Interpretacion De Los Suños

El sueño es incoherente; une sin esfuerzo las más grandes contradicciones, afirma cosas imposibles; prescinde de todo nuestro acervo de conocimientos, tan importante para nuestra vida despierta, y nos muestra exentos de toda sensibilidad ética y moral. Su fuerza impulsora es siempre un deseo por realizar. Su aspecto, en el que nos es imposible reconocer tal deseo, y sus muchas singularidades y absurdidades proceden de la influencia de la censura psíquica que ha actuado sobre él durante su formación. No somos responsables de nuestros sueños, porque nuestro pensamiento y nuestra voluntad quedan despojados en ellos de la base sobre la cual posee únicamente nuestra vida verdad y realidad

Los sueños han existido desde la vida primitiva aunque en esa época eran vistos de manera muy diferente a la actualidad, pues hallaban una relación con el mundo de seres sobrehumanos de las mitologías que ellos tenían lo que les traía revelaciones divinas o demoníacas, y principalmente les anunciaba el provenir de algo. Por otra parte Aristóteles dice que los sueños ya pasaron a formar parte del estudio del comportamiento de los seres humanos ya que los define como una actividad anímica del durmiente durante el estado de reposo.

Durante los sueños no se repite la vida diurna sino por el contario nos libertamos de ella por lo que es beneficioso ya que perdemos por completo la memoria respecto a nuestra conciencia y nuestro funcionamiento normal; es decir, el sueño es algo totalmente ajeno a la realidad vivida, y una vez estando en el nos encerramos en nosotros mismos y nos separamos de la vida, situándonos en un mundo distinto y en una historia completamente diferente. El contenido de estos sueños muchas veces no se reconoce como perteneciente a nuestros conocimientos o experiencias, debido a que no recordamos esas situaciones y muchas veces es porque pertenecen a recuerdos de la infancia.

Algunas veces el estado de reposo se ve interrumpido debido a las fuentes de los sueños que son de distinta naturaleza algunas de ellas pueden ser: los estímulos sensoriales externos (cuando algo o alguien que está a nuestro alrededor detiene nuestro estado de reposo), estímulos sensoriales internos (esto puede ser cundo se tiene una necesidad y hay que satisfacerla), estímulos somáticos internos (tienen que ver nuestros órganos y esto nos va a servir para saber si alguno de ellos está mal), y los estímulos puramente psíquico (se sueña con aquello de lo que nos ocupamos durante el día y nos interesa en nuestra vida despierta.) Muchas veces olvidamos rápidamente imágenes oníricas de las que recordamos fueron muy precisas, mientras que las que conservamos en nuestra memoria se encuentran vagas y desdibujadas, esto se debe a que los sueños carecen, en su mayoría, de orden y comprensibilidad. Gran parte de ellos es simplemente pensada o ideada, muchas veces sustituimos los pensamientos por alucinaciones; es por eso que se dice que al soñar no creemos pensar, sino experimentar, y, por tanto, damos completo crédito a la alucinación. Por lo que los elementos oníricos son verdaderas experiencias del alma y debe tenerse en cuenta que en el sueño emergen las asociaciones y se enlazan las representaciones, sin que la reflexión, la inteligencia, el gusto estético y el juicio moral puedan intervenir para nada.

Los sueños son susceptibles de interpretación e interpretar un sueño quiere decir indicar su sentido, una vez llevada a cabo la interpretación completa de un sueño, se nos revela éste como una realización de deseos. El análisis nos demuestra en todo caso que el sueño posee realmente un sentido y que éste es el de una realización de deseos o un enlace con los acontecimientos del día inmediatamente anterior.

Hay ciertos sueños típicos como el hallarnos desnudos o mal vestidos ante personas, cuando se tiene un contenido extraño de

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