El Lazarillo de Tormes

Se considera que El Lazarillo de Tormes se escribió en 1550 y se publicó en 1554. Se conservan tres ediciones, en Burgos, en Amberes y en Alcalá de Henares.

El Lazarillo de Tormes es una obra anónima, aunque su autoría se ha atribuido a tres candidatos: Juan de Ortega, Diego Hurtado de Mendoza o Alfonso Valdés. Se ha considerado que el autor del Lazarillo de Tormes podría ser un erasmista debido a que la obra refleja una crítica social y religiosa También se ha considerado que podría tratarse de un autor escéptico, el cual querría condenar la corrupción eclesiástica de la época. Por último, también se cree que podría haber sido escrita por un converso debido a que hace varias referencias a los judíos y a su situación en España.

La obra adopta la forma de una carta que el protagonista dirige a un tal Vuestra Merced. En ella, Lázaro refiere las vicisitudes de su vida para justificar un caso actual de deshonor. En el primer bloque, que incluye los tratados I, II y III, Lázaro cuenta sus orígenes y su primera infancia, Tras la muerte de su padre, su madre le entrega a un ciego con el que pide limosna, después entra al servicio de un clérigo de Maqueda y más tarde, de un escudero arruinado. Con cada amo, aumentarán el hambre y las penalidades de Lázaro. En el segundo bloque, en el que se incluyen los tratados IV, V y VI, el protagonista deja de mendigar y de pasar hambre. Los nuevos amos serán un fraile mercedario, un vendedor de bulas y un capellán, para quien Lázaro trabaja como aguador. En el tercer y último bloque, que incluye el tratado VII, Lázaro se casa con la criada del arcipreste de San Salvador de Toledo, donde el protagonista trabaja de pregonero. Al principio de la obra, Lázaro habla de “el caso” que quiere aclarar. Según Francisco Rico, el caso es el rumor de que la esposa de Lázaro es la amante del arcipreste de San Salvador.

El Lazarillo de Tormes es considerada por muchos como la primera novela moderna debido a su estructura y estilo innovadores. El Lazarillo de Tormes rompe con la tradición novelística anterior en varios aspectos. En primer lugar, la obra es una narración en primera persona de las aventuras y desventuras de un pícaro, un personaje marginal y astuto que lucha por sobrevivir en una sociedad corrupta y opresiva. Esta estructura narrativa es muy diferente a la de las novelas medievales, que solían ser narraciones en tercera persona de héroes o santos. Además, cuenta con un estilo sencillo y directo.

Lázaro de Tormes cumple con los rasgos de pícaro, estos también quedan reflejados en la novela: ser hijo de padres sin honra, las dos motivaciones de su comportamiento son el hambre y el deseo de ascender socialmente y se halla solo en un mundo adverso. Los rasgos característicos de la novela picaresca son el autobiografismo, la historia de un aprendizaje y el estado final de deshonor.

Los principales temas de la obra son el hambre ya que, dada la situación de miseria, la población estaba condenada a la lucha por la supervivencia, que llevaba a la mendicidad y a la delincuencia. La honra, donde se critica la nobleza empobrecida e improductiva y la sociedad inmovilista en la que la honra era vista de manera superficial, fundada en las apariencias, en el linaje y en la limpieza de sangre, y no en la virtud o en el mérito. Por último, la religión. Los personajes de la obra formaban parte de un estamento eclesiástico, todos estos humillan a Lázaro y se caracterizan por la avaricia y la lujuria.

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