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El luto en la tradición española

LuisEnsayo8 de Septiembre de 2012

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El luto en la tradición española

Durante siglos una parte muy importante de la tradición española ha sido el luto y sus duelos. El luto es una especie de signo exterior de pena y duelo en ropas, adornos y otros objetos, por la muerte de una persona allegada a la familia. En esta era contemporánea se ha perdido ese sentido tradicional, ya sea porque simplemente lo encuentran ilógico o porque haya sido olvidado. Pero lo cierto es que esta costumbre hace nueve décadas atrás era muy importante ante los ojos de la sociedad y, de la misma familia. Una costumbre que no sólo involucraba vestidos y trajes negros, sino que también involucraba el comportamiento y estilo de vida de esa persona. Los años en los cuales estaban de luto, en aquella época, eran años que abarcaban sacrificios y tiempo para aquellos individuos.

El luto riguroso exigía, a las mujeres, vestir de negro total, sin autorización alguna a cualquier tipo de color que no fuera ése. Para eso, tenían que proceder en la mayoría de las familias, al teñido de la ropa, de esta manera ahorraban dinero, no teniendo que comprar nuevos vestidos y trajes negros. La tradición era tan extrema que incluso incorporaba a las novias que se iban a casar, luciendo éstas el día de su boda un vestido negro si estaban de luto, con la única excepción del velo que sí podía ser blanco. La vestimenta usual en las mujeres era un traje negro que las cubriera hasta el cuello y mangas largas hasta las muñecas con un velo negro que les tapara la cara. Existía también algo llamado el cambio de vestidos, era un gesto simbólico para hacerse invisible al espíritu del muerto de este manera impedían que se quedara entre sus familiares en la casa.

En los hombres, sin embargo, el luto ha sido mucho menos riguroso y exigente que en las mujeres. Por lo general se limitaba a un brazalete negro cosido en la chaqueta que se utilizaba en domingos y días festivos. También era utilizado un triángulo de paño negro en la chaqueta o abrigo. Podía manifestarse también mediante el uso de una corbata negra o un botón, en el ojal de la solapa. Incluso, durante el tiempo del luto, ellos no podían acudir a bares, negocios u otros sitios públicos, incluyendo el teatro. Pero ante todo esto, hay que ser realistas, este sacrificio de los hombres duraba menos tiempo que el que guardaban las mujeres.

El luto en las mujeres no se limitaba solamente a la ropa. Tenía otras cosas y exigencias que hoy nos pueden parecer sin sentido. Como por ejemplo, que mientras duraba el tiempo de duelo era impensable que los familiares del difunto pudiesen acudir a bailes, festejos y lugares de diversión o a la celebración de fiestas patronales, bodas u otro tipo de situaciones similares. Además, las mujeres permanecían en sus casas mucho más tiempo de lo habitual, hasta el punto que, sólo salían a hacer lo imprescindible, pero no a pasear. En algunos sitios las novias no podían ni salir con sus novios, por lo que ellos, optaban por ir a las casas de ellas para poder hablar. En España tampoco se les era permitido a las mujeres arreglarse la cara con ningún tipo de maquillaje o polvo, ya que era considerado una falta de respeto hacia el difunto.

Por otra parte, durante el tiempo que duraba el luto, no se celebraban bodas en la familia o si las había, tenían lugar de forma íntima y con un número mínimo de invitados. Quienes vivían el duelo tampoco acudían a bodas a las que, en otro circunstancia, hubieran asistido. De celebrarse alguna boda en la familia, debía haber una vela blanca encendida a nombre del difunto en señal de su memoria y para que su alma pudiera ascender sin dificultades. También estaba mal visto que en la casa alguien cantara, silbara, prendiera la radio o incluso la televisión. En algunos lugares, en los pasacalles y rondas, la música dejaba de sonar al pasar por la casa de

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