Ensayo sobre una Una noche y un pastel

Una noche y un pastel

Todo comenzó cuando ella estaba esperando un pastel en un lujoso restaurante, ya llevaba tiempo esperando, no sabía si le iban a traer el pastel. Mi novia estaba en el baño y tampoco llegaba, pensaba “Me ha sido infiel” pero en eso llego y se sentó.

Mi novia se llamaba Julia y tenía 32 años, yo me llamaba Rulfo y tenía 28. La conocía hace 5. La conocí en la feria de mi colonia, esa que hacen cada año. Fui con mis amigos de la universidad y ahí la vi, estaba comprando comida cerca de la rueda de la fortuna.

No sabía cómo hablarle, me gustaba mucho pero me ponía nervioso, cómo todas las mujeres, me ponía rojo cómo jitomate y me sudaban las manos. Así menos le iba a gustar. Yo iba con mis amigos y siempre trataba de que fuéramos adonde ella iba, a ver si en una de esas me animaba.

Estuvimos “atrás” de ella cómo 40 minutos, hasta que me decidí a hablarle, cuando ella iba bajando de los carritos chocones. Yo llevaba una coca que acababa de comprar, le dije “Hola”  y se la di. Ella se río junto con sus amigas, yo me puse todavía más rojo y me fui. Mis amigos también se estaban riendo de mí.

Me sentía muy mal, mis amigos no paraban de reírse y yo sentía mucha vergüenza, “¿Por qué le hable?” me decía a mí mismo, Cómo sea, seguimos dando la vuelta con mis amigos y nos subimos a dos o tres juegos después de eso, pero no podía dejar de sentirme avergonzado, ni siquiera había conseguido el nombre de la chica.

Casi al final, cuando ya nos íbamos, alguien se me acercó desde atrás y me toco la espalda. Voltie. ¡Era ella!, era la chica que se había reído de mi hace rato. Me dijo Hola y yo le dije Hola.

Disculpa, me dijo, no quería reírme de ti, o no quería que me malentendieras, no me burlaba de ti. Me reí porque me parecía gracioso lo que hiciste ¿Una coca? ¿De verdad?

Lo siento, no sabía que otra cosa hacer, me gustaste y te vi comer y pensé que a lo mejor ibas a querer algo de tomar, perdón.

No me pidas perdón, no es como si hubieras hecho algo mal, al contrario, que original fuiste. Me llamo Julia, ¿y tú?

Me llamo Rulfo.

Cómo el Escritor.

Cómo ¿quién?

Cómo nadie. Jeje, ¿qué haces con tu vida? ¿Cuántos años tienes?

Tengo 23, me dedico al campo, soy agricultor desde los 9 años, por herencia de mi padre, ya sabes, uno suele hacer lo que los padres suelen hacer.

Excelente, yo tengo 27, ya estoy vieja, jaja.

No, no, ni siquiera lo aparentas.

Jajaj, gracias, te doy mi número, me gustaría que me hablaras algún día y así seguir platicando.

Claro, gracias, te llamaré pronto.

A partir de ahí, mi vida cambio. Las cosas siguieron su curso y todo fluía cuando estaba con ella, la vida era fácil cuando estaba con ella. A partir de ahí nos dedicamos a conocernos, a hablar de nosotros, nuestros miedos, nuestras metas, nuestras proyecciones a futuro. Todo embonaba a ella. Y nos enamoramos. Me enamoré de su cabello que se movía cómo fuego con el viento, me enamoré de sus pasos que siempre dejaban flores a su paso, de sus ojos, su mirada que siempre lograba interpretarme y resolverme, resolverme la vida, aunque fuera en apariencia, aunque fuera por momentos, aunque fuera una mentira.

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