LITERATURA JALISCIENSE DEL SIGLO XX. LA IDENTIDAD EN CUATRO NOVELAS DE JALISCO

Maestría en Letras de Jalisco

Secretaría de Cultura

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LITERATURA JALISCIENSE DEL SIGLO XX.

LA IDENTIDAD EN CUATRO NOVELAS DE JALISCO.

(SEGUNDO SEMESTRE)

MAESTRO: EDGAR LEANDRO JIMÉNEZ

ENSAYO

LA IDENTIDAD EN “LOS DE ABAJO”DE MARIANO AZUELA

Guadalajara, Jal., junio, 2013

 María de Jesús Pacheco Torres

INTRODUCCIÓN

Una de las novelas estudiada en este curso fue Los de abajo de Mariano Azuela, que siempre había ocupado un lugar como una de mis preferidas en mi breve lista de libros leídos. Los motivos por los que me gustó son muchos: los lugares que se mencionan en la novela resultan conocidos para mí (vivo en Ixtlahuacán del Río, Jal. que colinda con Zacatecas y con el municipio de Cuquío, Jal., que es un lugar que se nombra en la novela); el ambiente rural que se describe en la obra es el mismo en el que me crie y crecí; me identifico con los personajes por su sencillez, su lucha por la justicia (es lo que percibí en mi primer acercamiento), su valentía y su amor a la tierra, ya que mi padre fue un campesino que nos dio sustento y estudio, gracias a su arduo trabajo sembrando maíz, amaba la tierra y nos contaba historias de cuando el reparto agrario: esas, entre otras causas, fueron las que hicieron que me gustara esta novela de Azuela.

Al filo del agua, es una novela magnífica en mi opinión, por lo que elegir entre ésta y Los de abajo, para elaborar mi ensayo, fue una disyuntiva. Sin embargo, como lo dije con anterioridad, me identifico más con los personajes de la novela de Azuela, aunque me impresionan los de Yáñez, y los conozco y reconozco en mi contexto que no dista mucho del ambiente que se describe en esa novela: beatas reprimidas, señoras criticonas, curas bonachones, mujeres atrevidas…pero no me identifico con ninguno.

Volviendo al tema elegido, en este ensayo pretendo abordar la identidad en la novela Los de abajo de Azuela, pues considero que hay muchos rasgos distintivos en cada uno de sus personajes que los caracterizan individualmente, aun perteneciendo a un mismo grupo social: los revolucionarios o “la bola”. Esto es, que además de la identidad colectiva, hay una identidad individual en los seres que pueblan la novela. En especial me concretaré al personaje de Camila, con el que me identifico más.

DESARROLLO

De la treintena de personajes que habitan la novela en cuestión, llama mi atención Camila, de hecho mi primer contacto con la novela  Los de abajo, fue a través de una  antología didáctica titulada  El galano arte de leer, volumen uno, de Manuel Michaus y Jesús Domínguez, donde aparece un fragmento que “me cautivó” por su lenguaje sencillo y la descripción de los personajes, en este caso el de Camila, y de los lugares: “El agua parecía espolvoreada de finísimo carmín; en sus ondas se removían un cielo de colores y los picachos mitad luz y mitad sombra. Miríadas de insectos luminosos parpadeaban en un remanso. Y en el fondo de guijas lavadas se reprodujo (Camila) con su blusa amarilla de cintas verdes, sus enaguas blancas sin almidonar, lamida la cabeza y estiradas las cejas y la frente; tal como se había ataviado para gustar a Luis.” (Azuela, 1994).

Me refiero al pasaje donde Demetrio y su gente se van de un rancho donde habían estado por mucho tiempo esperando que el jefe se recuperara de un balazo recibido y se despiden con un baile al cual no quiere ir la muchacha porque ahí estará Demetrio Macías, que se había portado muy atrevido con ella. Y en efecto, no fue al baile, a pesar de que ahí estaba Cervantes de quien ella estaba enamorada. Camila se muestra coherente con sus palabras y estoica en sus actos.

Aunque la temática general de la novela es la Revolución Mexicana, paradójicamente, este fragmento aparece con un tinte romántico y como tema, el amor no correspondido. Camila es un personaje principal que a lo largo de la historia evoluciona radicalmente, pero en el fragmento al que me refiero es una jovencita enamorada: “Camila sintió que el corazón se le quería salir”, sincera: “Si yo a ti es al que quero…pero a ti no más…”, desinteresada, ilusionada y, hasta cierto punto, atrevida:

En un ambiente de tristeza, Camila le declara abiertamente su amor a Luis Cervantes, quien, también abiertamente, la rechaza: “Tonta, Demetrio va a llegar a general, va a ser muy rico [...] ¡Imagínate lo que serías al lado de él!”.  Cuando leí este fragmento y no conocía la historia completa, pensé que “el curro” era un personaje muy noble puesto que no se aprovechó de la situación para burlarse y abusar del amor de Camila…posteriormente cambió mi apreciación, por supuesto.

¡Qué desilusión de Camila cuando se da cuenta de que Luis Cervantes fue por ella pero no para sí, sino para llevarla con Macías! Y qué desilusión para el lector, cuando el personaje del curro se muestra en toda su bestialidad: prestarse a los deseos del protagonista sólo por granjearse su favor, sabiendo que la muchacha lo quiere a él y detesta a Demetrio. Lo bueno es que unos capítulos después Camila “ya le va cobrando voluntá” a Demetrio, como ella misma lo dice, para enojo de la Pintada quien siente celos. Y ahí aparece una Camila que no es manipulable y no se deja influir por lo que le aconseja la otra que es más vieja y que quiere acomodar la situación a su conveniencia y que tiene mucha más experiencia en los asuntos de los hombres. Por eso me llama la atención el personaje de Camila.

Por eso y porque es generosa e interviene a favor del hombre al que le robaron su maíz para que le sea devuelto (Azuela, 1994, pág. 110), aunque sucede lo que con “Don Quijote” cuando vio que un muchacho estaba siendo golpeado por su amo, un labrador que se quejaba de que cada día a su criado se le perdía una oveja y don Quijote por defenderlo, provocó la   p ira de aquél, por lo que al irse pensando que había logrado la hazaña de impartir justicia, el patrón se desquitó con el muchacho, propinándole más golpes; lo mismo  en este capítulo de Los de abajo,  ya que en lugar de restituirle al hombre por el que intercedió Camila, lo que le pertenecía, el güero Margarito le dio de cintarazos.

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