LAS VACAS DE QUIVIQUINTA

¨LAS VACAS DE QUIVIQUINTA´´ Del libro “El Diosero” de Francisco Rojas González.

El cuento relata la vida que se llevaba en un pueblo llamado Quiviquinta, que, según el tiempo al que dice el cuento eran tiempos en las que sufrían hambre absolutamente todos los seres habitantes de este pueblo (vacas, perros en general todo tipo de animales- y las personas que ahí vivían desde pequeños hasta ya gente muy vieja). En este lugar tenían muy poco de comer, los cultivos no nacian , no había nada que hacer, excepto que a no haber maíz no había nixtamal y por supuesto tampoco tortillas y menos dinero y trabajo para poder subsistir.

Este cuento nos presenta como personajes principales a una pareja con su pequeña hija: Esteban Luna y Martina, quienes, como todos en Quiviquinta no tenían dinero y solo comían cebada; alimento que los ancianos de ese lugar consideraban como una no comida de cristianos, porque según es fría y no digna. Esteban Luna se mortificaba puesto que conforme pasara el tiempo se acabaría la poca comida de la que se mantenían y con esto las semillas por que las sequias continuaban; fue por esto que Esteban decide irse a otro lado a buscar trabajo: Acaponeta o a Tuxpan, se lo hizo saber a su esposa quien replica que qué harían sin él ella y su hija. Mas tarde un amigo, Evaristo Rocha, llegó a su casa y le hizo saber a Esteban no había trabajo en ningún lugar vecino.

Llego el día del tianguis en Quiviquinta y Esteban y Martina fueron mas que nada por que era una costumbre ir todos los jueves. El mercado estaba solo, miserable y los precios super caros . La pareja solo tenia una gallina, que planeaban vender; una persona se acercó preguntando el precio asombrándose de que Esteban pidió por ella la cantidad de 4 pesos. Después las personas que se encontraban en el tianguis pudieron escuchar el motor de un coche (un automóvil en Quiviquinta era cosa demasiado rara) donde venían 2 jóvenes, una pareja, y echaron un vistazo al pueblo. Martina tenía hambre, ella se levanto la blusa y comenzó a amamantarla. La pareja la observó e inmediatamente le ofrecieron trabajo como nodriza de su hijo ofreciendo 65 pesos, Martina acepta (aunque Esteban estaba en desacuerdo) y se va con ellos.

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