El hombre protagonista de su destino

El hombre protagonista de su destino

Para las épocas anteriores al Renacimiento Dios había sido el centro de atención de todas las artes y de algunas ciencias, pero todo esto cambió al momento de pasar al Renacimiento ya que se da un pensamiento más humanista, haciendo que Dios y el cristianismo dejaran de ser el punto de atención central de las artes, las ciencias y del pueblo, dejándole este puesto al hombre. Este comienza a denominarse como único dueño de sí mismo, creando sus propios códigos éticos, teniendo de su lado su inteligencia y su trabajo manual, siendo estas las principales armas que dispone para su libertad y poder crear crearse a sí mismo y llegar a ser lo que quiera. Gracias a esto logra la ruptura con la tradición y el ensalzamiento de la soberanía individual sobre los textos sagrados. Pero este ensayo va a tratar en la mayoría de su contenido el hecho de ¿cómo es considerada la libertad actualmente?

A principios del Renacimiento, el hombre se vuelve libre de decidir su conducta, de elegir su destino, lo que supone una exaltación de la libertad individual tanto en lo religioso como en lo cultural y en lo social. Pero a pesar de todo esto el hombre no logra su libertad completa debido a que aún se encuentra limitado en ciertas cosas; pero primero tratemos de entender ¿Qué es la libertad? En un diccionario de filosofía que encontré en la web se define por libertad como: “capacidad  de obrar sin impedimentos, de auto determinarse, lo que supone la posibilidad de elegir tanto los fines como los medios que se consideren adecuados para alcanzar dichos fines”. A pesar de todo este término es un poco confuso ya que tiene muchas interpretaciones en la sociedad. Usualmente es definido como el hecho de no estar preso, ser soltero, ser divorciado, no tener bajos limites económicos o el tener una gran fortuna; pero en realidad ninguna de las personas que posean estas cualidades es “libre”, ya que por ejemplo, en el caso de la persona soltera o divorciada, esta es libre de una relación amorosa, pero aun así  debe cubrir con sus necesidades básicas y para esto debe obtener un trabajo y limitarse a las normas que le den en dicho trabajo para poder tener un nivel económico estable y poder cubrir con sus gastos, etc. En el caso de la persona que no esté presa, goza de una libertad limitada ya que no puede hacer todo lo que quiera, sino que tiene que estar dentro de los límites establecidos por el gobierno, y quien nunca ha estado preso, es porque ha cumplido con las normas y leyes establecidas.

En resumen, por más que el hombre quiera ser completamente libre, nunca lo podrá obtener debido a que siempre estaremos esclavizados consciente o inconscientemente  por algo, ya sea el amor, el trabajo, las leyes, la tecnología, el internet, etc. Pero a pesar de todo esto se presentan casos en donde a las personas por su propia voluntad quieren ser sometidos como lo es el caso de algunas mujeres, que dejan que su esposo la trate de manera brutal, humillándolas, pegándoles, insultándolas, maltratándolas, etc.  Y estas mujeres dejan que las traten de tal forma solo porque ese hombre es el que les da el alimento diario, es el padre de sus hijos, les da un techo en donde vivir, y en algunos casos por temor por la vida de sus hijos y la propia. Aunque su cónyuge le de algunos beneficios, estos no son excusa para maltratar a las mujeres, haciendo que el mito de la inferioridad del sexo femenino vuelva a tomar fuerza en la sociedad, haciendo aún más evidente el hecho de que no tenemos ni siquiera el valor para poder hacer valer nuestros derechos y tener la libertad de tomar las riendas de nuestras propias vidas.

También se presentan casos de temas relacionados con la libertad durante la juventud. Desde muy temprana edad nuestros padres nos limitan las libertades, con el objetivo de que cuando lleguemos a la adultez seamos personas correctas y con una madurez necesaria para poder manejar los retos que nos pone la vida, pero llega un momento de nuestro crecimiento en el que queremos tener una mayor libertad a la que podemos acceder y creyendo que ya tenemos una madurez suficiente para poder manejar nuestra vida por nuestra cuenta; este pensamiento se da en la mayoría de los casos durante la adolescencia. Para este periodo de la vida creemos que la madurez llegó completamente a nosotros, y los padres por proteger a sus hijos de malas influencias les restringen parte de la libertad que sus hijo quieren tener, haciendo que en algunos casos los hijos tengan peleas con sus padres, abandonan sus hogares, recurren al alcohol y se presentan casos en los que se llegan a cometer locuras que cambian drásticamente tu vida. Este problema es muy común en la sociedad actual debido a que los padres últimamente están perdiendo un poco de autoridad frente a sus hijos, haciendo que estos aprovechen la situación para llamar la atención y poder satisfacer sus antojos.

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