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Cándida Erendira Y Su Abuela Desalmada


Enviado por   •  9 de Mayo de 2015  •  1.375 Palabras (6 Páginas)  •  211 Visitas

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Hace muchos años, en una noche de parranda de un remoto pueblo del Caribe, conocí a una niña de once años que era prostituida por una matrona que bien hubiera podido ser su abuela. Andaba en un burdel ambulante que iba de pueblo en pueblo, siguiendo el itinerario de las fiestas patronales y llevando consigo su propia carpa, su propia banda de músicos y sus propios puestos de alcoholes y comidas. Yo tenía entonces unos dieciséis años y era consciente de que tarde o temprano sería escritor. La niña era uno de los seres más escuálidos que recuerde, y su actitud no tenía nada que ver con su oficio. Casi podía decirse que no tenía la menor idea de lo que estaba haciendo, sino que parecía repetir una lección aprendida de memoria. Su estancia en el pueblo fue sólo de tres días, pero la memoria que dejó duró mucho tiempo. Al parecer, había sido seducida a la edad de diez años por un tendero libidinoso, que le dio un plátano maduro a cambio de su virginidad, y la vieja matrona que la disfrutaba ejercía sobre ella un dominio inclemente mediante el terror.Nunca olvidé aquel episodio, y a medida que pasaba la vida se iba definiendo en mi memoria la certidumbre de que la matrona era su abuela. Cuando escribí Cien años de soledad me pareció que aquel recuerdo era adecuado para la iniciación sexual del adolescente que más tarde había de convertirse en el coronel Aureliano Buendía, y así lo utilicé. En el momento de escribirlo se me ocurrió algo que era fundamental: por qué la abuela explotaba a la nieta. Y entonces supe que lo hacía para pagarse el valor de la casa que se había incendiado por culpa de un descuido de la niña.

Aunque no era la primera vez que me sucedía, me llamó la atención que aquella imagen siguiera persiguiéndome, a pesar de que ya la había utilizado. Sin embargo, no lograba sentirla como una novela, sino como un drama en imagen. Era más cine que literatura. De modo que lo escribí en forma de guión y sólo muchos años después decidí someterla a un segundo tratamiento novelizado.

El nombre de la niña, que se me ocurrió a última hora, lo había conocido en México y es un nombre tarasco: Erendira. En cambio, nunca se me ocurrió un nombre convincente para la abuela, como no se me había ocurrido tampoco para el coronel que no tenía quien le escribiera, ni para el viejo patriarca de más de doscientos años que a veces se oía llamar Nicanor y a veces Zacarías. Parece tonto, pero está muy lejos de serlo: si el hombre no se ajusta al personaje con un nombre ajeno, se le crea a nadie, y hay muchas novelas en este mundo, inclusive novelas buenas, que se desbarrancan en el olvido porque los personajes tienen nombres equivocados. Algún día, con más tiempo, quisiera hacer algunas reflexiones y contar experiencias propias en relación con, los nombres de los personajes. Juan Rulfo -cuyos personajes tienen los nombres más hermosos y sorprendentes de nuestra literatura- me dijo alguna vez que él los encuentra en las lápidas de los cementerios, mezclando nombres de unos muertos con los apellidos de los otros, hasta lograr sus combinaciones incomparables: Fulgor Sedano, Matilde Arcángel, Toribio Altrete y tantos otros. Es algo tan importante que la actriz griega Irene Papas se resistía a aceptar el papel de la abuela en la película mientras yo no le pusiera un nombre. "Si no tiene un nombre no lograré sentir que soy yo", me dijo. Pero yo también fui sincero: si no sabía el nombre no podía ponerle uno cualquiera, porque corría el riesgo de que se nos volviera un personaje distinto. Irene Papas decidió entonces ponerle al personaje un nombre secreto, sólo para ella, para poder evocarlo y meterse con facilidad dentro de su pellejo. Me prometió no decirlo nunca, y si alguna vez lo dice, espero no conocerlo.

El primer tratamiento del guión cinematográfico fue escrito hace catorce años. Durante todo ese tiempo, las diferentes tentativas de realización se habían frustrado por motivos diversos. Pero todas las condiciones que

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