Educacion Intercultural

La diversidad cultural se ha visto incrementada en las últimas décadas por un número creciente de inmigrantes que han venido a nuestro país desde diferentes partes del mundo. De hecho, la presencia de inmigrantes ha transformado a un gran número de países, incluyendo aquellos que, hasta los años 70, nunca habían sido países de inmigración, como es el caso de los países del sur de Europa y más concretamente España.

El crecimiento de puestos de trabajo y auge económico que ha atravesado España en los últimos años ha propiciado que un gran número de personas de países limítrofes con peores condiciones sociales, económicas y laborales, inmigrasen a España en busca de puestos de trabajo y un futuro mejor para ellos y sus hijos.

Este crecimiento de la inmigración ha propiciado que actualmente en los centros educativos españoles haya un porcentaje de alumnos extranjeros muy elevado, e incluso en algunas zonas superen a los alumnos españoles. Esto se debe principalmente a que la educación en España es obligatoria para todos los menores de 16 años, por lo que todo niño que viva en territorio español ha de estar escolarizado. La gran avalancha de inmigración de los últimos años ha inundado las aulas de los colegios españoles de niños y adolescentes procedentes de infinidad de países y culturas.

La pertenencia a minorías étnicas y culturales suele añadir problemas a los que ya presentan la desventaja sociocultural en la que se encuentran las principales minorías de nuestro país:

- Poseen una cultura diferente a la española, en cuanto a costumbres, hábitos y religión.

- La lengua materna, suele ser diferente.

- Las condiciones socioculturales y económicas en las que viven suelen derivar en necesidades educativas especiales que se manifiestan en el contexto escolar.

- La itinerancia y modo de subsistencia de la familia, que en la mayoría de los casos suele ser poco estable, condiciona también los procesos educativos de los menores.

Todo ello ha configurado la realidad educativa de los centros de forma muy diferente a como lo era hace unos años. Se plantean una serie de necesidades y perspectivas muy diversas en el alumnado que ha hecho que tengamos que cambiar también la respuesta educativa:

- La enseñanza debe ser más individualizada: el hecho de que la diversidad en las aulas sea mucho mayor hace necesario que los procesos de enseñanza-aprendizaje estén más personalizados y adaptados a las diferentes dificultades que presentan los alumnos en general.

- Se requiere una mayor flexibilidad organizativa de los procesos educativos y en los contenidos curriculares: el currículum ha de ser abierto y flexible, adaptándose a las características específicas de los alumnos y la realidad del contexto socioeconómico y cultural del centro. Así algunas de las innovaciones

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