Historias de un forastero

Centro de Bachillerato Tecnológico industrial y de servicios 43 Gral. Macario Gaxiola Urias.

Canobbio Verdugo Angela María

Grupo: B

Aula: 3

Especialidad: Alimentos

Tema: Reseña crítica

Historias de un forastero

12 de marzo, 2019.

B. Traven

Historias de un forastero.

Cada obra literaria deja una huella en el corazón de un verdadero lector.

Macario, un libro escrito en 1950 por Bruno Traven, un autor sin nacionalidad fija, por lo que logra ser llamado ‘’ el gringo misterioso’’. Se dice que nació como Otto Feige el 23 de febrero de 1882 en Schwiebus, Brandemburgo oriental; aunque se sospecha otra fecha de nacimiento en la ciudad de Chicago, alrededor  de 1890, bajo el nombre de Traven Torvan, lo cual da como resultado una cronología muy diferente a la más conocida.

Traven vivió unos años en Alemania como Red Marut, donde participó en los procesos de restauración de la revolución, y para 1924 terminó por emigrar a México (específicamente a Chiapas) bajo el seudónimo de Hal Croves, donde estudió arqueología, apoyó a la revolución (donde obtuvo mucha inspiración) y vivió hasta la fecha de su muerte en 1969 en la capital del país.

Este multifacético autor trabajó en diversas ramas, tales como aprendiz de montador mecánico, gerente del sindicato de trabajadores de la industria del metal en Bückerburg y fue actor en Alemania; hasta que en 1915 se convirtió en escritor independiente, lo cual da origen al Bruno Traven que hoy se conoce.

El gringo misterioso escribió más de un centenar de cuentos (cifra que causa miedo a quien esté empezando en el mundo literario), en los cuales destacan tres grandes colecciones, las cuales son: Canastas de cuentos mexicanos, publicada en 1956, su contenido es de diez libros; Cuentos del hombre que nadie conoce, la cual fue publicada en 1963 con nueve cuentos, entre ellos Macario; E historias del campo mexicano, su fecha de publicación fue en 1966, donde recoge mitos y leyendas indígenas.

A Traven se le conocía como un maestro del humor, dueño de una escritura simple y directa que provocaba (o aún lo hace) admiración por su pureza y eficacia… Otto Feide, Bruno Traven o cualquier otro seudónimo según se le conozca, lanzó el libro ‘’Macario’’ en 1950 bajo la editorial ‘’SELECTOR’’, con tan solo 90 páginas y un encuadernado rústico, logró grandes ventas y una puntuación de 7/10… lo cual deja mucho que pensar, ¿hay que ser grande y hermoso para ser poderoso?

Este libro nos sitúa en un México antiguo, el cual no corresponde a la época en la cual B. Traven llegó a vivir, ya que se habla de Nueva España y el Virrey; el texto comienza con la descripción de Macario, su residencia y sus mayores ilusiones de la vida, las cuales según él… están truncas.

Nuestro protagonista era un leñador de pueblo, padre de once hijos andrajosos y hambrientos que siempre lo miraban suplicando que les tendiera su plato para llenar un poco su estomago, él no deseaba riquezas, ni mudarse a una casa bien construida… pero de lo que sí tenía ilusión es de comerse un pavo asado, solo, sin que nadie lo molestara y sin la necesidad de compartirlo.

La gran travesía de Macario empieza desde antes que él supiera, ya que su esposa empezó a ahorrar hasta el último centavo de los pocos que ganaba lavando ropa. Después de ahorrar sus moneditas durante tres años, pudo hacerse del pavo más gordo que encontró en la tienda.

La mañana siguiente, la mujer de los ojos tristes preparó todo para que esposo pudiera irse a disfrutar del gran animal, ya listo, lo llamó y le dijo ‘’toma, aquí tienes el pavo asado que siempre has deseado, llévatelo a lo más profundo de la selva para que nadie te moleste y puedas comértelo solo’’.

Ya en la selva, Macario procedió a lavarse las manos en un arroyo cercano, y cuando intentaba comerse el pavo, se percató que venía un charro que vestía una chaquetilla de cuero con hermosa botonadura, bordada de plata, su pantalón tenía botones de oro y un sombrero con aplicaciones hermosas. Este le pide un trozo de pavo a cambio de unas aplicaciones de plata, no lo acepta, ni tampoco los bosques de la comarca, ya que se da cuenta que el charro está mintiendo, pide que lo entienda y que se regrese al infierno de donde vino.

En el segundo intento de comerse el pavo, apareció un peregrino pobre y le pidió la mitad del pavo a cambio de una bendición, de nuevo se niega, argumentando que eso sería deshonrar a su esposa, Macario se disculpa y el peregrino comprende y se va, no sin antes darle su bendición.

Ya en su tercer y último intento, aparece un forastero, que a la vista se notaba en su rostro el hambre que padecía en forma espantosa, tenía una horrible apariencia, le dijo a Macario que tenía muchísima hambre. Entonces Macario le dice que nunca tendrá un pavo entero para sí solo, por fin cediendo su comida a alguien.

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