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El Shueer Loco


Enviado por   •  25 de Agosto de 2014  •  2.009 Palabras (9 Páginas)  •  217 Visitas

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¿La materia tiene conciencia?

Dentro de las muchas dudas que han existido desde el inicio de los tiempos del pensamiento humano se encuentran preguntas como: “¿Nuestro universo es real?”, “¿Tenemos libre albedrío?”, “¿Dios existe?”, “¿Hay vida después de la muerte?”. Está claro que hay muchas más preguntas que rondan en el intelecto del ser humano, pero ésta no es la ocasión de mencionarlas.

Este texto no pretende dar luz a la verdad absoluta respecto a estas interrogantes, sino, más bien, plantear y poner en conciencia una de las preguntas que actualmente está cuestionando los limites del conocimiento hasta ahora considerado como verdad absoluta respecto a la realidad.

El titulo de este ensayo es muy sugerente, pero es importante explicarlo para abrir la mente del lector y evitar confusiones. “¿La materia considerada inorgánica tiene conciencia?”. Con más detalles, acaso ¿solo la materia orgánica, que respira, tiene conciencia y “vida”?, ¿es solo el ser humano el único en toda la realidad capaz de percibir sucesos, fenómenos y el paso del tiempo?

Siendo éste un concepto nuevo, que no tiene mucho desarrollo en relación a investigaciones y artículos académicos, éste texto se apoyará en estudios que han sido considerados pseudocientíficos, y rechazados por la comunidad científica predominante, pero que rápidamente se abre campo dentro de lo que son nuevas investigaciones y, por tanto, se desarrolla hacia un modelo cada vez más discutido y aceptado. Cabe mencionar que en todo proceso de desarrollo las ideas revolucionarias siempre se han considerado erróneas o sometidas a largos procesos de verificación, en donde muchas de estas nuevas ideas, luego, han sido incluidas en alguna de las disciplinas hoy consideradas ciencia.

Algunas de las teorías que se usarán para explicar la posible conciencia de la materia son las explicadas por Rupert Sheldrake y su teoría sobre campos mórficos; Masaru Emoto y sus estudios sobre cristales de agua y sus cambios en relación a las emociones; y finalmente se explicará una interesante obra del artista chino Zhang Huan. Se menciona además algunos experimentos sobre la conciencia de los animales y de las plantas, criticando un poco a la idea del humano como el único ser con conciencia de si mismo en el universo.

Uno de los puntos de inicio, para todas las teorías científicas, es partir de la suposición que la materia inorgánica es inconsciente y, por tanto, todo el universo está compuesto en su mayoría por materia inconsciente, que misteriosamente se vuelve consciente en el momento en que pasa a estar en nuestro cerebro.

Aunque el cerebro es por si un excelso configurador de sensaciones y realidades, lo cual desde la antigua Grecia ha sido tema de interés e investigación, es muy antropocéntrico decir que las cosas solo existen en la medida en que nuestra mente es capaz de estar consciente sobre estas cosas inanimadas.

Desde hace algunas décadas, el estudio sobre animales para medir su comportamiento e inteligencia ha evidenciado datos sorprendentes en relación a su pensamiento y conciencia. Estas investigaciones han demostrado que la conciencia de si mismo y del entorno no es exclusiva del ser humano, al menos 8 especies conocidas compartirían ésta capacidad de reconocerse como seres únicos y diferenciados del resto. El experimento fue aplicado a cientos de especies, y de éstas 8 destacaron por su comportamiento frente a un espejo, demostrando que son capaces de darse cuenta de si mismos y su reflejo. Entre las especies con conciencia de sí se destaca el chimpancé, el delfín nariz de botella, el elefante, el bonobo, la orca, el gorila, la urraca y el orangután. Por tanto la capacidad de conciencia ya no queda a exclusividad para la raza humana, tampoco solo para los mamíferos.

Aunque el concepto de “conciencia” aplicado a animales diferentes al humano es nuevo, hace mucho ya que se habla de “respeto” hacia los animales por ser seres dotados de sistema nervioso, y por tanto, capaces también de sentir placer y dolor. Es así que en la últimas décadas se ha progresado en cuanto al respeto por la vida de los animales en general, pero solo limitándonos al respeto por ellos, dejando de lado también otra parte de la vida del planeta: El Reino Vegetal.

La idea de excluir a las plantas dentro de las consideraciones de seres con conciencia también ha estado limitando el desarrollo de la ciencia y del comportamiento de la sociedad frente a ellas. Estudios actuales sobre plantas revelan que éstas son capaces, de forma muy similar a los animales, de sentir, aprender y recordar información, además de comunicarse y defenderse de sus depredadores por sistemas de trabajo en equipo con otras plantas o animales que son engañados por éstas para ser protegidas.

Se han realizado investigaciones en todos los continentes por los llamados “neurobiólogos de las plantas” que apuntan al desarrollo de inteligencia de éstas, además de la capacidad de dormir, comunicarse y tener memoria. Esta capacidad sería explicada por la composición molecular similar de las raíces de plantas y el cerebro de los vertebrados. El neurobiólogo Dieter Volkmann explica: “Nosotros no creemos que las plantas tengan cerebro, no creemos que tengan nervios, pero hay grandes similitudes en el plano estructural y molecular, y podemos decir que la diferencia entre las plantas y los animales no es tan grande, o al menos entre las plantas y los animales inferiores en el plano celular y molecular”

Un ejemplo sobre el comportamiento de las plantas es un estudio, presentado en “Le esprit des plantes” documental francés del 2009, que muestra la muerte de una población de antílopes por intoxicación, producido por un veneno en las hojas de las acacias. Las acacias no son arboles venenosos, pero el análisis demostró que al aumentar el consumo de las hojas de éstos árboles por parte de los antílopes se comenzó a emanar etileno, un gas que se desplazó con el viento y advirtió a arboles vecinos sobre la amenaza de los antílopes, y por tanto la producción de éste veneno para defenderse.

Ahora que ya se han dado

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