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Dramaturgia Obra CRONOPIOS


Enviado por   •  1 de Octubre de 2020  •  Apuntes  •  6.316 Palabras (26 Páginas)  •  136 Visitas

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Dramaturgia

“CRONOPIOS”

Inspirada en el Libro Historia de Cronopios y de Famas de Julio Cortázar y otros cuentos.

Esta obra fue llevada a escena por primera vez por el Teatro Karavana el 20 de Septiembre de 2012 en Medellín Colombia.

Autor: Teatro Karavana de Medellín (Creación Colectiva)

Colectivo Dramatúrgico y escénico: Johann Hicliff Córdoba, Cesar Rivillas, Ximena Álvarez, Juliana Meneses, Lukas Mejía, Sebastian Porras, Iván Aranzazu y Susana Molina.

Personajes

Jan

Cígaro

Holga, Alma

Helena

Margareth, Crítico 1 y aduanera

Berman

Coronel, Crítico 2 y aduanero564

Prologo 1: Cortázar

Julio cortázar se encuentra en su habitación. Una cama, un pequeño banco de madera, un retrato de un gato colgado en la pared y junto a su cama, una mesa de noche en la cual se posan un radio y un retrato de un grupo de cronopios. Cortázar deambula por la habitación. Se sienta en un pequeño banco de madera. Ahora neva.  La nieve es cada vez más fuerte. Cortázar tirita de frIo. Duerme. Oscuridad total.

Prologo 2: La Radio

En el balcón se encuentran sentados sobre bancos de madera: berman, margareth, el coronel, helena y cígaro. Esperan. Se escuchan en la radio tres noticias de cronopios. Alguien llega, es alma que llega de viaje con un globo de obsequio para todos. El globo se marcha. Otro alguien llega, es jan que llega de viaje. Trae un regalo para todos, es un jardín de manos. Jan los siembra. Los cronopios se levantan.

Prologo 5: Chocolate y Café (Canción)

La vida de un Cronopio, es tan sencilla que…
Empacaron maletas ya tan cansados de Aquí
Cronopios
iban rumbo hacia allá…

Se embarcaron con remos, iban rumbo hacia Allá
Y pronunciaban frases, en medio de la mar
Uno decía que a lo lejos el destino est
a

 Cronopios

Chocolate y café

Uno hizo de payaso, diciendo ¿Quiénes son?

Paquita fue un santo y seña, para poder vivir la mar
Cronopios los he visto yo, Cronopios los haz visto t
u
Cronopios los he visto en medio de la mar…
Uno decía que a lo lejos el destino est
a

 Cronopios

Chocolate y café

Cronopios los he visto en medio de la mar

Prologo 6: Yo Cronopio

Jan se encuentra en el jardín de manos cosechando y abonando.

Jan: Leí Historias de Cronopios y de Famas, era la última tarde de invierno. Así que me acomodé en el pequeño banco de madera verde del balcón y abrí un libro que trataba sobre eso, sobre eso de abrir la mirada a la realidad, abrirla e inventarla en cada paso, en cada ojeada, en cada inspección. El Autor me proponía el juego de subvertir lo conocido, de deshacerme de todo eso que creo que es la realidad y buscar mundos y palabras paralelas. Inventar mundos posibles…

Y es que llegamos a la realidad condicionados. Abrimos los ojos y ya todos los objetos tienen una forma y un color definidos de antemano, el recuerdo atávico de ellos nos gana por un milisegundo y no nos deja jugar a reinventarlos, a plantearnos si todo esto que vemos y que somos es así o sólo vemos aquellas cosas que queremos ver y cómo las queremos ver. La realidad es frágil, cambiante y movediza. Las palabras que uno empareja con un objeto se pueden modificar, intercambiar, inventar y emigrar. Por ahí estamos andando el camino al revés y la muerte no es más que el inicio y el nacimiento, un pequeño accidente. Quién dice que si olvido adelantar el reloj este fin de semana no me quedaré viviendo una hora antes.

El autor me daba instrucciones, instrucciones para subir escaleras, instrucciones para dar cuerda al reloj, instrucciones para cantar, para llorar, para matar hormigas en Roma, me daba instrucciones para alterar lo que creemos inalterable. El mundo alrededor empezaba a descomponerse como la pintura fresca sobre la pared. Miraba a mi alrededor y había algo nuevo e inconexo en el horizonte que (pre)conozco. La familia extravagante de sus relatos me llevó a Capra, a Berlanga. Bienvenido Míster Marshall ¡Vive como quieras! Ah, patrañas: de nuevo emparejándolo todo. Tal vez deberíamos dejar a las palabras libres, sería como liberar animales del zoológico; Tal vez las palabras estén en un zoológico, los libros como jaulas, y tal vez, solo tal vez las palabras tengan la necesidad de poder mostrarse a su antojo.

Por qué estar siempre en la misma posición, en la misma página y rodeado por las mismas palabras. Por qué no pueden las palabras saltar de un libro a otro. Todas las palabras de mi biblioteca en un solo volumen, jugando a construir historias cruzadas, nunca paralelas, como los personajes de Auster que descubren la locura de vivir en las comedias de Austen o el conde Montecristo que huye de su cárcel no a un barco, sino a la nave espacial que llevará a los primeros humanos a colonizar Marte en Crónicas marcianas, 3, 2, 1… (se escucha a lo lejos una turba que viene cantando “chin chin”) Todo debería ser posible. Pero no… Estamos agarrotados a la realidad. Que Pandora abra la caja y libere todas las palabras excepto una: aburrimiento.

Primera Escena: Turba

Cuatro cronopios van viajando en turba de aquí para allá.

Holga: Turba… a lo lejos creo que se encuentra nuestro destino. Alcen las velas, revisen la proa. En el sur encontraremos nuestro camino.

Berman: Turba, llegáremos a allá navegando hacia delante. Mueva con ánimo ese timón, señora.

Helena: corriendo hacia atrás. Que pasa turba… ¡llegaremos Allá caminando hacia atrás!

Jan: Pero Helena… si queremos llegar Allá, ¡debemos irnos por Allá! Los vientos del norte siempre van a dar al sur y no queremos más vientos usados…

...

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