Ensayo La Noche Es Virgen

Ensayo – La noche es virgen.

Gabriel Barrios es un joven que vive en Lima la horrible y se escapa de vez en cuando a Miami. Aunque sepa que tampoco allí se puede vivir, y que cada vez que viaja a aquella ciudad, después de una orgía de shopping y de comprar los calzoncillos de Calvin Klein que no encuentra en su país, siempre quiere volver. Porque Gabriel es un amoral hijo maldito de la burguesía acomodada, el chico famoso de la tele que todo Lima conoce, el único que en una de sus imprevisibles entrevistas se atrevió a llamar loco a un presidente de la república. Y también es bastante gay –aunque no le sean indiferentes las chicas guapas-, algo no muy fácil de llevar en la machista sociedad limeña. Pero hasta en Lima, cuando se es joven las noches son muy largas y excitantes, y están llenas del dulce humo de la marihuana y del fragor de la cocaína y el rock, comencemos a hablar un poco más de él… Era una noche jueves, después de otra emisión de su programa fue a dar una vuelta con su amigo Jimmy, juntos solían fumar harta marihuana y a Mariano le encantaba su compañía, siempre lo ha considerado tan dulce, tan guapo aunque muy bien sabe que cuando está con él sólo se dedican a pasar un buen rato como amigos, porque sabe que con Jimmy las puterías no quedan aún sabiendo tal vez, sólo tal vez que, si le llegará a confesar que es medio gay a Jimmy no le importaría en lo absoluto. Pero Gabriel prefiere dejar las cosas así. Esa noche para variar habían fumado marihuana, Gabriel se ponía siempre demasiado tímido al fumar y prefería no decir ni una palabra, creía que cualquier cosa que saliera de su boca sería una estupidez, quizás tenía razón. A Mariano lo conoció esa noche al entrar al cielo vio mucha gente, casi siempre mantenía la mirada baja porque odiaba ser reconocido y recibir saludos de parte de cualquier malandro desconocido. En la barra –siempre pidiendo de tomar coca cola-, notó a Jimmy muy interesado en la música de la banda que tocaba esa noche, así que se detuvo un momento a escuchar y se estremeció por la rudeza y pasión con la que el vocalista cantaba, no era el más talentoso y afinado pero le encantaba su voz, siguió escuchando unos segundos más tarde decidió voltear. –¡Por Dios!- pensó, quedó impactado al ver en el escenario a Mariano aunque aún no sabía su nombre. Le gustó, le gustó muchísimo, verlo tan audaz tan rebelde, agresivo. –Ahorita es como si te estuviera viendo, Mariano: eras flaco, pelucón, tenías un pantalón de cuero negro, ajustadito, y una camisa de seda negra, bien chorreada y te divertías rico ahí arriba cantando esas canciones matadoras que habías escrito con un kilo de marihuana en la cabeza-. Mariano terminó de cantar otro par de canciones y convocó a un pequeño receso. Necesitaba un buen trago y se acercó a la barra donde estaba Gabriel, que por cierto, Jimmy lo había dejado unos momentos

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