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Fundamentos neurosicológicos del lenguaje


Enviado por   •  30 de Mayo de 2018  •  Reseñas  •  4.145 Palabras (17 Páginas)  •  168 Visitas

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Fajardo, A. Moya, C. (1999). Fundamentos neurosicológicos del lenguaje. Santa fe de Bogotá: Instituto caro y cuervo, (pp. 1-86).

De antemano es necesario entender que el lenguaje es estudiado por distintos campos de la ciencia como por ejemplo, la filología, la lingüística y sus distintos niveles de estudio. Ahora bien, una ciencia que estudia y analiza la relación entre el sistema nervioso y el lenguaje con el objetivo de conocer diferentes afecciones y lesiones en el lenguaje, es la neurolingüística. Por su parte,  el libro Fundamentos neuropsicológicos del lenguaje está compuesto por V capítulos,  de los cuales se trabajaran los cuatro primeros.

  En inicio el texto nos brinda un recuento histórico acerca  del estudio de la neuropsicología y sus énfasis en las alteraciones que afectan al lenguaje en su relación con el cerebro, dando así una base para el surgimiento de un campo interdisciplinario enfocado en estos aspectos, conocido como neurolingüística. Los inicios de la neurolingüística como ciencia se remontan a la segunda guerra mundial, donde las diferentes lesiones producidas dentro de las zonas de combate afectaron a los involucrados de dicha guerra en sus niveles de recepción y producción del lenguaje, convirtiéndose en un campo de interés de la  neuropsicología. Las autoras determinan que el surgimiento de la neurolingüística se da a partir de la clasificación y explicación de las perturbaciones del lenguaje, teniendo como base la neurofisiología del enfoque mencionado.

 En el primer capítulo del libro, Fajardo y Moya (1999, p. 9), traen a colación a Luria (1980), fundador de la neurociencia cognitiva, quien define a la neurolingüística como: la rama de la neuropsicología que estudia los mecanismos cerebrales del lenguaje y los cambios que se producen como consecuencia de lesiones focales. Ahora bien, la misión de la neurolingüística es estudiar las distintas relaciones entre las funciones cerebrales y el lenguaje, que va de la mano con su objetivo, definido como:

El objeto de la neurolingüística está dado en términos de la relación existente entre la distribución cerebral vigente, la ubicación y el desarrollo de la facultad del lenguaje. Dicho en otras palabras, estudia las representaciones sensorial, motriz, auditiva y visual, situadas en el cerebro, y la incidencia de estas en las manifestaciones del lenguaje, tales como el habla, la codificación, la decodificación, la memoria, la percepción, etc. (Moya, Fajardo, 1999, pág. 3)

 Los neurolingüistas se han dedicado, desde el siglo XIX, a la observación y al estudio de las diferentes lesiones cerebrales que acarreaban dificultades en el lenguaje. Luria, Vygotsky y la Escuela Rusa, dan una misma perspectiva frente a su definición; siendo este un agente principal en el desarrollo cognoscitivo. En oposición a la anterior, Piaget y la Escuela de Ginebra defienden la idea de que el lenguaje está ligado con el aprendizaje y su desarrollo. Por otro lado Bruner y la Escuela de Harvard (1999) sostienen que "no es ni más ni menos que el "amplificador" más poderoso de las facultades humanas, y lo consideran el agente principal de la transmisión cultural de tales funciones" (p. 11). En este orden de ideas el lenguaje se convierte en el objeto de estudio de la neurolingüística enfocado en el plano del habla, ya que en este se ve reflejada la imposibilidad de la expresión del mismo.

 La relación entre el lenguaje y el cerebro ha sido estudiada desde hace muchos años, siendo pioneros los sumerios y babilonios, quienes aseguraban que el hígado era la base del pensamiento mientras que los hebreos, a raíz de su influencia espiritual, aseguraban que este se encontraba en el corazón. Sin embargo, los egipcios fueron los primeros en evidenciar una relación entre el cerebro y la conducta. Hipócrates consideró que la pérdida del habla se daba a causa de traumatismos cerebrales. A su vez, Alberto Magno fue quien clasificó las diferentes funciones mentales y las ubicó en las partes en las que se dividía el cerebro. Gall dijo que el cerebro era el órgano de la mente. Bouillard estudió los traumatismos cerebrales e inauguró lo que posteriormente se conocería como neuropsicología.

Uno de los principales teóricos para el estudio del cerebro fue Broca quien define la importancia del hemisferio izquierdo, además de la idea de que ciertas funciones van ligadas a zonas concretas en el cerebro. Wernicke postuló que las lesiones en la parte posterior de la cabeza provocan dificultades para comprender el lenguaje. También, postuló la relación entre lesiones auditivas y problemas de representación del lenguaje. Mientras que Finkelberg brinda al lenguaje una función simbólica compleja pero aclara que no es atribuida por ninguna zona del cerebro. Ya para el siglo XX se formulan las bases para la neurolingüística actual. Desde Jackson se dan las concepciones de los mecanismos neurofisiológicos del habla y postula las alteraciones patológicas, consideradas como pérdida de las funciones más no del órgano.

Como ya se mencionó, después de la Segunda Guerra Mundial, la neurolingüística se desarrolló como ciencia, ya que se culminó la etapa teórica dando paso a la etapa práctica. Después de esto, se comienzan los estudios buscando cual es el hemisferio dominante, se estudian y organizan las afasias y se desarrollan nuevas tecnologías que permitirían dar pie a investigaciones, hipótesis y diagnósticos. Todos estos estudios fueron claves para fortalecer la teoría neuropsicológica y por tanto la neurolingüística.

En el segundo capítulo inicia a partir de la relación lenguaje - pensamiento. Desde la filosofía esta relación se entiende de la siguiente manera: el pensamiento se establece en las ideas que existen y se sustentan por sí mismas (ideas concretas) mientras que el lenguaje simplemente se ajusta a estas ideas para expresarlas. William de Occam y la lingüística medieval proponen la búsqueda de ciertos universales del lenguaje, en donde hay discrepancias en el campo al cual se aplica; unos lo buscaban en el nombre, otros en el objeto y otros en el significado. Chomsky al analizar similitudes en la estructura lingüística de varias lenguas retomó la idea de estos universales, para él, universales lingüísticos (los cuales sirvieron para complementar su teoría de adquisición del lenguaje), que permitirían la creación de oraciones gramaticales y ninguna agramatical.

Volviendo a la relación entre lenguaje y pensamiento es planteada la idea de la relación de orden y dominancia que hay entre el lenguaje y el pensamiento, en donde, se cuestiona que, bien, el primero puede ser quien explique al segundo o viceversa. La escuela de Würzburg plantea que:

El lenguaje como una manifestación externa, una simple vestidura del pensamiento, y al tratar de liberar el pensamiento de todos los componentes sensorios, incluyendo las palabras, no sólo se plantea un problema sino que, a su manera, intenta solucionar el de la relación entre estas dos funciones. (Escuela de Würzburg, 1999, p, 20)

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