Habla Tarzan

Comentario de Texto Desconocido

“Criaturas del aire”- Fernando Savater

El fragmento de “Criaturas del aire” de Fernando Savater trata de un hombre “Tarzán” que habita de manera solitaria en una jungla salvaje. El texto es una profundización filosófica del famoso cuento infantil “Tarzán”. Savater analiza la realidad de vivir en una selva, lo que siente Tarzán al estar librado a la naturaleza y sobre todo la inutilidad de las herramientas de la civilización en un ambiente u espacio hostil como la jungla. En un relato retrospectivo, el autor narra cómo Tarzán vivía en una “choza” junto a sus padres hasta que fueron asesinados por un animal salvaje. Así también cuando conoció a Jane Porter, en quien Tarzán pareció conocer el amor, pero ésos eran vagos recuerdos que no debían ser sacados a la luz. Ya que, recordar que en algún momento de su existencia fue feliz, tuvo una segunda oportunidad de confraternizar con un humano, y que ésa oportunidad o esa puerta se cerró hace tiempo lo frustra y lo entristece profundamente. Ahora Tarzán vive solo, él y sus recuerdos e imaginación que ,en el acto de llevar una vida salvaje ,le resultan inservibles e incluso limitantes para su completo desempeño en la vida salvaje. El autor trata temas como la soledad, la supervivencia, la civilización versus el instinto animal y el pánico.

Savater describe cómo Tarzán sobrevive en el espacio que lo rodea gracias a su instinto animal y no, gracias a su educación o formación social “… allí aprendí esas letras que no han logrado más que dificultarme la lectura de las huellas o el husmeo de los olores con los que debo orientarme para sobrevivir.” Aquí, el autor utiliza a Tarzán como medio para representar su propósito, que es demostrar la importancia de lo natural, el conocimiento raíz de la especia humana , lo que prevalece, lo que sigue siendo importante para la supervivencia. Que es, básicamente, la adaptación al medio que nos rodea. En el fragmento, Tarzán es capaz de llevar y vivir los arduos días en la jungla gracias a eso, no gracias a su lectura o escritura. Por otro lado, Savater representa el antagonismo de dos mundos, el civilizado y el salvaje, y, cómo el primero puede interferir en la vida cotidiana del segundo. “Soy un animal maldito, porque carezco de lo que hace soportable a los otros animales la proximidad del pánico: no puedo olvidar y en cambio puedo imaginar.” Aquí Tarzán recrimina su especie y su misma naturaleza por haberle concedido tales características que dificultan su día a día en la selva. Esto lleva a otro tema muy importante que es el pánico.

El pánico está presente en cada rincón de la selva, desde los “Numas o Sheetas” hasta el “majestuoso Tantor y sus hermanos elefantes” como al espacio en sí, “el pánico ancestral alo que repta en la oscuridad o alo que gruñe o zumba de modo desacostumbrado; el pánico a lo demasiado pequeño o a lo demasiado grande…”. Lo que Savater expresa es que nuestra naturaleza humana no nos prepara para sobrepasar el principal problema de la selva, que es, el pánico constante por todo. A diferencia de los animales que no se atemorizan al recordar el lugar en el que viven porque ellos no recuerdan y mucho menos imaginan. Éstas características que pueden llegar a clasificarse como dones sumamente útiles en la sociedad, en la selva son las que condenan a Tarzán a sentir un pánico profundo, arraigado y duradero. Por éso mismo, Tarzán culpa la naturaleza por haberlo concebido con semejantes cualidades humanas y no animales, ya que, destaca que “el pánico paraliza, lo que en la selva equivale a decir que mata.”

La soledad es otro tema importante en el fragmento ya que de ésta derivan los sentimientos más profundos y las reflexiones más pertinentes. Tarzán, en un principio busca con anhelo su choza “natal”, indaga sin descanso un lugar en el cuál aferrarse, y ése era el indicado ya que cuando era niño vivió allí con sus, ahora difuntos, padres. “Esa choza es mi centro, el lugar de mi fuerza, mi maldición, mi proyecto... : esa choza es mi verdadera selva. Pues bien, comencé a buscarla y fui incapaz de dar con ella.” La choza era su centro, su resguardo, su zona de seguridad en algún punto, esa choza era lo único que le quedaba del contacto humano, esa choza era su historia, su vida, su mundo, “su verdadera selva”, su universo. Tarzán realmente pertenece ahí, no al salvajismo. Él es humano. Allí era el último lugar en donde había estado con sus padres, y, en un punto, era imperativo o necesario volver a ése lugar para no sentirse sólo. El autor trae a colación en el último párrafo a Jane Porter, la única experiencia vivida por Tarzán cercana al amor. A diferencia del cuento infantil Savater varía el relato y escribe sobre Tarzán en la soledad y su vida luego de la desaparición de Jane, así creando un ambiente de dolor y soledad. “Está la mirada, sí, los demasiado inocentes ojos de Jane Porter; pero ¿qué fue realmente Jane – hoy perdida, perdida para siempre?” Lo que es interesante es el cambio de perspectiva que sufre Tarzán al pasar más tiempo en la jungla. Antes anhelaba llegar y encontrar su choza natal, mientras ahora se cuestiona a sí mismo la necesidad de regresar allí, “¿Para qué necesito yo realmente volver a esa choza? A fin de cuentas, esa cabaña significa la muerte y la soledad, el exilio y el despojo…”. Tarzán deliberadamente prefiere olvidar, porque el mero hecho de recordar le produce

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