LOS SIETE HABITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA

“LOS SIETE HABITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA”

1. INTRODUCCIÓN

Este libro trata de que el lector sea más efectivo en su vida, que con cada cosa que desarrolle día con día se sienta más satisfecho. Por lo que trataremos 7 hábitos, con lo que, se lograrán con los tres primeros hábitos la victoria personal o sea la independencia, y cuando se haya logrado está se podrá lograr la interdependencia o victoria pública que se basa en los hábitos del 4 al 6, y el hábito 7 que es una revisión periódica de nuestras metas, y de nuestro estado en todos los aspectos mental, físicos, espiritual y social.

Los 7 hábitos se aplican a todo tipo de personas, a parejas, familias, negocios y organizaciones privadas y públicas, lo interesante e importante al momento de tratar de mejorar nuestra visión mediante los 7 hábitos es aprenderlos, enseñarlos, y luego practicarlos.

Ya que nosotros como seres humanos, muchas veces no logramos interpretar las cosas realmente como son, ya sea porque nuestra visión está siendo afectada por un sin fin de problemas, sentimientos, actitudes, etc., por eso se dice que vemos al mundo no como es, sino como somos.

No importa a cuántas personas tengamos que supervisar, hay una sola persona a la cual podemos cambiar: a nosotros mismos. La mejor inversión que podemos hacer, entonces, es en mejorarnos a sí mismos, desarrollando los hábitos que nos harán mejor persona y mejor jefe o mejor líder.

Si lo que se quiere es cambiar cualquier situación, tenemos que comportarnos en forma distinta. Pero para cambiar nuestro comportamiento, se debe antes modificar la visión que podamos tener de todo aquello que nos rodea.

Lo que somos, nuestro carácter y nuestros valores, comunica mucho más que lo que decimos o hacemos. No es lo que nos pasa lo que afecta nuestra manera de ser, es nuestra interpretación lo que nos lleva a verlo de otra forma.

2. DESARROLLO

Paradigmas y Principios

De adentro hacia afuera.

El autor nos relata algunas experiencias de la vida cotidiana, y después hace una comparación con las de su propia historia, y me pone a pensar en las mías propias.

Al comparar el problema de drogadicción con el que padecía con su hijo, uno lo hace suyo ya que siempre hemos tenido alguno del mismo tipo, y por lo tanto todos tenemos algo que comentar.

La personalidad y la ética del carácter.

El éxito a través de los tiempos se puede resumir en la “ética del carácter”, primera concepción antes de la primera guerra mundial, después la “ética de la personalidad”; la cual se aprecia en el trato hacia las personas, a las cuales juzgamos generalmente antes de conocerlas, las enjuiciamos sin saber porque dicen o hacen las cosas. Para mí esa sería la diferencia.

Grandeza primaria y secundaria.

Muchas veces hacemos preferencias de lo superficial de las personas, como se viste, como se peina, que tal se arregla, pero dejamos de lado el carácter personal del individuo y eso a lo largo importa más que lo que se llega a ver a primera vista, como dicen por ahí “el amor a primera vista no existe”.

El poder de un paradigma.

Podemos darnos cuenta de que dos personas tienen o pueden tener un punto de vista diferente de una misma situación, y va muy relacionado con la ética de la personalidad, ya que de ello depende esto, de la personalidad que tenga el individuo reflejará su opinión o punto de vista de las cosas.

El poder de un cambio de paradigma.

Sigo pensando que la primera vista de algo es lo que nos hace juzgar las cosas, pero al conocer más sobre ese algo podemos cambiar nuestra forma de ver las situaciones, cambiar nuestro paradigma básico.

Ver y ser.

Cambiar nuestra forma de “ver” las cosas, es cambiar lo que somos, “ser” diferentes.

El paradigma basado en principios.

Se puede cambiar el paradigma, más no los principios que son nuestra realidad objetiva, nuestra base para la felicidad y el éxito.

Principios del desarrollo y el cambio.

La ética de la personalidad nos puede proveer de felicidad y éxito efímero, ya que carece de bases sólidas. No podemos enseñar a correr sin antes enseñar a gatear. “Paso a paso”, “Ladrillo a ladrillo”, así se construyó Roma. No se puede dar un tercer paso sin antes haber dado el segundo.

El modo en el que vemos el problema es el problema.

No podemos tratar los problemas solo de forma superficial, mejor dicho, es como un analgésico, alivia los síntomas pero no ataca la enfermedad, esta siempre estará presente, saltará cuando menos lo esperemos, porque nunca la atacamos de raíz. Debemos solucionar los problemas desde el problema mismo.

Un nuevo nivel de pensamiento.

“Toda acción, produce una reacción” (Isaac Newton), si queremos que una persona cambie, primero debemos cambiar nosotros, cambiar nuestra forma de pensar, tener una visión más alta, más profunda.

Panorama general de los siete hábitos.

Los hábitos se encuentran muy arraigados en nosotros, pero no son irrompibles, se pueden cambiar, pero es un proceso lento y requiere de un gran esfuerzo.

Los hábitos definidos.

El conocimiento (que hacer y por qué), la capacidad (como hacer) y el deseo (querer hacer), son los elementos de un hábito.

El continuum de la madurez.

La madurez se adquiere a través de un proceso físico, mental y emocional, y los seres humanos necesitamos vivir las experiencias adaptativas básicas en el proceso de nuestra evolución, pasando de la dependencia, a la independencia, y esta a la interdependencia, en la cual obtenemos la madurez de pensamiento.

La efectividad definida.

La efectividad es un hábito, un principio. Debe existir armonía o correlación entre lo que se hace y como se hace.

Tres tipos de bienes.

Existen tres tipos de bienes: los físicos, los económicos y los humanos. Debemos de satisfacerlos de forma que, no por obtener uno, olvidemos el otro, no podemos descuidar ninguno, para así lograr un balance.

CP organizacional.

Debemos de tener y mantener un equilibrio entre lo que hacemos, como lo hacemos y para que lo hacemos. No debemos descuidar el bien físico, ni el económico y mucho menos el humano.

Como usar este libro.

Hay que hacer de estos siete hábitos una forma de vida, un cambio de nuestra forma de pensar y actuar, de uno mismo y hacia con los demás, y poder compartir esta experiencia.

Lo que se puede esperar.

Tenemos que cambiar, nadie nos dirá como, solo nosotros podemos hacerlo, olvidarnos de lo que puedan pensar los demás de uno mismo y preocuparse por lo que en realidad piensas de ellos por si solos.

VICTORIA PRIVADA

Primer hábito. Sea proactivo.

Ser proactivo lo debemos de entender que de cara a cada situación que se nos presente, tenemos la capacidad de saber enfrentarla, decidir y hacer lo que queremos, ¿Qué quiere decir?, que no somos presas de los estímulos que sobre nosotros actúan, sino libres de pensar y hacer lo que nuestro carácter mande.

Lo importante es que la decisión es de nosotros y por lo tanto somos responsables de ello.

El primer hábito se refiere a los paradigmas y principios los cuales son la ética del carácter y la ética de la personalidad, es decir, que la autoestima de uno se encuentre bien, sentirse bien con uno mismo, porque cuando esto no sucede nos sentimos sin ánimos de nada y creemos que todo nos sale mal, pero eso dependerá de cada persona, ya que si nos sentimos bien todo cambia.

Cuando uno presenta un valor negativo de sí mismo, podemos llegar a sentirnos mal, porque creemos que todas las personas piensan igual, que todos nos ven de esa manera, al cambiar por un valor positivo, sentiremos que todo está bien y lo hacemos bien cada día.

Debemos conocer y saber que somos capaces por si solos de escoger la reacción ante cada estimulo externo que recibamos. De escoger, según nuestro carácter, nuestra forma de actuar, ya sea correcta o incorrecta.

Porque si queremos cambiar debemos empezar desde adentro, por lo que debemos comenzar cambiando los paradigmas.

Mientras más proactivo, menor es el instinto de culpar a otros por lo que nos pasa. Libertad es una condición derivada del ambiente: nosotros tenemos varias opciones de las cuales escoger. Esa es la base de la Proactividad.

Segundo hábito. Empiece con un fin en mente.

Este hábito consiste en que nuestra conducta no la debe regir el capricho ni el azar, debemos tener objetivos precisos a los cuales acercarnos. Cada vez que tomemos una decisión importante debemos decidir si ésta nos acerca o nos aleja de nuestros objetivos.

El segundo hábito se refiere a lo que significa empezar con un fin en mente lo cual consiste en empezar hoy con la imagen o el paradigma de vida como marco de referencia para la visión de todas las cosas. Significa comenzar con una clara comprensión de algún objetivo.

Se basa en el liderazgo personal es decir, ser líder es aquel que debe ser escuchado, para que de sus opiniones al respecto, y hay momentos en que podría ser necesario dar la orden y hacer que se respete.

Para crear algo primero se tiene que imaginar el cómo será, cómo se sentirá, en sus consecuencias

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