LA EXPERIENCIA DE INGRESO A LA DOCENCIA

LA EXPERIENCIA DE INGRESO A LA DOCENCIA

El maestro ideal es: Un guía, Un maestro, Un innovador, Un investigador, Un consejero, Un creador, Un sabio, Un sugeridor, Un impulsor, Un formador de hábitos, habilidades y actitudes, Un narrador, Un actor, Un formador de colectividades, Un estudiante, un enfrentador  de la realidad, Un evaluador, Un realizador, Un protector, una persona.  (Pullias, 1995:17)

El Docente en la actualidad debe de actuar como agente de cambios con compromisos y retos los cuales le permitan esforzarse y así poder diseñar el camino para enseñar y orientar a sus alumnos, generando acciones con las que propicie el desarrollo de competencias, las que ya deben de estar bien cimentadas y establecidas desde el transcurso que duró su preparación en la escuela Normal, actualmente  un docente ya dentro de un salón de clases que carece de habilidades o fortalezas específicas, es una persona más en la escuela pasando desapercibido por todos, en especial por sus alumnos. Por ejemplo con el simple hecho de llegar a un salón de clases saludando e imponiendo con su voz ya muestra presencia y por lo menos ya está asegurando que los alumnos van a poner atención unos minutos.

Cuando una joven normalista como yo está a punto de egresar de la licenciatura, tiene en la mente infinidad de pensamientos e imágenes de cómo será el momento en cuando llegue a su salón de clases ya como maestro titular del grupo. ¿Qué va a ser lo primero que se hará? ¿Qué grado me tocara? ¿Cómo serán los niños? ¿Cómo serán los papas?  etc. Todo esto sin conocer absolutamente nada de lo que en realidad es, porque llegamos a la escuela primaria como una hoja en blanco, sin idea de cómo se realizan los diferentes tramites o actividades que se tienen que hacen dentro de la institución y dentro del propio salón de clases.

En primer momento antes de saber el lugar asignado, contaba con la gran idea de que me iba a trasladar a un lugar muy lejano, como una sierra o algo por el estilo. Ya cuando se me dio el lugar en la primaria “Ignacio Zaragoza” de San Marcos Tlacoyalco, fue algo totalmente nuevo ya que no conocía esos lugares.

Con sentimientos de emoción y nervios me presente al consejo técnico escolar, realizado en Tlacotepec de Benito Juárez; al principio me pareció que estaba dentro de una escuela en donde existía un gran compañerismo entre los docentes y eso me causo mucha tranquilidad y felicidad.

Posteriormente cuando ya me presente frente al grupo que se me fue asignado (2° “C”), los papas ya se encontraban con sus hijos en  salón de clases, con miedo y nervios me presente como la maestra del grupo, en ese momento vi por primera vez a los niños, los cuales me parecieron tranquilos, pequeños y con muchas ganas ya de aprender.

Fueron pasando los días y poco a poco se me fueron presentando diferentes complicaciones o problemáticas con el grupo ya que, aunque en mi última práctica para terminar la carrera se me había asignado en mismo grado (segundo), pero por los diferentes contextos, los niños eran muy diferentes.

Principales problemáticas dentro de mi salón de clases:

• En los primeros días de clases los alumnos eran muy desordenados, no sabía de qué manera podía ayudarlos para que trabajaran más y sin tanto ruido y desorden.
• Contaba con un grupo de 35 niños de los cuales 5 no sabían leer ni escribir.
• Al inicio no tenía ni la más minina idea de cómo se tenían que entregar los documentos o tramites que los docentes realizan comúnmente, lo que me causaba momentos de estrés y angustia por no entregar las cosas bien hechas.
• Comencé a darme cuenta de las grandes diferencias entre los maestros de la escuela.

Posteriormente con el paso de los días fui conociendo a mis alumnos, aprendí a identificar que actividades les gustaba hacer y cuáles no, tome diferentes estrategias las cuales me funcionaron muy bien, por ejemplo: al inicio los niños eran un poco rudos, por todo gritaban, y les gustaba jugar de formas muy agresivas, empecé a acercarme de una forma un poco amorosa, sin faltarles al respeto, hablarles bonito, regalar abrazos, platicar con ellos de las cosas que debemos hacer y de las que no debemos hacer. Esto causo en ellos un gran impacto, pienso y llegue a la conclusión de que son niños que están muy carentes de amor, y cariñitos entonces yo al demostrar esos afectos, se empezaron a tranquilizar y a poner su atención total en mi presencia y en lo que yo les pedía.

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