Cuentos hispanoamericanos del siglo XIX

CEA

Miss Betty

Idioma español

Cuento hispanoamericano del siglo 19

 Camila Corleto Rosil

20 de febrero del 2015

Índice

Contenido

Índice        

Introducción        

El carnaval        

Perico paciencia        

El zanjorín        

Una botella de brandy y otra de Ginebra        

Las tres tazas        

Sucesos notables del siglo 18 en la Habana        

Rosa        

Lanchitas        

Las mulas de su excelencia        

Gaspar Blondín        

El asesinato de Palma Sola        

Las flores de Sáuco        

Simón el mago        

El fusilado        

La compuerta número 12        

Vindicación        

La muñeca negra        

La historia de un peso falso        

La protesta de la musa        

El rey burgués        

Cuento rojo        

Introducción

Este resumen es sobre el libro “cuento hispanoamericano del siglo 19” en el cual se recopilan diferentes cuentos de varios autores, se encuentran una gran variedad de temas y de personajes en este libro. No todas las historias tratan del mismo tema pero todas nos dejan un gran mensaje y una gran lección.

El carnaval

Ninguna despedida deja de ser tan triste pero sin embargo es una fiesta ruidosa el adiós que anualmente damos a las carnes. Son 3 días de bailes, juegos, paseos, locuras y extravagancias. Se suponía que tenían que ahogarse en lágrimas y no en pasteles, pavos asados, aguas, afrechos, oporto, coñac y más.  Era una multitud de turcos,  griegos, romanos, militares, mineros, marineros, arlequines, gauchos, viejos y maricones, poseídos todos del genio de la locura. Los preparativos se comienzan a hacer antes del 6 de febrero. Hacen danzas, juegos, hay mucha comida para los invitados. Las personas suelen disfrazarse y las personas que están viendo el desfile usualmente se preguntan quienes de sus conocidos son. Esta gran fiesta dura 3 días, en esos 3 días la gula no está permitida. El patio iba hacia el salón y estaba lindamente preparado para todos los invitados. El carnaval esta hecho para que la gente se olvide de su vida cotidiana y poder tener un descanso de las responsabilidades y las vueltas de la vida cotidiana.

Perico paciencia

El capitulo habla sobre Pedro Gonzales, quien tenía el apodo de Perico paciencia.  Fue recogido por un cura cuando perdió a sus padres y era tan solo un niño. Pedro fue criado por el cura y fue conocido por ser honrado, servicial y buena persona. Llego la semana de la fiesta del santo patrón de un pueblo de esta Isla. Perico era el que hacia los mandados y el alcalde logro verlo. El acalde le pidió a Perico que contribuyera con la fiesta monetariamente, Perico solo logro darle 4 pesetas, y entonces como no tenía más dinero Perico se ofreció a ir al otro pueblo y recoger a los músicas para la fiesta. A la mañana siguiente Perico llevo 7 caballos a la casa del director de la orquesta. En los primeros 6 caballos ubico a los músicos y en el séptimo ubico: los violines, el trombón y el contrabajo lo llevo el para que no sufriera algún daño. Al día siguiente arreglo el salón para que quedara muy bonito.

En la noche Perico llego al baile pero con ropa vieja y zapatos que le apretaban. Perico estaba enamorado de la hija del alcalde. Cuando llego al baile los invitados y la hija del alcalde lo estaban criticando por la forma en la que se presento e hicieron que el alcalde lo echara. Perico se marcho de buena manera y fue con el cura a hablarle y el cura le aconsejo: nada de odios, nada de chismes y que trabajara sin cesar y el ya vería que en el futuro su trabajo daría frutos.

Pasaron los años y Perico creció. Con la ayuda de los habitantes Perico estableció una tienda y se volvió la más popular del pueblo. La hija del alcalde hacia sus compras allí y varias veces le sonrió a Perico sin saber que era él. Después de 5 años se casaron y después de 10 años Perico se volvió el síndico de la junta municipal y vecino influyente.

El zanjorín

Desde la antigüedad más remota hasta nuestros días ha habido magos, hechiceros, encantadores, brujos, adivinos, hombres dotados del don de segunda vista, decididores de la buena ventura, nigrománticos, astrólogos, judiciarios y evocadores de los espíritus.

En el antiguo testamento, se habla de magos que pretendieron imitar los milagros de Moisés, la historia profana esta llena también de iguales aberraciones, siendo lo mas notable el que ni los mismos pontífices hayan estado a cubierto de la sospecha de brujería, acusaron al papa Gregorio ante un concilio. De Alberto el grande se dijo que había forjado un hombre artificial por medio de malas artes; pero santo Tomas de Aquino pudo más que el diablo, pues hizo añicos el muñeco de su insigne maestro. Se acuso de mago al fraile inglés Rogerio Bacon, inventor de la pólvora, lo cual no va tan fuera de camino, pues el que hizo descubrimiento semejante, no era mucho que tuviese el diablo en el cuerpo.

En la nación de Europa mas a propósito para comprender el aldo ridículo de los hombres y las cosas. En tiempos posteriores apareció la famosa señorita lenormand, se dice que no vacilaron en recurrir roberspierre, marat y otros personajes del mismo jaez. Después de haber sido protegida de la desgraciada emperatriz josefina y provocando la cólera de Napoleón.

Hasta hoy dura la celebridad de la tatuana, persona que existía en la antigua, en carne y hueso, por los años de 1725, y cuyo nombre figura en un famoso proceso. En el día existen, tanto en esta capital como en algunas poblaciones de los departamentos, los llamados zanjorines, que poseen la zahoria o arte de adivinar lo que se encierra en las entrañas de la tierra. El zanjorin guatemalteco es un tipo eternamente indígena. La zajorineria rinde muy regular provecho en Guatemala, en los cual hace ventahs a la abogacía, a la literatura, al oficio de periodista y a otras profesiones igualmente honestas.

La zajorineria un medio de evadirse, la casa que fue teatro de tan extrañas escenas permanece aun cerrada, y las mascaras colgadas en las paredes, testigos impasibles de las fechorías de su dueño están allí aguardando que cumpla su condena.

Una botella de brandy y otra de Ginebra

Eran las seis de la mañana en un día frio y lluvioso del mes pasado. En aquella frasquera había una botella de brandy y otra de ginebra para que mi amigo pudiera elegir, sin embargo agarro de las dos, se sentó en la poltrona y después de echarse un trago muy respetable de ambas botellas preludio esta sabida redondilla. Hubiera podido ser como cualquier otro, periodista, poeta, reformador, héroe o mártir; pero a todo esto he preferido la oscuridad y el silencio, ser un buen muchacho, pobre diablo. Mis relaciones siempre han sido con gente de poco tono, humilde y sencilla. Mis gustos han consistidos en vivir lo mas que fuera posible en el campo, al aire y al sol. Pasaba por rico, pues mi padre había tenido grandes negocios, pero en realidad solo había heredado un mediano caudal, con excepción de mi madre.

Pensé que el brandy me limpiaba el pecho, y la ginebra me inspira. Dicho y hecho, aviso a mis lectores que Telésforo tiene una aritmética original. Comencé a hablar sobre los pocos alcances de mi madre porque por ejemplo le gusta mucho la gente que brilla y el padre de mi futura había atrapado unos cien mil pesos, comenzando su honrosa carrera por apropiarse un depósito considerable que le había confiado un español. Después ha hecho negocios con el gobierno ganándole dos o tres por ciento mensual; y en días de revolución, impulsado por el patriotismo, le ha vendido vestuarios como si fueran de seda. Sofía, la mayor de sus hijas, tenía ya 23 años; poseía hermosa figura y todas esas elegantes exterioridades que son base de la educación moderna. Me enamore de ella no les mentiré pero me di cuenta que ella solo quería mi dinero y nada más y en fin aquí acaba solo y desamparado.

...