ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

ENFOQUE COGNITIVO-CONDUCTUAL

misaeljarumi8 de Octubre de 2014

4.501 Palabras (19 Páginas)370 Visitas

Página 1 de 19

ENFOQUE COGNITIVO-CONDUCTUAL

Definición, Objetivos y Alcances: Aunque el nacimiento como tal del movimiento cognitivista data de los últimos 70 años, ya desde los griegos podían entreverse aproximaciones a la comprensión del mundo a partir de modelos de pensamiento. En el Menón, diálogo sostenido entre Sócrates y un joven esclavo se deja ver la pregunta que ha atravesado la historia del conocimiento en occidente: ¿de dónde proviene el conocimiento?, ¿en qué consiste?; ¿cómo está representado en la mente humana? Siendo paradigmática la explicación dada en el Menón, según la cual el conocimiento está instaurado en el alma humana desde el nacimiento, con lo cual aprender es recordar: traer a la conciencia ese conocimiento innato. Incluso llega a plantear toda una propuesta ética frente al conocimiento:

Estoy dispuesto a sostener con palabras y obras, en tanto sea capaz, que el convencimiento de que debemos indagar lo que ignoramos nos hará mejores, más resueltos y menos perezosos, que la opinión de que es imposible descubrir lo que ignoramos e inútil buscarlo. (Sócrates, Menón).

En la actualidad, los científicos cognitivistas se ocupan de las mismas preguntas, reflexionan acerca del lenguaje y su influjo en la tarea de conocer, así como en los demás procesos implicados en la noción de conocimiento.

De acuerdo con Puente (1995), evidencias de la aparición temprana de la cognición como evento mental pueden encontrarse en la oralidad, el recuento de sucesos y la comunicación verbal primitiva. Desde la mitología misma se encuentran las bases de la dualidad entre lo físico y lo psíquico, asunto que ha ocupado el interés de los filósofos desde épocas antiguas. El mismo concepto de cognición implica la noción de vida interior, lo cual denota cierta actitud idealista y racional. Descartes aporta en este sentido toda una cosmovisión sintetizada en la máxima de “pienso luego existo”, lo cual supone, desde lo ontológico una fusión entre el pensamiento y lo subjetivo como constitutivos de lo real. Esta dimensión unida a la conjetura sobre las ideas innatas como fuente primaria de conocimiento de acuerdo con Kant, fundan las bases de muchos de los conceptos actuales de la psicología cognitiva.

De otro lado aparecen los influjos del pragmatismo y la fenomenología. De tal suerte, la realidad aparece en función de la interacción del sujeto con el mundo de la experiencia sensible, creando a partir de dicha interacción una representación de la realidad. En este sentido se parte de la existencia de una realidad independiente del sujeto, pero cognoscible sólo a partir de aproximaciones sucesivas, donde la búsqueda de una certeza final es una utopía (Riso, 2006), de tal forma que la psicología cognitiva adopta la visión del realismo crítico.

Frente al concepto de hombre los psicólogos cognoscitivos adoptan una visión que supone al ser humano como sujeto activo en el procesamiento de la información. De tal forma que la conducta está mediada por procesos psicológicos que seleccionan, organizan, codifican, transforman y almacenan información ambiental. Uno de los procesos que da cuenta de la mediación de los procesos mentales es el aprendizaje como proceso que supone la reestructuración de los sistemas cognoscitivos, añadiendo nuevos contenidos o creando otras estructuras.

Historia y Surgimiento: Pensar el surgimiento y desarrollo de la psicología cognitiva supone ubicar un contexto más amplio de pensamiento surgido a partir de la segunda mitad del siglo XX enmarcado dentro de la denominada Revolución cognitiva la cual se refiere a la forma general de entender el mundo en términos de sistemas cognitivos y de elaboración de datos (David, Miclea &

Opre, 2004). Dentro de este enfoque se entiende por ciencia cognitiva “el empeño contemporáneo de base empírica por responder a interrogantes epistemológicos de antigua data, en particular los vinculados a la naturaleza del conocimiento, sus elementos componentes, sus fuentes, evolución y difusión” (Gardner, 1988). Esta definición aplicada al campo del conocimiento de los seres humanos supone cinco características distintivas.

En primer lugar, la necesidad de hablar de representaciones mentales en un nivel de análisis que escapa al nivel biológico o neurológico y al social y cultural. En segundo lugar, el uso de la analogía con el computador como metáfora para comprender el funcionamiento de la mente humana. En tercer lugar, se refiere la influencia de los procesos emocionales y la contribución de los elementos históricos y culturales en la determinación del pensamiento y las acciones. En cuarto lugar se entiende el esfuerzo interdisciplinario entre las disciplinas del hexágono de la ciencia cognitiva hacia un paradigma de comprensión transdisciplinario que trascienda las fronteras del conocimiento de cada una de ellas. Finalmente, en quinto lugar, se encuentra el objeto de estudio derivado de la tradición filosófica de los griegos en cuanto a la naturaleza del conocimiento.

El desarrollo de la psicología cognitiva fue posible gracias a los avances logrados en el denominado hexágono cognitivo constituido por la inteligencia artificial, las neurociencias, la lingüística, la filosofía y la antropología. Todas estas ciencias compartían un objeto común: las estructuras y los procesos con los que se organizan y elaboran los conocimientos, además de un método para la convalidación de las teorías mediante la simulación de modelos (Sameari, 2002).

En cuanto a lo epistemológico la psicología cognitiva se inscribe dentro del paradigma que sostiene que la ciencia no procede por acumulación de datos sino por hipótesis y falsaciones. De acuerdo con lo anterior, toda teoría es una hipótesis que todavía no ha sido refutada, de tal forma que todo conocimiento es provisional. Así, lo que diferencia un conocimiento científico de uno que no lo es no es la posibilidad de derivar los enunciados de los datos observados sino el hecho de que las teorías científicas deben constituirse de forma tal que tengan en cuenta sucesos susceptibles de contradecirlas.

En el sentido de lo anterior, el concepto de paradigma introducido por Thomas Kuhn (2000) así como la distinción entre heurística positiva y heurística negativa propuestos por Lakatos (1970) jugaron un papel decisivo en la construcción de las bases epistemológicas de la psicología cognitiva. Así, se entiende por paradigma, la estructura que guía no sólo la reflexión teórica, sino también la percepción y la acción de los científicos en un periodo concreto. Cuando dichos postulados teóricos son criticados hasta el punto de no sostenerse se produce la crisis que da lugar a la emergencia de nuevos paradigmas. La evolución así lograda por la ciencia fue retomada por Lakatos (1970) para diferenciar la heurística positiva referida a los supuestos teóricos incontestables y las metodologías de abordaje que constituyen el núcleo metafísico de las teorías; y la heurística negativa, entendida como las maniobras defensivas que utilizan las teorías para protegerse de las refutaciones. Así, cuando el equilibrio se decanta fuertemente hacia la heurística negativa se genera una importante presión social capaz de hacer movilizar la ruptura de paradigma. Este fenómeno permite entender lo decisiva de esta discusión para que la psicología lograra liberarse de las metodologías derivadas del comportamentalismo a favor de las metodologías emergentes derivadas del cognitivismo naciente.

Los avances en cuanto a la simulación de modelos permitieron en la década de 1960 importantes logros en cuanto a la concepción misma de hombre la cual trajo importantes consecuencias tanto para la ciencia básica como para la aplicada. La analogía con el computador permitió describir a los seres humanos en función de planes, imágenes, objetivos y otras concepciones mentalistas, lo cual se alejaba considerablemente del paradigma de estímulorespuesta que había imperado por años en la psicología científica (Gardner, 1988).

Las anteriores consideraciones no tardaron en hacerse evidentes en la literatura científica en psicología cognitiva. Siendo paradigmático el texto de Neisser (1967) Cognitive Psychology, el cual asumía importantes postulados retomados de los mismos sistemas inteligentes, pero ya dejaba entrever el desacuerdo con la complejidad del fenómeno humano que se intentaba explicar a través de dichos sistemas. En palabras del mismo autor:

Ninguno de ellos hace justicia, ni siquiera remotamente, a la complejidad de los procesos mentales humanos. A diferencia de los hombres, los programas “artificialmente inteligentes”, suelen tener una finalidad única, y carecen de emociones y de distracciones. (Neisser, 1967, p. 9).

Los anteriores elementos dan cuenta de la denominada revolución cognitiva y de las implicaciones que la misma ha tenido en el desarrollo de la psicología básica como de la terapéutica derivada de la misma. A continuación se esbozarán de manera rápida algunas consideraciones en relación con el recurso a los constructos y la metodología derivada de la nueva concepción del pensamiento para aproximarse a la realidad del fenómeno del conocimiento humano.

Desde lo Teórico: La psicología cognitiva recurre a la utilización de constructos teóricos en tanto conceptos inferibles, indirectamente, de la conducta externa, para poder explicar el funcionamiento mental. Así y de acuerdo con Rivière (1991, p.129), la psicología cognitiva supone la recuperación de una vieja tradición epistemológica en Psicología. Sin embargo, implica un enfoque nuevo del supuesto de que gran parte de la conducta puede explicarse en virtud de representaciones internas

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (30 Kb)
Leer 18 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com