LAS VACAS DE QUIVIQUINTA

LAS VACAS DE QUIVIQUINTA

Este cuento nos relata la historia de un pueblo llamado Quiviquinta, en el que sufrían de hambre todos los habitantes de el pueblo, desde los animales hasta las personas. En este pueblo, había muy poco alimento para comer, los cultivos que se tenían ya no daban frutos, no había maíz por lo tanto no había nixtamal y por supuesto tampoco tortillas y menos dinero y trabajo para poder subsistir, lo peor era: el tiempo de sequia se avecinaba

En este pueblo vivía Esteban, Martina y su pequeña hija, ellos también estaban pobres y solo comían cebada, conforme pasaba el tiempo, la poca comida que había en el pueblo se iba agotando y comenzaban las sequias.

A Esteban se le ocurre ir a buscar trabajo a Acaponeta o a Tuxpan pero su esposa no quiere que se vaya porque la dejara sola a ella y a su hija. Mas tarde se encuentra a un amigo, Evaristo Rocha, llegó a su casa y le hizo saber a Esteban no había trabajo en ningún lugar.

El día Jueves, era día de tianguis en Quiviquinta, Esteban y Martina fueron mas que nada por que era una costumbre ir cada semana. El mercado estaba solitario, miserable y los precios por los eran altísimos.

Pasaron por la casa de don Remigio, era un peón que ordeñaba a una vaca y comentaron que su familia no pasaría hambre ya que tenia tres vacas que sustentaría a su familia.

La pareja solo contaba con una gallina, que planeaban vender, una persona se acercó preguntando el precio asombrándose de que Esteban pidió por ella 4 pesos y eso era muy caro para el.

Después las personas que se encontraban en el tianguis pudieron escuchar el motor de un coche, eso era muy raro en el pueblo, en el venia una pareja y echaron un vistazo al pueblo. La hija de Martina tenía hambre, ella se levanto la blusa y comenzó a amamantarla. La pareja la observó y dijeron que ella eran la que elegían e inmediatamente le ofrecieron dinero por trabajar con ellos, comenzaron ofreciéndole 25 pesos y terminaron con 65 pesos.

Martina acepta aunque Esteban estaba en desacuerdo y se va con ellos para poder ayudar a su familia.

Este relato nos hace ver la vida de un pueblo que vive en sequias y hambrientos, buscan la manera de sobrevivir y comer lo que pueden.

Las familias que poseen vacas pueden alimentarse de la leche y lo demás venderlo y así poder comprar alimentos, y las que no poseen nada buscan la manera de sobrevivir.

A veces no nos damos cuenta de las situaciones en las que viven algunas familias y solo vemos lo que nosotros poseemos, como el señor Remigio, que poseía leche pero no la compartía solo veía por sus intereses.

En ocasiones podemos resolver nuestros problemas con soluciones que no imaginábamos

...