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Corrientes Siglo XIX


Enviado por   •  29 de Mayo de 2012  •  1.941 Palabras (8 Páginas)  •  598 Visitas

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En el siglo XIX tres corrientes tuvieron lugar: El liberalismo, el positivismo y el aula tradicional.

El liberalismo era una filosofía política orientada a salvaguardar las libertades políticas, económicas y de cada individuo. Como política económica, el liberalismo logró su mayor auge en Gran Bretaña. Se desarrollaron principios de gran impacto por economistas como Adam Smith y David Ricardo que, sostenían que las leyes del mercado actuaban como las leyes de la naturaleza y que había una mano invisible que hacia coincidir los objetivos individuales y los objetivos sociales. Por eso había una clara negativa a la intervención estatal en cuanto a la regulación de la economía, de intervenir el estado se llegaría a un quiebre del equilibrio natural. El Estado tenía la función limitada de proteger los derechos de los individuos.

Como programa político, el liberalismo sostenía la libertad e igualdad civil protegidas por una Constitución escrita, una monarquía limitada por un parlamento, elecciones y partidos políticos. Se puede decir que se estaba frente a una democracia restringida ya que sólo tenían voz y voto aquellas personas que detentaban un determinado nivel de riqueza y/o cultura (burgueses).

En cuanto al plano educacional, el Estado era el participe fundamental en la redacción de leyes, decretos, reglamentos educativos por ende, se convierte todo lo referente, en un problema de Estado que él mismo asumía y se hacía responsable. La educación pasa a ser un derecho incuestionable de los individuos, derecho que la sociedad debe garantizarles a cambio de un compromiso como ciudadanos para con la sociedad. Ambas partes deben tanto exigir como cumplir.

En Argentina, la corriente liberal del siglo XIX impregnó gracias a europeos que impulsaron una tradición de pensamiento político en busca de la fundamentación de sus instituciones teniendo en cuenta las condiciones sociales existentes y la influencia sobre el origen y evolución de las mismas. Ésta tradición fue la que inspiró en gran parte, a los liberales argentinos de la generación de 1837. Es así que, para diseñar una constitución se debían estudiar las condiciones sociales existentes, adecuar las normas a la realidad social y no caer en el error de aplicar principios universales abstractos que habían influido en los hombres del período de la independencia. En Argentina, la nueva preocupación por las condiciones sociales existentes apuntaban a las consecuencias del vasto y despoblado territorio del país, y a la necesidad de promover enérgicamente la inmigración y su consecuente influencia civilizadora. Sobre este tema debatieron Alberdi y Sarmiento, llegando a la conclusión de la necesidad de la implementación de una educación formal para comenzar con el proceso civilizatorio.

Alberdi sostenía que era necesario contar con instituciones de corte liberal como estrategia para atraer población, capitales e intereses al país. Además sostuvo que las doctrinas económicas de la Constitución de 1853 habían sido inspiradas por la escuela de Adam Smith.

Otra de las condiciones sociales a analizar en nuestro país para el implemento y buen funcionamiento de las instituciones políticas, era la amenaza latente de la guerra civil provocada por la ausencia de un poder unificado. Las luchas internas provocadas por caudillos provinciales constituían un obstáculo para la estabilidad del país. Es así que Alberdi ideó como estrategia para avanzar, el establecimiento de un fuerte poder central.

La Constitución de 1853 se ocupó de estas preocupaciones, declarando la promoción del progreso a través de las libertades civiles y económicas y la estructura del mando, concentrando el poder en manos de un fuerte ejecutivo nacional. Estas características fueron tenidas en 1880 por Julio A. Roca en su ejercicio del poder ejecutivo.

A su vez, al establecerse la ciudad de Buenos Aires como capital federal se otorgó un mayor control sobre el desarrollo económico y político al gobierno nacional.

En proceso de secularización institucional culminó en 1884 con la ley de educación 1420. Así es como en la Argentina se comenzó a construir a partir de 1880 un estado nacional liberal.

Con la ley Sáenz peña, sancionada en 1912 estableciéndose el voto secreto y obligatorio a través de la confección de una padrón electoral, pudiendo votar los argentinos nativos y naturalizados mayores de 18 años se comienza el siglo XX con evidentes pruebas de que el liberalismo seguía siendo la corriente más propicia para el desarrollo del país.

Revista Libertas 12 (Mayo 1990) Instituto Universitario ESEADE www.eseade.edu.ar

EL LIBERALISMO Y LA DECLINACION ARGENTINA EN LA HISTORIOGRAFIA RECIENTE. UNA NOTA BIBLIOGRÁFICA

Eduardo A. Zimmermann

El positivismo es una corriente filosófica que tiene origen en Europa por la confluencia de la revolución industrial del soglo XVIII y la formación de los Estados Nacionales y es en Francia e Inglaterra donde adquiere mayor auge. Sus principales voceros fueron Augusto Comte y Herbert Spencer.

Este movimiento considera a la escuela como la institución superior de difusión de la cultura y como lugar propicio para el disciplinamiento social que conduzca al desarrollo y progreso ordenado de la humanidad.

El positivismo estableció la cientificidad como el único criterio de validación pedagógica por eso toda propuesta educativa para ser considerada correcta debía demostrar su carácter científico.Todo podía explicarse desde la razón y desde el conocimiento científico.

Argentina dicta su primera constitución en 1853 con una forma de gobierno centralizada y un fuerte poder ejecutivo nacional. Para constituir una Nación moderna y promover el desarrollo social y económico se abren las puertas a la inmigración. De a poco Argentina se estaba constituyendo como el país más importante de América Latina gracias a la producción y venta de materias primas. Pero en el plano cultural, el positivismo define como cultura únicamente a aquella legitimada por los sectores dominantes, los otros sectores formarían parte de la barbarie y el salvajismo.

El positivismo influyó en el sistema educativo ya que representó ara los positivistas un instrumento primordial para la construcción del Estado Nacional. Ha sido la corriente con la cual se estructuró el sistema educativo y sus pautas de organización abarcaron desde los nievels generales de la filosofía y la política hasta los nivels más concretos referentes a la práctica escolar.

Tiene un

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