técnica caracterizadora facilita al escritor comunicar la intención del relato y explicar una doctrina moral o social a través de la conducta de sus personajes.

ACTIVIDAD DE COMPARACIÓN: Completa el siguiente cuadro comparativo

ASPECTO CUENTO REALISTA

CUENTO FANTASTICO

TEMÁTICA

RECURSO

NARRADOR

ESPACIO – TIEMPO

PERSONAJES

El gordo y el flaco

] Anton Chejov (Rusia: 1860-1904)

En una estación de ferrocarril de la línea Nikoláiev se encontraron dos amigos: uno, gordo; el otro, flaco.

El gordo, que acababa de comer en la estación, tenía los labios untados de mantequilla y le lucían como guindas maduras. Olía a Jere y a Fleure d'orange. El flaco acababa de bajar del tren e iba cargado de maletas, bultos y cajitas de cartón. Olía a jamón y a posos de café. Tras él asomaba una mujer delgaducha, de mentón alargado -su esposa-, y un colegial espigado que guiñaba un ojo -su hijo.

-¡Porfiri! -exclamó el gordo, al ver al flaco-. ¿Eres tú? ¡Mi querido amigo! ¡Cuánto tiempo sin verte!

-¡Madre mía! -soltó el flaco, asombrado-. ¡Misha! ¡Mi amigo de la infancia! ¿De dónde sales?

Los amigos se abrazaron tres veces y se quedaron mirándose el uno al otro con los ojos llenos de lágrimas. Los dos estaban agradablemente asombrados.

-¡Amigo mío! -comenzó a decir el flaco después de haberse abrazado-. ¡Esto no me lo esperaba! ¡Vaya sorpresa! ¡A ver, deja que te mire bien! ¡Siempre tan buen mozo! ¡Siempre tan perfumado y elegante! ¡Ah, Señor! ¿Y qué ha sido de ti? ¿Eres rico? ¿Casado? Yo ya estoy casado, como ves... Ésta es mi mujer, Luisa, nacida Vanzenbach... luterana... Y éste es mi hijo, Nafanail, alumno de la tercera clase. ¡Nafania, este amigo mío es amigo de la infancia! ¡Estudiamos juntos en el gimnasio!

Nafanail reflexionó un poco y se quitó el gorro.

-¡Estudiamos juntos en el gimnasio! -prosiguió el flaco-. ¿Recuerdas el apodo que te pusieron? Te llamaban Eróstrato porque pegaste fuego a un libro de la escuela con un pitillo; a mí me llamaban Efial, porque me gustaba hacer de espía... Ja, ja... ¡Qué niños éramos! ¡No temas, Nafania! Acércate más ... Y ésta es mi mujer, nacida Vanzenbach... luterana.

Nafanail lo pensó un poco y se escondió tras la espalda de su padre.

-Bueno, bueno. ¿Y qué tal vives, amigazo? -preguntó el gordo mirando entusiasmado a su amigo-. Estarás metido en algún ministerio, ¿no? ¿En cuál? ¿Ya has hecho carrera?

-¡Soy funcionario, querido amigo! Soy asesor colegiado hace ya más de un año y tengo la cruz de San Estanislao. El sueldo es pequeño... pero ¡allá penas! Mi mujer da lecciones de música, yo fabrico por mi cuenta pitilleras de madera... ¡Son unas pitilleras estupendas! Las vendo a rublo la pieza. Si alquien me toma diez o más, le hago un descuento, ¿comprendes? Bien que mal, vamos tirando. He servido en un ministerio, ¿sabes?, y ahora he sido trasladado aquí como jefe de oficina por el mismo departamento... Ahora prestaré mis servicios aquí. Y tú ¿qué tal? A lo mejor ya eres consejero de Estado, ¿no?

-No, querido, sube un poco más alto -contestó el gordo-. He llegado ya a consejero privado... Tanto dos estrellas.

Súbitamente el flaco se puso pálido, se quedó de una pieza; pero en seguida torció el rostro en todas direcciones con la más amplia de las sonrisas; parecía que de sus ojos y de su cara saltaban chispas. Se contrajo, se encorvó,

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