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LA ISLA DEL TESORO

8 de Septiembre de 2012

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La isla del tesoro

Versión libre basada en la novela de Robert Louis Stevenson “Treasure Island”,

con la aportación impagable de José de Espronceda con su obra “Canto a Teresa” y de Rubén Darío

con su poesía “A Margarita Debayle”. Gracias también a Carmen Gil Martínez

que nos permitió hacer un uso impropio de sus ripios.

Alumnos/as de Sexto Curso del C. E. I. P. Onésimo Redondo de Pinto (Madrid) con su maestro Alfredo Blanco.

La obra la va a representar el día 22 de mayo la clase de Sexto B. La sala del teatro

estará decorada con gigantes y cabezudos fabricados por estos mismos alumn@s.

(Entra en el escenario el poeta José de Espronceda acompañado por Teresa

y una cohorte de pelotas que lo animan y ensalzan.)

POETA.- (Declamando) Con diez cañones por banda,

viento en popa, a toda vela,

no corta el mar, sino vuela

un velero bergantín.

Bajel pirata que llaman,

por su bravura, el Temido,

en todo mar conocido

del uno al otro confín.

POETAS.- (Uno) ¡¡¡ Bien dicho, José !!!

(Otro) Qué bonito.

(Un tercero) Precioso, sublime.

TERESA.- ¡Pero, qué dices Pepe! No son maneras de contestarme.

¡Te he dicho que limpies la barca!

POETA.- La luna en el mar riela,

en la lona gime el viento,

y alza en blando movimiento

olas de plata y azul;

y va el capitán pirata,

cantando alegre en la popa,

Asia a un lado, al otro Europa,

y allá a su frente Estambul:

POETAS.- (Uno) ¡¡¡ Así se habla, José !!!

(Otro) Maravilloso.

(Un tercero) Traduce Pepe, traduce.

TERESA.- (Enfadándose) De cachondeo nada, eh Pepito.

¡Sabes lo que te digo... que te vas a ir con tu mamaíta, rico.

POETA.- «Navega, velero mío,

sin temor,

que ni enemigo navío

ni tormenta, ni bonanza

tu rumbo a torcer alcanza,

ni a sujetar tu valor.

Veinte presas

hemos hecho

a despecho

del inglés,

y han rendido

sus pendones

cien naciones

a mis pies.

POETAS.- (Uno) ¡¡¡ Qué potito, Jose !!! ¡¡¡ Qué potito, Jose !!!

(Otro, imitando el habla de la nación hermana Argentina.)

¡¡¡ Qué lindo !!!

(Un tercero) Enorme lo tuyo Espronceda.

TERESA.- (Se enfada de veras) ¡Ya te digo el Pepito, la que me quiere montar!

¡¡¡ Pepe, vuelve en ti !!! ¡¡¡ Pepe, limpia la barca !!!

POETA.- Pero Teresa, si estamos todos igual. ¡¡¡ Todos conmigo !!!

(El público recita)

Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria, la mar.

POETAS.- Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria, la mar.

TERESA.- Déjate de poesía Pepe y empieza a limpiar la barca o llamo a mi madre..

POETA.- (Asustado) Ahhh. ¡¡¡A tu madre no!!! A tu madre no; Teresa que me pierdes.

TERESA.- Así que déjalo ya. Voy a vender los besugos que me quedan en la cesta.

Tú mientras limpia la barca, gandul.

POETA.- Vale, pero sin ofender.

(Sale Teresa del escenario, el poeta se puede quedar recitando...)

Allá muevan feroz guerra

ciegos reyes

por un palmo más de tierra;

que yo aquí tengo por mío

cuanto abarca el mar bravío,

a quien nadie impuso leyes.

Y no hay playa,

sea cualquiera,

ni bandera

de esplendor,

que no sienta

mi derecho

y dé pecho

a mi valor.

Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria, la mar.

A la voz de «¡barco viene!»

es de ver

cómo vira y se previene

a todo trapo a escapar;

que yo soy el rey del mar,

y mi furia es de temer.

En las presas

yo divido

lo cogido

por igual;

sólo quiero

por riqueza

la belleza

sin rival.

Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria, la mar.

¡Sentenciado estoy a muerte!

Yo me río;

no me abandone la suerte,

y al mismo que me condena,

colgaré de alguna entena,

quizá en su propio navío.

Y si caigo,

¿qué es la vida?

Por perdida

ya la di,

cuando el yugo

del esclavo,

como un bravo,

sacudí.

Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria, la mar.

Son mi música mejor

aquilones,

el estrépito y temblor

de los cables sacudidos,

del negro mar los bramidos

y el rugir de mis cañones.

Y del trueno

al son violento,

y del viento

al rebramar,

yo me duermo

sosegado,

arrullado

por el mar.

Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria, la mar.»

(Por fin sale del escenario. Entra el dragón. Sigue doliéndose de la barriga, aunque su aspecto ha mejorado.)

DRAGÓN.- ¡Hola amigos, soy el dragón de la obra de teatro de principio de curso! ¿ Os acordáis de mi ?

( El público, como no podía ser menos responde afirmativamente, lo que es de agradecer.) Bueno, pues ya no

me gusta la carne, ni de los hombres, ni de las mujeres (Hace un gesto mohino), ni por supuesto la carne de los niños....

¡¡¡ Me he pasado al pescado !!!, pero hambre, lo que se dice hambre, tengo cantidad...

No podríais decirme dónde hay una pescadería... Necesito un buen jurel, una docena de ostras con limón

o una jibia fresquita a la plancha. (Gritando) ¡¡¡ Por Dios qué hambre !!!

(Entra en el escenario una sirenita. La sirenita al ver al dragón se asusta un poco.)

SIRENITA.- ¡ Qué haces aquí, bicho feo!

DRAGÓN.- No soy un bicho, soy un dragón.

SIRENITA.- ¿Un dragón con escamas?

DRAGÓN.- ¡Por supuesto! (El dragón empieza a relamerse ) Oye, niña, ¿tu tienes muchas espinas?

SIRENITA.- Nada de nada, estoy limpia y blandita.

DRAGÓN.- (Dirigiéndose al público) ¡¡¡ Vaya merienda que me voy a pegar !!! ( Intenta atacar a la sirenita

y ésta asustada pide auxilio)

SIRENITA.- ¡¡¡ Papá !!! ¡¡¡ Papá !!!

(Entra en el escenario totalmente enfurecido el rey de los mares, Neptuno, vestido, como os podéis suponer

de rojiblanco, con corona y tridente, obeso y barbudo.)

NEPTUNO.- ¡¡¡ Qué pasa hijita !!! ¡¡¡ Aupa Atleti !!!

SIRENITA.- Papá, este gamberro que me quiere comer. Pues no se cree que soy una sardina.

DRAGÓN.- ¡¡¡ Me la como !!! ¡¡¡ Me la como !!! ¡¡¡ En escabeche !!! ¡¡¡ Con tomate !!! ¡¡¡ Me da igual !!!

NEPTUNO.- ¡¡¡ Quién !!! Este macaco... ja, ja, ja ( Se ríe. Después le da con el tridente. ) Toma tomate, toma

escabeche.

(El dragón huye despavorido. La furia colchonera es terrible. A Neptuno su hija la sirenita le levanta los brazos

en plan campeón y Neptuno grita ) ¡¡¡ Atleti, Atleti, Atlético de Madrid !!!

SIRENITA.-

...

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