El ahogado mas hermoso del mundo

El ahogado más hermoso del mundo

El ahogado más hermoso del mundo es un cuento escrito por el Nobel de Literatura Gabriel García Márquez que a pesar de ser un cuento relativamente corto nos atrapa en medio de su trama, la cual se basa en una combinación entre la realidad, la fantasía y lo irreal. Este nos relata la historia de la llegada de un naufragio a las orillas del mar en cierto pueblo, que resulto siendo un ahogado quien por su gran tamaño los niños en la playa creyeron que era un barco y hasta una ballena, pero al quitarle toda suciedad del mar fue que descubrieron lo que en realidad era este.

Luego tras que un adulto observara a los niños jugando con el ahogado, este se encargó de dar aviso a todo el pueblo quien de inmediato lo llevaron al lugar más cercano para determinar si era alguno de sus coterráneos, pero basto solo con mirarse a las caras para darse cuenta que el muerto era ajeno y fuera de eso era un muerto muy inusual ya que pesaba más que cualquier otro muerto e incluso fue comprado con el peso de un caballo; y es aquí donde inicia la fantasía de este cuento, con este misterioso ahogado de quien decían que apenas y cabía en una casa, por lo que los pobladores consideraron la posibilidad de seguir creciendo después de la muerte lo que es algo irreal.

A pesar de que el ahogado no pertenecía al pueblo los hombres dejaron de trabajar esa noche para ir a los pueblos vecinos a indagar si faltaba alguno de sus habitantes, mientras esto sucedía las mujeres se dedicaron a limpiarle las suciedades el mar y todo el lodo que el ahogado tenia consigo hasta que llegaron a la conclusión que este sobrellevaba la muerte con altivez ya que su rostro no demostraba tristeza ni presentaba ese semblante solitario el cual si tenían otros ahogados de mar, estas mujeres quedaron sin aliento al darse cuenta del tipo de hombre que este había sido, tanto así que no les cabía en la imaginación el sin número de cualidades fantasiosas que le atribuyeron a este. Estas mujeres quedaron tan fascinadas con este ahogado y su belleza que al darse cuenta que sus ropas estaban en piltrafas y que ninguna de las ropas de los hombres más grandes y corpulentos del pueblo le calzaba a él, decidieron confeccionarle con sus propias manos un pantalón y una camisa para que pudiese continuar la muerte con dignidad. Mientras cosían se encontraban dispuestas en círculo rodeando el cadáver y entre puntada y puntada alzaban la mirada para contemplarlo e imaginar cómo hubiera sido la vida de este mientras vivía y hasta llegaron a comprarlo con sus esposos, llegaron a tal punto que hasta nombre le dieron a este ahogado, “Esteban” ya que tenía cara de llamarse así.

Con todo y lo que se llegaron a imaginar estas mujeres, al momento de colarle la ropa que le confeccionaron estas le quedaron estrechos era como si el cuerpo rechazara dichas prendas, seguido de esto llegada la media noche el silencio hizo reprimir en estas mujeres un sentimiento de dolor y compasión al darse cuenta que la vida perfecta que imaginaron que “Esteban” llevaba era solo un espejismo y que muy por el contrario este debió ser una persona muy infeliz debido a su tamaño el cual incluso después de muerto le estorbaba, pasadas las horas luego de cubrirle el rostro con un pañuelo estas mujeres se dieron cuenta que “Esteban” era tan parecido a sus hombres que hasta llegaron a llorarlo ya que los hombres a volver con la noticia de que el ahogado no era tampoco de ningún pueblo cercano.

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